De nuestros lectores
No hay cariño natural
Agradezco los artículos que ustedes publican intitulados “¿Reconoce usted el significado de lo que ve?” Especialmente disfruté del artículo sobre el tema “No hay cariño natural.” A pesar de ser madre cristiana, hallo que a veces yo misma soy víctima de esta actitud mundana. Ciertamente fue un buen recordatorio de lo necesario que es que en estos últimos días haya intimidad entre los miembros de la familia. Nuevamente les agradezco la información.
D. L., Washington
Los nuevos adictos a las drogas
Muchas gracias por los artículos interesantes que se publican en “¡Despertad!” Los artículos son excelentes para impartir conocimiento general. Acabo de leer la serie de artículos sobre “Los nuevos adictos a las drogas.” En esa serie se mencionó que es posible enviciarse con Valium y se dijo que los síntomas que sufre una persona al ser privada del Valium pueden ser más intensos que los que resultan del ser privada de la heroína. Por experiencia personal puedo confirmar que esto es cierto.
R. R., Alemania
Marcapaso cardíaco
Hace poco se me instaló un marcapaso cardíaco. Recordé un artículo que ustedes publicaron sobre este tema hace unos años. Hallé el número de la revista y la llevé conmigo cuando fui al hospital. Leí y releí el artículo y me dio muchísimo ánimo y me fue de gran ayuda. Gracias por sus esfuerzos constantes por suministrar con tanta regularidad información tan útil y alentadora.
G. K., Inglaterra
Amiga de la criatura no nacida aún
Deseo darles las gracias desde lo más profundo de mi corazón por el artículo tan informativo “¿Es usted amiga de la criatura no nacida aún?” Me sorprendió muchísimo aprender que hasta cosas como el café, el té o el chocolate —a mí me gustan las tres cosas— puedan ser tan perjudiciales. Hace unos dos meses sufrí un malparto después de haber estado encinta ocho meses. Puede que haya sido pura coincidencia, pero durante ese período bebí muchos litros de café y comí muchísimo chocolate. Evité toda cosa que yo sabía que fuera perjudicial; quizás si hubiera sabido todos estos hechos en ese entonces, las cosas hubieran salido bien. Todavía es grande nuestro deseo de tener un bebé, y esta vez evitaré todas las cosas que se mencionaron en el artículo. Voy a dar un ejemplar de ese número de “¡Despertad!” a mi médico, así como también al ginecólogo. Nuevamente, les doy las gracias. Voy a cuidar muy bien de mi futuro “invitado.”
T. S. d. G., Países Bajos
Genio violento
Gracias por publicar el artículo “Cómo logré controlar mi genio violento.” Yo también, como mucha otra gente, tengo problema a este respecto, aunque ciertamente no al extremo de la persona acerca de quien se relata en el artículo. Por medio de leer la experiencia de esta persona, he cobrado mucho ánimo y sinceramente concuerdo con los comentarios de él acerca del poder de Jehová... sencillamente no se puede vencer el genio violento por las propias fuerzas de uno.
S. H., Inglaterra