El mensaje del papa... ¿es la solución?
“AL DESPEDIRME de mis compatriotas de Cracovia, [...] es mi deseo que el bien, bajo el cuidado de la Santa Virgen de Jasna Gora, pueda resultar nuevamente más poderoso que el mal en la tierra de Polonia.”
Con estas palabras el papa Juan Pablo II concluyó su visita a Polonia en 1983. El periodista de The New York Times comentó: “La referencia al icono de la Madona Negra de Czestochowa, el símbolo religioso y nacionalista más reverenciado de Polonia, ha sido un tema subyacente del viaje del papa”. (Las cursivas son nuestras.)
“Apego apasionado a la Virgen María”
El escritor católico Peter Hebblethwaite comenta: “La devoción a María es otra cosa que Wojtyla debe a la larga tradición polaca. [...] Aun en sus declaraciones más breves alude a María”. Este comentario significativo proporciona una clave respecto al aspecto predominante de la religiosidad del actual papa... su apego a la Virgen María conforme a las muchas diferentes manifestaciones de ella en el mundo católico.
Lord Longford, en su biografía autorizada del papa, declara: “Su devoción a la bendita Virgen María es una parte fundamental de él. [...] Es imposible hacerse una idea de él sin ella. En este sentido él sin duda comparte una fervorosa tradición polaca. Su amor por la Virgen María se remonta a sus primeros años de vida”. Es interesante que su madre murió cuando él aún era niño, de modo que el mismo escritor dice: “Se ha sugerido que el haber perdido a su madre a temprana edad tal vez haya contribuido a que en los años posteriores Wojtyla manifestara un apego apasionado a la Virgen María”. (Las cursivas son nuestras.) Peter Hebblethwaite comenta: “María representa el elemento femenino en su vida”.
Algunos católicos quedan sorprendidos
Pero Hebblethwaite admite: “Algunos católicos hallan que este culto de María es exagerado; algunos protestantes lo descartan como algo que no tiene base bíblica, que está basado en la superstición y que, para colmo, hasta es blasfemo”. Aun el obispo mejicano Sergio Méndez Arceo denunció la devoción exagerada del papa para con María; las innumerables referencias a la Virgen de Guadalupe fueron “absolutamente excesivas”. Esto es especialmente cierto en vista de que los antropólogos identifican a esta Virgen, ‘la Morenita’, con la ‘dulce dama de Tepeyac’, a quien se identifica con la antigua diosa azteca Tonantzin. El sacerdote católico Andrew Greeley admite “que María es uno de los símbolos religiosos más poderosos de la historia del mundo occidental. [...] El símbolo de María vincula el cristianismo directamente a las religiones antiguas de las diosas madres”. (Las cursivas son nuestras.)
¿Cómo respondieron algunos católicos italianos al catolicismo polaco? El escritor Peter Nichols describe las reacciones de un grupo que visitó Polonia para ver con sus propios ojos el renacimiento del catolicismo allí. “La primera cosa que les asombró —hubo otras— fue el que Jesús ocupara un papel subordinado. La Virgen María ocupaba el primer lugar; el papa polaco, el segundo; y Jesús, en las palabras de estos jóvenes, ocupaba un puesto inferior, el tercero”. ¡En este caso el Señor Soberano Jehová, “Altísimo sobre toda la tierra”, ni siquiera llegó a ocupar una posición peor que ésta, la cuarta! (Salmo 83:18, Biblia de Jerusalén, católica.)
¿A quién destacó Pedro?
Todo lo susodicho nos ayuda a entender hasta cierto grado los antecedentes religiosos del actual papa polaco y su mensaje básico para la humanidad. Él recalca el papel de la “Madre de Dios” como mediadora entre Dios y el hombre. Pero ¿está él enseñando el mensaje debido para los tiempos en que vivimos? ¿Debería él estar destacando a la madre de Cristo, o debería estar proclamando lo que el apóstol Pedro y los cristianos primitivos predicaban como la única esperanza para la humanidad, a saber, el Reino, o gobernación, de Dios en manos de Cristo?
