Lo que atrae... ¿la buena apariencia, o el buen genio?
¿Qué hace que una persona les parezca atractiva y agradable a otros? Muchas personas hacen hincapié en la apariencia, el arreglo personal y el estilo. Pero varios estudios independientes han revelado que la personalidad y el comportamiento son mucho más importantes que la apariencia física o las facciones, tales como la boca, los ojos, la nariz, el cabello, y así por el estilo. Según los estudios, las personas por lo general relacionan el ser atractivo con el ser caluroso y amable. Si estas cualidades se hacen patentes, aun a personas de apariencia ordinaria se les considera atractivas.
Por lo tanto, mucho mejor que la cirugía plástica o la elegancia en el modo de vestir es el siguiente consejo bíblico: “Que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello y el de ponerse ornamentos de oro ni el de usar prendas exteriores de vestir, sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible.” (1 Ped. 3:3, 4; véase también Proverbios 31:30.) Ciertamente el que uno preste atención a su apariencia física tiene su lugar. Pero el cultivar y expresar cualidades espirituales en la vida diaria es una manera mucho más positiva de hacerse atractivo y agradable a otros.