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g83 8/10 págs. 16-18

Los años de cambio de la mujer

Este artículo es de interés particularmente a las mujeres que están pasando por la menopausia, o que se preguntan cómo será la menopausia. La información que sigue es valiosa también para los esposos, hijos, familiares y amistades de dichas mujeres.

EL SOL brillaba tenuemente a través de las cortinas medio abiertas. Afuera, un pájaro cantaba alegremente. Verdaderamente era una mañana muy hermosa.

No obstante, por alguna razón, para cierta mujer, que todavía estaba en cama, aquella mañana parecía diferente a las demás. Con una expresión triste en los ojos, quedó echada mirando fijamente el techo. Por alguna razón inexplicable, tenía ganas de llorar.

Oyó los pasos de su esposo, quien venía por el pasillo silbando. Pero aun eso parecía irritarla.

“Es hora de levantarse”, dijo él en un tono alegre. Al ver que ella no respondía, él se acercó a la cama y, riendo, tiró de las cubiertas un poco. “Vamos, querida, es hora de levantarse.”

De repente, ella se sentó en la cama y gritó enojada: “¡Déjame tranquila! ¡Déjame tranquila!”.

Antes de que su espantado esposo pudiera darse cuenta de lo que estaba sucediendo, ella volvió a echarse y ocultó la cara en la almohada mientras sollozaba como si su mundo se le hubiera desmoronado.

La menopausia

Esta mujer estaba pasando un día malo durante su menopausia. En general, la condición no es tan violenta o severa como ésta, pero cuando lo es, afecta a toda la familia. El esposo no sabe qué hacer, y los hijos tal vez se sientan perturbados. No obstante, la madre es la que está pasando por la experiencia desagradable.

El comprender lo que está sucediendo puede ayudar a todas las personas en cuestión. Se circulan muchos cuentos respecto a la menopausia. Cierta mujer que acaba de pasar por esta etapa de la vida hizo el siguiente comentario: “A menudo se sufre más ansiedad debido a lo que dice la gente que debido a la menopausia misma”. Nadie tiene que sufrir ansiedad innecesariamente, si tiene la información debida.

En inglés y en español, frecuentemente se refiere a la menopausia como el cambio de vida. Pero hay quienes se oponen a este término. ¿Por qué? Porque da a entender que, en esta etapa, la vida de algún modo cambia por completo. Esto no tiene que ser así necesariamente. Claro, a algunas mujeres les parece que han perdido algo debido a que ya no pueden tener más niños. Pero en lo que tiene que ver con su trabajo, su matrimonio, el entretenimiento y muchos otros aspectos de la vida, las cosas pueden permanecer prácticamente igual que antes o, en ciertos sentidos, llegar a ser aun mejor que antes.

Además, el llamar esta etapa el cambio, da a entender que es el único cambio que ocurre en la vida. Éste no es el caso. La vida de la mujer está llena de cambios dramáticos, tales como el principio de la adolescencia, el casarse y tener hijos. La menopausia es un cambio más en esta serie de cambios. Por lo tanto, en alemán hay un término más bondadoso para la menopausia: die Wechseljahre. Éste significa “los años de cambio”. ¿Cuáles son algunas de las cosas que todos deberíamos saber acerca de los “años de cambio” de la mujer?

● ¿De qué se trata?

Se trata del tiempo en que la mujer deja de experimentar el ciclo mensual, o la menstruación, y, por consiguiente, también cesa de concebir hijos. Este hecho se refleja en la palabra “menopausia”, que se deriva de dos palabras griegas que significan “mes” y “cesar”.

● ¿De qué no se trata?

Los “años de cambio” no son el principio del envejecimiento. La vejez nos sobreviene gradualmente. A una edad tan temprana como la de los 25 años, empezamos a experimentar el deterioro de la tonicidad de los músculos finos. A los 30 años de edad, empezamos a perder tejido de los músculos y de los huesos, y el cabello puede empezar a encanecer. Estos procesos continúan durante la menopausia, y ésta tal vez los acelere, pero no es la causa de dichos procesos. Así, la mujer de 40 ó 50 años de edad que esté experimentando la menopausia todavía está muy lejos de la vejez.

Además, la menopausia no es una enfermedad, aunque a veces los síntomas quizás hagan que uno se sienta como si fuese una enfermedad.

● ¿A qué se debe?

El cuerpo se está ajustando a una nueva situación. En la adolescencia el cuerpo de la joven empieza a producir hormonas que estimulan a los ovarios a proporcionar huevos maduros con regularidad.

Durante los “años de cambio” sucede lo opuesto. El cuerpo deja de producir dichas hormonas, y el abastecimiento de huevos maduros va disminuyendo. Una de las hormonas que está envuelta en este proceso es el estrógeno. Si el cuerpo deja de producir estrógeno gradualmente, tal vez sea fácil pasar por la menopausia. Si la producción de estrógeno va cesando a paso acelerado, la menopausia generalmente se hace más difícil.

