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Cómo el protestantismo socava el respeto a la Biblia

EL QUE la Iglesia Católica se haya opuesto por siglos a que la gente común lea la Biblia en cualquier idioma vernáculo ha hecho que muchos católicos sinceros crean que la Biblia es un “Libro Protestante.” Y, por supuesto, los protestantes mismos consideran que la religión de ellos se basa completamente en la Biblia. Una autoridad declara: “Se puede decir con certeza absoluta que su base misma [la del protestantismo] sigue siendo la Biblia, la cual contiene la Palabra de Dios, o que ésta es el libro de la Iglesia, del hogar y de la persona individual, libro al que acude el protestante por consejo práctico en cuanto a su vida moral y social, su modo de ver al hombre, su naturaleza, su destino y su relación con Dios.”a

Un artículo culto sobre la historia del protestantismo lleva el subtítulo “El papel que desempeña la Biblia,” y declara: “El factor común del protestantismo ha sido la aceptación de la supremacía de la Biblia sobre las iglesias; la creencia de que los ministerios o jerarquías eclesiásticos habrían de ser examinados a la luz de lo que dice la Biblia como palabra de Dios; la doctrina de que todas las cosas necesarias para la salvación habrían de hallarse en las Sagradas Escrituras.”—Encyclopaedia Britannica, 1979.

Por eso, el protestante de término medio por lo general se siente más allegado a la Biblia que el católico de término medio, quien sabe que se espera que él crea tanto en la tradición de la Iglesia como cree en las Sagradas Escrituras. Pero, ¿es cierto que la Biblia es la “base misma” de las doctrinas del protestantismo y que el protestante común (sea éste del clero, o lego) todavía acude a la Biblia “por consejo práctico en cuanto a su vida moral”?

Se sobreestima la adherencia a la Biblia

Los hechos muestran que desde los primerísimos días de la Reforma, se ha sobreestimado muchísimo la adherencia estricta del protestantismo a la Biblia. Aunque el nombre de Lutero está indeleblemente relacionado con su traducción de la Biblia, en su teología él puso el “discernimiento personal” por encima de lo que está escrito claramente en la Biblia. En su esfuerzo por probar la “justificación por gracia mediante la fe,” Lutero realzó libros bíblicos como Romanos y Gálatas, y restó importancia a libros canónicos como Hebreos, Santiago, Judas y Revelación, lo cual creó lo que se ha llamado “un canon dentro del canon.”

De manera similar, Juan Calvino decía que concordaba con la Biblia, no obstante, en su obra principal Institutes of the Christian Religion explicó con detalle doctrinas antibíblicas como la Trinidad (Libro I), el que el hombre nace sin libre albedrío (Libro II), la predestinación absoluta (Libro III) y el bautismo de infantes (Libro IV). También comparte responsabilidad por el arresto y subsiguiente muerte en la hoguera que sufrió Miguel Servet, otro reformista, pero uno que no estaba de acuerdo con el punto de vista de Calvino sobre la Trinidad. ¿Fue tal proceder un ejemplo de reconocer “la supremacía de la Biblia,” la cual aconseja en Romanos 12:17-21 contra el vengarse? ¡Difícilmente!

Además, los reformistas y las iglesias protestantes que ellos patrocinaron siguieron aceptando los credos que emitieron en el pasado concilios ecuménicos de la Iglesia Católica, como el credo de Nicea y el Atanasiano, en los que se enunciaron doctrinas antibíblicas como la Trinidad y el fuego del infierno. El protestantismo ha producido su propia cosecha de credos, entre los que están la confesión luterana de Augsburgo, la segunda confesión helvética de las iglesias reformadas y los treinta y nueve artículos anglicanos y episcopales, los cuales exponen como requisito el creer en doctrinas antibíblicas como la Trinidad. En tiempos más recientes el Concilio Mundial de Iglesias Protestantes publicó como “base” para ser miembro de este cuerpo que es necesario confesar que Jesús “es Dios.” De modo que, desde su mismísimo comienzo hasta ahora, se ha sobreestimado muchísimo la adhesión doctrinal del protestantismo a la Biblia.—Vea Juan 17:3, 1 Corintios 8:6, Hechos 3:23 y Salmo 146:4, donde la Biblia muestra claramente que el Padre, no Jesús, es el “único Dios verdadero,” y que el alma no sobrevive cuando muere el ser humano.

