¿Llegará el día en que haya una sola religión?
TRES cuartas partes de la población de la Tierra pertenecen a religiones no cristianas o no profesan ninguna religión en absoluto. Una cuarta parte dice ser cristiana. Si se enumeraran las diferentes religiones una por una, el resultado sería asombroso. En la Encyclopedia of American Religions ¡se enumeran 1.187 confesiones principales tan solo para los Estados Unidos!
La mayor parte de las religiones sí están de acuerdo sobre un punto. Como dijo el historiador Arnold Toynbee: “Todas ellas creen que el hombre no es la presencia espiritual más alta del universo.”
¿Concuerda usted en que hay una Persona espiritual suprema que vela por usted? Si así es, ¿le parece a usted bien que tanto los que dicen ser cristianos como los que no son cristianos adoren a dicha Persona de tantas diferentes maneras? Más importante aún, ¿le parece bien a esa Persona espiritual suprema que haya tantas formas de adoración? ¿Por qué no puede haber una sola religión?
Antes que pueda haber unidad entre las religiones, debería haber unidad dentro de ellas. En un informe especial que se publicó en The Christian Century Howard Rice, ex presidente de la Iglesia Presbiteriana Unida, dijo: “’Si el mundo que está fuera de la iglesia nos mirara detenidamente,’ ... proclamaría: ‘Miren a esos cristianos, cómo pelean los unos con los otros.’” Dijo que dentro de la iglesia ha habido “un desprendimiento de las congregaciones una por una ... congregaciones empeñadas en separarse.”
Hay cada vez más disidencia dentro de la Iglesia Católica. Encuesta tras encuesta revela que la gran mayoría de las personas no están de acuerdo con la postura que la Iglesia ha adoptado de oponerse al control de la natalidad, de prohibir que personas divorciadas vuelvan a casarse, de afirmar que el papa es infalible cuando habla sobre asuntos de fe y moralidad y tampoco están de acuerdo con la postura que ella adopta respecto a muchos otros asuntos.
En vez de consolidarse, las religiones se están desintegrando, y los retoños de las confesiones madres se están estableciendo a sí mismos como sectas separadas. Robert C. Whittemore, profesor de filosofía de la Universidad de Tulane, informa que últimamente en los Estados Unidos “han surgido por toda la nación más de 35 nuevos grupos sectarios. ‘El cristianismo se enfrenta hoy como nunca antes al desafío de nuevas costumbres religiosas ... y actitudes.’”
¿Pueden las religiones no cristianas señalar a un mejor ejemplo? Bajo el encabezamiento “Los árabes... siempre unificándose, nunca unificados,” The Economist dice: “Hay tantas fuerzas que obran a favor de la unidad árabe que es asombroso que los árabes se mantengan separados; y tantas razones para que haya desunión que es aún más asombroso que ellos no estén perpetuamente en guerra.”
¡Se requiere algo más que unidad religiosa!
Las religiones del mundo también están profundamente divididas por sus lealtades nacionalistas y políticas, las cuales, de hecho, tienen prioridad sobre la lealtad a Dios. El nacionalismo en sí es la adoración del poder humano colectivo dentro de ciertos límites locales. El nacionalismo divide a las personas, ¡aun si son adeptos de la misma religión!
Por esta razón, el historiador Toynbee hizo esta enérgica advertencia a los que afirman ser cristianos: “Hoy en cualquier parte del mundo occidental uno puede confrontarse con el espectáculo de la bandera nacional de la localidad —símbolo de la adoración idolátrica de algún estado local— que se lleva dentro de alguna iglesia cristiana, y a veces uno hasta ve que se lleva la cruz y la bandera nacional dentro de la iglesia en la misma procesión. Cada vez que veo eso, me lleno de presentimientos. He aquí dos religiones rivales: el cristianismo tradicional y el neopaganismo. Son irreconciliables el uno con el otro ... En la inevitable guerra a muerte que se peleará entre ellas en el futuro, ¿cuál ganará? He aquí sus símbolos, lado a lado, que se llevan en alto, y a los que aparentemente se rinde el mismo grado de veneración, dentro de los confines de las paredes del mismo edificio consagrado. ¿Por cuánto tiempo podrán seguir coexistiendo?”
¿Tiene la respuesta el Consejo Ecuménico de las Iglesias (Consejo Mundial de Iglesias)? Ese Consejo al describirse dice “no es una autoridad universal que controla lo que los cristianos deben creer y hacer; sino ... casi 300 iglesias de tradiciones extensamente variadas.” Este Consejo, al igual que otra organización internacional, la O.N.U., funciona meramente como foro de diálogo donde pueden ventilarse las diferencias. Aunque presenta la apariencia de unidad cristiana mundial, sus miembros se adhieren firmemente a sus propias expresiones de fe y doctrina. Además, este Consejo no admite como miembros a las religiones no cristianas.
Pero, ¿es todo esto razón para perder toda esperanza? ¿Depende Dios de que las religiones se unan para que se cumpla lo que él tiene propuesto para la humanidad? ¡Absolutamente no!
¿Hay solamente una religión correcta?
Más bien que esperar que las religiones se unan, es sabio hallar la religión que agrade a Dios. En vista de que hay tantas religiones, no es razonable concluir que la religión que uno aprendió de sus padres como joven sea necesariamente la verdadera.
A una mujer samaritana que tenía su propia religión, Jesús dijo: “Ustedes adoran lo que no conocen ... Los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren.”—Juan 4:22, 23.
No toda adoración, por lo tanto, es verdadera. El adorar con “verdad” significa aceptar como verídicas la Palabra escrita de Dios, la Biblia, y todas las enseñanzas de ésta. Significa rechazar toda opinión y tradición de hombres religiosos e irreligiosos cuando éstas están en conflicto con la Biblia. La única religión verdadera no puede avenirse a las tradiciones humanas ni a las ideologías políticas.
El apóstol Pablo escribió: “Sabemos ... que no hay más que un solo Dios. Porque aunque hay aquellos que son llamados ‘dioses,’ sea en el cielo o en la tierra, así como hay muchos ‘dioses’ y muchos ‘señores,’ realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre.” (1 Corintios 8:4-6) Para el único Dios de verdad, ha habido y solo podría haber una sola religión.
El propósito de Dios es unir a todo el universo en un vínculo perfecto de amor y unidad, por medio de la adoración verdadera... y eso dentro de muy poco tiempo.