● ¿Cuándo empieza?

En el caso de la mayor parte de las mujeres, la menopausia puede empezar entre los 45 y 55 años de edad. Unas cuantas mujeres experimentan la menopausia antes de los 40 años de edad, y aun menos mujeres la experimentan a una edad más avanzada, tal vez hasta a los sesenta y tantos años de edad. La menopausia puede empezar a una edad temprana debido a factores como la intervención quirúrgica o la mala salud en general.

Usualmente, la irregularidad en la menstruación constituye un aviso de lo que está por suceder. En el caso de algunas mujeres, la menstruación se hace cada vez más irregular hasta que cesa por completo. Unas cuantas mujeres tienen la bendición de que la menstruación cesa súbitamente, y no sufren ningún otro trastorno. En el caso de otras, la menstruación tal vez les venga más a menudo que lo normal, o quizás se alternen flujos menstruales escasos con flujos abundantes, antes de que la menstruación cese por completo.

● ¿Cómo afecta a la mujer?

La doctora Johanna Perlmutter, ginecóloga, dice: “Es reconfortante saber que, al pasar por la menopausia, la mayor parte de las mujeres experimentan síntomas relativamente menores, o quizás no experimenten ningún síntoma en absoluto” (The Menopause Book). Éstas son buenas noticias, pero ¿qué hay si usted es una de las que experimenta algo más que “síntomas relativamente menores”? La doctora Perlmutter dice: “La mayor parte de las mujeres que experimentan problemas más serios pueden conseguir ayuda médica”. ¿Cuáles son algunos de dichos “problemas más serios”?

Uno que es común es el de las sofocaciones. Éstas se han descrito como una sensación repentina de calor que se extiende por la parte superior del cuerpo. La cara quizás se ponga roja, y a veces se transpira profusamente después. Las sofocaciones pueden ocurrir con frecuencia... hasta docenas de veces al día. Pueden durar por tan solo un segundo más o menos, o continuar por varios minutos. De noche, la que sufre de esto puede despertarse bañada en sudor.

Nadie sabe con certeza cuál es la causa fisiológica de tales sofocaciones. ¿Constituyen éstas una experiencia traumática? En la mayor parte de los casos, no lo es. Las mujeres las califican mayormente de “molestosas”, “fastidiosas” o hasta “exasperantes”.

Entre otros síntomas que pueden experimentarse, o no, figuran el insomnio y la fatiga repentina. Además, se mencionan el entumecimiento, los mareos, las náuseas, palpitaciones del corazón y dolores de espalda, como también dolores en el pecho, dolores de cabeza relacionados con la tensión, sequedad e irritación de la vagina. ¿Es ésta una lista de síntomas espantosa? Bueno, cobre ánimo. La mayor parte de las mujeres experimentan solo unos cuantos de éstos, o tal vez no experimenten ninguno. Y aun si usted experimenta problemas graves, generalmente hay modos de hallar alivio.

● ¿Qué hay de la depresión?

Sí, ciertas mujeres se sienten levemente deprimidas durante los “años de cambio”... y usualmente es tan leve la depresión que solo la mujer misma, y tal vez su familia inmediata, se entere al respecto. Tal vez ella se ponga a llorar sin razón. O puede que su esposo y sus hijos, a quienes ella amaba tiernamente el día antes, repentinamente se hagan odiosos y molestosos. Además, tal vez la mujer que normalmente tiene todo organizado se vuelva temporáneamente olvidadiza y desorganizada. O quizás experimente sentimientos de pánico sin poder explicar por qué.

Si usted experimenta síntomas como éstos, recuerde que no se trata por completo de algo que usted se imagine. Generalmente hay razones biológicas para dichos síntomas. Por eso, no piense que está perdiendo control de sí misma. Dése tiempo. Tales síntomas, aunque tal vez causen frustración y la desalienten, usualmente son pasajeros. ¡Tranquilícese, y las cosas que está sintiendo pasarána!

[Nota a pie de página]

a Si el esposo nota que la depresión de su esposa parece estar durando demasiado tiempo, o si la depresión va acompañada de síntomas que causan preocupación, como la pérdida del amor propio o ideas suicidas, sería prudente que él la animara a conseguir ayuda profesional. A veces la menopausia puede precipitar cierta depresión que tenga raíces en otro problema en la vida de la mujer.

[Comentario en la página 17]

Los “años de cambio” no son el principio de la vejez

[Ilustraciones en la página 16]

“Estoy perdiendo mi juventud”

“Estoy perdiendo las fuerzas”

“¿Perderé a mi esposo?”

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