De nuestros lectores

Economía

Fue un placer leer los artículos del número del 22 de abril (22 de octubre, en español) sobre “La economía mundial... ¿en qué parará?”. Soy secretaria de ocho funcionarios superiores de un banco de la Reserva Federal. Tengo un título universitario de cuatro años y ya había trabajado en ese banco por cuatro años sin haber podido comprender exactamente cómo funciona el sistema de la Reserva Federal. ¡Mis preguntas quedaron contestadas en su revista! Llevé la revista al trabajo y le pedí al vicepresidente principal que la leyera. Le pregunté si había hallado algún error en el reportaje. Su respuesta fue: “No”, junto con algunas aclaraciones breves. También le pregunté si alguien que no tuviera ni la más ligera idea sobre economía y el sistema monetario podía aprender algo al leer los artículos, y su respuesta fue: “Sí”, junto con unas breves explicaciones. Aprecio el esfuerzo que ustedes hacen por prepararla lo suficientemente sencilla como para que hasta las personas “educadas” la entiendan.

M. R. M., Virginia, E.U.A.

El yoga

Después de darme cuenta de que me estaba envolviendo en algo que claramente estaba relacionado con la religión falsa, dejé la clase de yoga (8 de julio de 1983). El problema que tuve entonces fue decidir la clase de ejercicio que podía hacer en vez de aquél. Fui a la biblioteca de la localidad y hallé dos libros que contenían ejercicios muy parecidos a los ejercicios del yoga para estirar los músculos, pero que se basan en investigaciones médicas bien fundadas y producen los mismos efectos terapéuticos provechosos, sin tener que ver con el yoga. Así que ese problema se ha resuelto.

I. H., Inglaterra

Cuando se van del hogar

Les escribo para darles las gracias por el número del 8 de febrero (22 de junio, en español) sobre “Cuando los hijos crecen y se van del hogar”. En él se habló sobre los problemas que afrontamos mi esposo y yo con relación a nuestra familia y nuestros parientes políticos. A veces tenemos dificultades con unos y con otros. Espero que ambas familias lean el número y comprendan que todavía las amamos, pero que simplemente queremos vivir nuestra propia vida y tomar nuestras propias decisiones.

V. E. W., Michigan, E.U.A.

Durante el año nuestra única hija se casó y se fue del hogar. No es fácil encararse a eso. Al principio uno piensa que ya ha vivido su vida y que ahora no sirve para nada. Pero ustedes tienen razón al decir que después el matrimonio de uno puede hasta mejorar. También me he preguntado a menudo cómo debo comportarme para con nuestra hija y nuestro yerno. Quisiera agradecerles las excelentes sugerencias que dieron.

R. S., República Federal de Alemania

Titanic

Ya he leído cinco veces el artículo “Yo fui sobreviviente cuando se hundió el Titanic” (22 de abril de 1982), y, créanme, cada vez que lo leo, la experiencia parece muy reciente y real. Por primera vez en la vida he comprendido la verdad acerca de las condiciones mundiales. Es que nunca pudiera haber creído, hasta ahora, que nuestra nave espacial, el mundo, estuviera ‘hundiéndose’ poco a poco como el Titanic. Muy pocas personas se dan cuenta de ello, y es muy lamentable que la gente, como los orgullosos pasajeros del Titanic, tal vez se dé cuenta de ello sólo cuando sea demasiado tarde.

K. I. T., Nigeria