Más complejo de lo que se esperaba
Por largo tiempo se había creído que el intestino delgado estaba cubierto simplemente de tejido pasivo. En otras palabras, se creía que los alimentos simplemente pasaban por el tejido del intestino delgado sin que las células mismas de dicho tejido desempeñaran función alguna. Pero Scientific American de noviembre de 1981 señaló: “El trabajo que se ha efectuado últimamente en la fisiología presenta un cuadro diferente de la mucosa intestinal. Ahora está claro que la superficie interior del intestino participa tanto en descomponer los alimentos como en absorberlos. Hay enzimas en la membrana de las células de la mucosa intestinal que convierten azúcares complejos en azúcares simples y descomponen los péptidos que resultan de la digestión de la proteína en los aminoácidos constituyentes, o en péptidos pequeños compuestos de unos cuantos aminoácidos cada uno”.
El adelanto en el conocimiento ha sacado a luz muchas de las maravillosas funciones del cuerpo humano, pero, sin duda, quedan muchos misterios. Tanto lo que se sabe como lo que no se sabe nos inspira asombro, de modo que muchos se sienten como el rey David, quien dijo respecto al Creador: “Te elogiaré porque de manera que inspira temor estoy hecho maravillosamente”. (Salmo 139:14.)