¿Se ha preguntado usted alguna vez . . . ?
¿Necesitamos realmente a Dios?
MUCHAS personas responderían de inmediato: ‘No, Dios no hace falta en esta era científica moderna.’ Ellos señalan a los grandes logros que ha alcanzado la ciencia en los últimos años. Debido a eso, muchas personas han llegado a la conclusión de que la ciencia que es el producto de una educación superior, es lo que es importante, y que nosotros en realidad no necesitamos a Dios en nuestra vida diaria. Pero...,
¿HA RESUELTO LA CIENCIA LOS PROBLEMAS DE LA VIDA?
Obviamente, la educación superior y las investigaciones científicas nos han proporcionado muchas de las comodidades que hay en nuestros hogares. En muchos países los hogares de la gente están abarrotados de aparatos eléctricos que los entretienen o que les permiten efectuar las tareas domésticas con mayor facilidad. Pero, ¿han creado estos adelantos familias más felices? El aumento alarmante en los casos de divorcio, del maltrato de los niños, de esposas y esposos que han sido golpeados por sus respectivos cónyuges y de homicidios entre miembros de una misma familia nos da la respuesta.
Debido a que contamos con medios de transporte rápido y sistemas de comunicación altamente desarrollados, podemos estar enterados de lo que sucede al otro lado del mundo en cuestión de horas. Pero, ¿está el mundo más unido debido a estos logros científicos?
Por otro lado, ¿no son algunos de los adelantos científicos los que están poniendo en verdadero peligro la existencia de la humanidad? Por ejemplo, considere la aterradora carrera de armamentos nucleares. Piense también en la contaminación que algunos adelantos científicos han producido, la cual ha envenenado gran parte del aire, la tierra y el agua. Por eso, tomando en cuenta todos los logros que ha alcanzado la ciencia, ¿está la sociedad humana en mejor condición física, mental, espiritual y moral?
Cierto, quizás algunos digan que lo que hace falta es sentido común que le indique al hombre cómo deben usarse estos adelantos de la ciencia. Pero, ¿podemos confiar en la habilidad del hombre para usar el sentido común? Un escritor hizo referencia a las dos guerras mundiales y dijo que éstas comenzaron debido a que los hombres se “cansaron del sentido común y de la civilización.” No, el sentido común del hombre no puede garantizarnos la guía correcta. Es tal como dice la Biblia: “No le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.”—Jer. 10:23.
¿CÓMO PUEDE DIOS AYUDARNOS?
El orden y el diseño que se ven en nuestro universo prueban que existe un Gran Diseñador. También es patente que el cuerpo humano no fue diseñado sencillamente para existir, sino también para disfrutar de la vida. Nuestros ojos ven los colores, no solo el blanco y el negro. Por lo tanto, podemos disfrutar de ver el color de las flores, una puesta del Sol o el arco iris. Nuestros sentidos del gusto y el olfato añaden deleite a la vida. Por lo tanto, el Originador de la vida deseaba que aprovecháramos de la mejor manera la vida. Pero, ¿qué se necesita para alcanzar tal felicidad duradera?
Suponga que alguien le regalara una cámara fotográfica costosa sin las instrucciones en cuanto a cómo usarla. Pues bien, la cámara es capaz de tomar excelentes fotografías. Sin embargo, aun si lograra colocar la película en la cámara sin tener las instrucciones, usted pudiera dañar toda la película fotográfica por no saber cómo utilizar la cámara. Usted necesita las instrucciones del fabricante.
De modo parecido necesitamos la guía y las instrucciones de Dios. Para que podamos obtener verdadera satisfacción de la vida que hemos recibido de Dios, necesitamos saber cómo dirigir nuestra vida, cómo tomar decisiones sabias. El seguir un método de tanteo y error solo resulta en daño emocional... y a menudo en una vida malgastada.
Pero, ¿dónde pueden hallarse tales instrucciones procedentes de Dios? Por medio de investigar, muchas personas llegan a estar plenamente convencidas de que esa información se halla en el libro de mayor venta del mundo... la Biblia. La información que ésta contiene fue producida por inspiración de Dios y contiene Sus pensamientos.—2 Tim. 3:16.
¿REALMENTE DA RESULTADOS LA AYUDA DE DIOS?
Por todo el mundo, miles y miles de personas quienes sinceramente han seguido la guía bíblica contestan: ‘¡Ciertamente que sí!’
Un lugar en el cual es especialmente necesario tener guía y ayuda es en la vida de familia. El famoso escritor Goethe declaró: “La persona más feliz, sea rey o campesino, es la que halla paz en su hogar.” Si la vida hogareña de una persona no es pacífica, ella, por lo general, se siente miserable, sin importar las riquezas que tenga o su posición social.
Este fue el caso de una joven estadounidense quien había tenido un matrimonio desastroso y estaba teniendo dificultades graves en su segundo matrimonio. Cuando la abordaron los testigos de Jehová, quienes la instaron a utilizar la Biblia, su actitud fue: “No necesito la Biblia. Muéstrenme alguna razón por la cual debería confiar en ella.”
Los Testigos le mostraron los principios bíblicos que pueden hacer que un matrimonio sea feliz. La estimularon a poner estos principios a prueba por medio de aplicarlos en su vida. Ella estuvo de acuerdo y comenzó a seguir estos principios.
¡Su vida familiar comenzó a mejorar inmediatamente! Esto hizo que su confianza en la Biblia aumentara. Pronto, ella comenzó a aplicar el consejo bíblico de ser un ama de casa industriosa, no participando del “pan de la pereza.” (Pro. 31:27) Comenzó a disciplinar y a instruir a sus hijos. (Pro. 22:6, 15) Toda la familia rebosaba de amor y entusiasmo. La mujer estaba convencida. Ahora ella y su esposo tienen una vida de familia significativa. Se necesitaba la ayuda de Dios, y ésta dio resultados.
Hay muchos otros problemas personales para los cuales Dios tiene una solución. Él provee la ayuda necesaria para que la persona pueda enfrentarse a cualquier problema que tenga. Pero, ¿cómo puede usted mostrar que aprecia esta ayuda?
¿CÓMO PUEDE USTED MOSTRAR QUE NECESITA A DIOS?
Primero, por medio de apartar tiempo para estudiar su libro de instrucciones... la Biblia. Segundo, por medio de obrar en conformidad con lo que usted aprende que Dios requiere. Los testigos de Jehová le ayudarán gratuitamente a familiarizarse con Jehová y su Palabra. A medida que usted se esfuerce vigorosamente por seguir las instrucciones de Dios, él bendecirá sus esfuerzos y guiará sus pasos para que usted pueda disfrutar de su vida a plenitud.