Puesto que el papa afirma ser el sucesor legal del apóstol Pedro, es de interés saber lo que éste dijo acerca de María. ¿La señaló como la solución para los problemas de la humanidad? ¿Se sirvió de ella como símbolo nacionalista? ¿La ensalzó por encima de Dios y Cristo en su adoración?
¡El hecho es que en sus dos cartas él ni siquiera menciona a María ni una sola vez! Además, es mencionada en solo 5 de los 27 libros de las Escrituras Griegas. Aunque en los Evangelios se habla de ella con respeto y de manera favorable debido al papel que desempeñó con humildad como madre del Mesías, ningún escritor jamás confiere a ella veneración alguna.
En contraste, Pedro sí destaca claramente el papel de Dios. En su primera carta él declara: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos”. Además, respecto a Jesús, él dijo a sus compañeros de creencia: “Pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes al tiempo de la revelación de Jesucristo”. “La revelación de Jesucristo”, no la de María, resultará en el fin de este corrupto sistema de cosas. Mediante la purificadora “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, se eliminará toda la maldad de la Tierra. La justicia y la rectitud serán restauradas mediante la gobernación del Reino en manos de Cristo desde los cielos. (1 Pedro 1:3, 13; Revelación 16:14, 16; 19:11.)
Respecto a dicho Reino, Pedro escribió lo siguiente: “De hecho, así se les suministrará ricamente a ustedes la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Este mismo Reino o gobierno celestial eliminará de la Tierra todos los elementos que blasfeman el nombre de Jehová y contaminan la Tierra. Pedro lo declara enfáticamente: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar”. (2 Pedro 1:11; 3:13; Daniel 2:44.)
El mensaje debido y el mediador debido
Por lo tanto, el verdadero mensaje para las naciones hoy no tiene que ver con el envolverse en la política ni en el nacionalismo; tampoco es cuestión de venerar una tradición de hechura humana relacionada con María, “el aspecto femenino de Dios”, como la llama el sacerdote Greeley. El mensaje vital para nuestros tiempos peligrosos es el que Jesús mandó: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.)
Jesús instó a sus seguidores a que oraran para que viniera ese Reino, cuando dio el siguiente consejo: “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra’”. ¿Dijo Jesús que sus seguidores deberían pedir el Reino de Dios mediante la madre de él, María? Él mismo responde: “También, cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, esto lo haré, para que el Padre sea glorificado con respecto al Hijo [no a la madre]. Si ustedes piden algo en mi nombre, lo haré”. Está claro que Cristo es el único Mediador entre Dios y el hombre, tal como lo afirmó el apóstol Pablo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús”. (Mateo 6:9, 10; Juan 14:13, 14; 1 Timoteo 2:5.)
Por lo tanto, si queremos tener una esperanza sólida respecto al futuro de la humanidad y la Tierra, ¿a quién tenemos que acudir? ¿A la “Reina de Polonia”, como lo ha sugerido el papa muchísimas veces? ¿Qué dijo Jesús? “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” Sí, la vida eterna se alcanza mediante Jehová Dios y Cristo Jesús, porque el Reino también proviene de ellos. Además, el conocimiento acerca de ellos se obtiene mediante un estudio de la Palabra de Dios, la Biblia, ‘los santos escritos, que pueden hacerle sabio para la salvación por medio de la fe relacionada con Cristo Jesús’. (Juan 17:3; 2 Timoteo 3:15.)
Instamos a toda persona sincera, sea católica o de otra confesión, a que adquiera dicho conocimiento. Usted también puede saber acerca del Reino de Dios y anhelar el tiempo, que se acerca rápidamente, en que “él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. Los testigos de Jehová de su localidad gustosamente le ayudarán a comprender la Biblia mediante un estudio bíblico gratis en su hogar, sin obligación alguna. (Revelación 21:4.)
[Comentario en la página 12]
Si queremos tener una esperanza sólida, ¿a quién tenemos que acudir... a María, o a Dios?
[Ilustración en la página 11]
El papa tiene un “apego apasionado a la Virgen María”