La economía mundial... ¿en qué parará?
¿Qué significará para usted?
“USTED simplemente no sabe lo difícil que es pasarla con lo que se tiene”, dice Ann. Es cierto que su casa, propia de personas de clase media, es preciosa, pero el pago de la hipoteca casi le paraliza a uno el corazón. Y aunque el sueldo de su esposo es considerable, la inflación ha reducido su valor. “Todas las semanas los precios suben —dice Ann—, mientras que la cantidad de dinero con que cuento para las compras permanece igual.” Así que la presión implacable la hace sentirse agobiada. “Me he ofrecido para conseguir un trabajo de media jornada —dice ella suspirando—, pero él no quiere que yo haga eso.”
Al otro lado del mundo, un agricultor africano llamado Alion hace frente a un sentimiento de frustración parecido. Los controles gubernamentales han fijado precios tan bajos que el trabajo que él pasa labrando y sembrando la tierra es simplemente poco lucrativo. Antes, dice Alion, “todo el mundo trataba de sembrar más productos que el agricultor de al lado. Ahora todo el mundo se conforma con cultivar lo mismo”. Sencillamente no vale la pena el esfuerzo adicional de cultivar más productos agrícolas.
La inquietud y la desesperación son el patrimonio de nuestros tiempos turbulentos en sentido económico. Y sin duda usted, también, se ve afectado, sin tener en cuenta la parte del mundo donde vive. El futuro parece estar oculto tras signos de interrogación: ‘¿Debería comprar ahora, antes que suban los precios? ¿Debo invertir los pocos ahorros que tengo? ¿Puedo siquiera confiar en que los bancos sean un lugar seguro donde depositar mi dinero?’.
Esos asuntos no son simplemente una monomanía. En los Estados Unidos, por ejemplo, la cantidad de bancos que cerraron en 1982 fue mayor que en cualquier otro año desde 1940. La cantidad de negocios que se declararon en quiebra se acercó de manera azarosa al máximo sin precedente a que llegó durante la Gran Depresión de los años treinta. Los elevados tipos de interés han ahogado a muchos negocios, grandes y pequeños. Y los problemas de ninguna manera se limitan a un país en particular. ‘De modo que, ¿en qué parará la economía mundial?’, pudiera preguntar usted lleno de frustración.
En realidad, nadie sabe a ciencia cierta si el mañana nos traerá noticias de una recuperación económica, o de mayor regresión. La economía es simplemente demasiado imprevisible. No obstante, podemos predecir con toda autoridad en qué parará a la larga la economía mundial. Para hacer eso, sin embargo, tenemos que dirigir la vista más allá de los espirales de precios y salarios y los déficit en la balanza de pagos, y descubrir las verdaderas causas de los problemas de hoy. No obstante, sería útil que brevemente echáramos primero un vistazo a algunos de los problemas externos de la economía.