El protestantismo y la alta crítica

La naturaleza misma del protestantismo, que nació de la rebelión contra la tradición y la autoridad del papa de Roma, hizo que el protestantismo fuera más vulnerable al racionalismo y a los aspectos negativos de la crítica bíblica que la Iglesia Católica, que es conservadora. Sin duda sería provechoso explicar aquí lo que quiere decir crítica bíblica. Se divide en dos ramas: La crítica textual es la investigación erudita de manuscritos bíblicos, el origen de éstos, su conservación y su valor relativo en relación con los originales, los cuales ya no están disponibles. La alta crítica es el estudio de la paternidad literaria de la Biblia, la fecha en que ésta se escribió y su exactitud histórica a la luz de la arqueología y la historia.

La crítica textual ha contribuido mucho al adelanto de la erudición bíblica al eliminar interpolaciones y producir textos confiables que suministran la base para mejores traducciones de la Biblia. Por otro lado, la alta crítica ha abierto las compuertas a un diluvio de obras seudoeruditas cuyo efecto ha sido el de socavar la confianza que la gente tiene en la Biblia.

Al comentar sobre lo vulnerable que es el protestantismo al racionalismo y a la destructora alta crítica, la Encyclopaedia Britannica (1979) dice:

“La cuestión de la crítica bíblica se planteó por primera vez en las universidades alemanas; es decir, si un hombre podía ser cristiano, y hasta buen cristiano, aunque sostuviera que ciertas partes de la Biblia no eran ciertas. Esta llegó a ser la gran cuestión del protestantismo, si es que no lo fue de toda la cristiandad, en el siglo diecinueve. ... El protestantismo alemán mostró finalmente una elasticidad, o liberalidad, ante el conocimiento nuevo, que fue tan influyente en el desarrollo de las iglesias cristianas como lo fueron las ideas originales de la Reforma. En parte, debido a este ejemplo alemán, las iglesias protestantes de la tradición principal —luterana, reformadas, anglicana, congregacional, metodista y muchas comunidades bautistas— se ajustaron con relativa facilidad (desde el punto de vista intelectual) a los adelantos científicos, a la idea de la evolución y al progreso de la antropología o religión comparativa.”

Al clasificar ciertas porciones de la Biblia como mitos, muchos miembros del clero protestante han hecho que toda la Biblia sea objeto de duda. De hecho, en su introducción, bajo el título “La Biblia: Su significado y autoridad,” la publicación protestante de doce volúmenes Interpreter’s Bible llega a decir: “Se desprende de esta investigación breve que no sería en lo más mínimo contrario a las Escrituras mismas, sino que más bien estaría de acuerdo con ellas, ni sería contrario a nada esencial de la fe cristiana, si dejáramos de hablar del todo de las Escrituras como la Palabra de Dios.”

Tales declaraciones destruyen el efecto que la Biblia pudiera tener en la vida de la gente con más eficacia aún que una bula papal que prohibiera leer la Biblia.

Los fundamentalistas... no son amigos verdaderos de la Biblia

Sin embargo, una rama del protestantismo ha resistido el ataque de la alta crítica. Se conoce como el fundamentalismo. Este se define como ‘un movimiento conservador y militante que comenzó a principios del siglo veinte en oposición a las tendencias modernistas y que enfatiza como fundamental para el cristianismo la interpretación literal y la infalibilidad absoluta de las Escrituras.’

Los fundamentalistas están en lo correcto al afirmar que la Biblia es inspirada por Dios, y se les debe encomiar por la resistencia que han prestado a la destructora alta crítica y teorías seudocientíficas como la evolución. Pero, en realidad, ¿dan realce a la Biblia en la mente de personas razonables cuando afirman que debe tomarse literalmente todo lo que está escrito en la Biblia? ¿Adelantan los intereses de la Biblia al decir que la Tierra fue creada en seis días de veinticuatro horas, cuando la Biblia misma utiliza la palabra “día” para designar períodos cuya duración varía?—Compare el capítulo 1 de Génesis con Génesis 2:4 y Gé 5:1; también con 2 Pedro 3:8.

Además, ¿son los fundamentalistas amigos verdaderos de la Biblia si, mientras afirman apegarse estrictamente a las Escrituras, enseñan doctrinas no bíblicas como la Trinidad (compare con Deuteronomio 6:4; Juan 14:28), la inmortalidad del alma (Ezequiel 18:4) y el fuego del infierno (Jeremías 7:31; Romanos 6:23)? Debido a sus interpretaciones aferradas a la letra de la Biblia y a enseñar doctrinas que deshonran a Dios, los fundamentalistas protestantes socavan el poder que la Biblia podría ejercer en la mente de muchas personas.

El protestantismo y la mundanalidad

Jesús dijo a sus discípulos: “Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo.” (Juan 15:19, Versión Popular) Pero es patente que las principales iglesias protestantes participan activamente en los sistemas políticos de este mundo, y algunas de ellas hasta son “religiones estatales.” Una obra de consulta dice lo siguiente: “Es posible hablar de la contribución del protestantismo al nacionalismo moderno. ... Todos, a excepción de los radicales, tenían la tendencia de considerar de gran importancia la lealtad al estado existente, y a menudo los protestantes suministraban una base ideológica para cada estado nuevo a medida que éste se hacía consciente de sí mismo... como sucedió en Prusia o en los Estados Unidos.”—Encyclopaedia Britannica.

Al principio de este artículo, se citaron las palabras de un escritor protestante que dijo que la Biblia es el “libro al que acude el protestante por consejo práctico en cuanto a su vida moral.” ¿Puede decirse que esto es cierto aun cuando clérigo tras clérigo de las principales iglesias protestantes hacen declaraciones que muestran que permiten las relaciones sexuales premaritales, el adulterio, la homosexualidad y el aborto? Un artículo que apareció en el diario francés Le Monde, intitulado “Muchas iglesias abren el archivo de la homosexualidad,” tenía como base un informe que el Concilio Mundial de Iglesias publicó en Ginebra, Suiza, y dicho artículo reveló que varias de las principales iglesias protestantes hasta toleran a ministros homosexuales. Sin embargo, la Biblia dice: “No se engañen: no serán recibidos en el Reino de Dios los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos; ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales.”—1 Corintios 6:9, 10, La Nueva Biblia (Latinoamérica).

Por eso, aunque el protestantismo no ha edificado un registro de odio para con la Biblia ni para con los que la leen en los idiomas comunes, como el que la Iglesia Católica edificó para sí misma por siglos, no obstante, debido a creer en doctrinas no bíblicas, aceptar la alta crítica y teorías seudocientíficas, desplegar mundanalidad y aceptar una moralidad permisiva, el protestantismo se ha hecho muy responsable de socavar el efecto que la Biblia pudiera haber tenido en la vida de millones de personas.

Sin embargo, a pesar de que por siglos el catolicismo se ha opuesto a que la gente común lea la Biblia, y a pesar de la más sutil pero devastadora socavación de la Palabra de Dios por parte del protestantismo, la Biblia sigue siendo un libro al que la gente rara vez se muestra indiferente. O lo aman o lo odian. En el artículo que concluye esta serie examinaremos precisamente por qué esto es así y cómo este asunto lo afecta a usted.

[Nota a pie de página]

a Histoire du Protestantisme, J. Boisset, página 6.

[Ilustración en la página 9]

Para apoyar sus ideas, Lutero realzaba ciertos libros bíblicos y restaba importancia a otros libros

[Recuadro en la página 10]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Estas son traducciones de titulares de periódicos en inglés

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