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  • ¿Hay algo que yo pueda ver en la TV?
  • ¡Despertad! 1984
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¡Despertad! 1984
g84 8/11 págs. 16-18

Los jóvenes preguntan...

¿Hay algo que yo pueda ver en la TV?

Querida Sociedad Watchtower:

Tengo una pregunta. ¿Hay algo que yo pueda ver en la televisión sin que me afecte adversamente?—Mónica.

MÓNICA no es la única que ha hecho esta pregunta. Muchos científicos, educadores y padres se preguntan lo mismo. Lamentablemente, no es tan fácil hallar una respuesta a esta pregunta.

En primer lugar, ni siquiera los llamados expertos están de acuerdo siempre en cuanto a si la TV ayuda o perjudica. Hay quienes dicen que es un obstáculo a la lectura. Otros dicen que estimula el interés en la lectura. Algunos recomiendan que se controle la programación de la TV. Otros dicen que es perjudicial no importa lo que uno vea. El debate sigue sin parar. Sin embargo, los que alegan que la TV perjudica parecen tener los argumentos más convincentes. Por eso, examinemos solamente algunos de los posibles peligros de la televisión.

La violencia hace atractiva la TV

En solo unos años, la TV se ha hecho inmensamente popular. De hecho, “hay más estadounidenses que tienen televisores que los que tienen refrigeradores o instalaciones sanitarias en la casa”. Está empezando a hacerse popular hasta en las naciones más pobres. Por ejemplo, se informa que en Etiopía hay solo 27.000 aparatos de televisión para una población de 35.000.000 de personas. Sin embargo, ¡esto no ha servido de obstáculo para que Etiopía anuncie el comienzo del servicio de televisión en color! ¿En qué, pues, reside el atractivo casi universal de la TV?

En un informe preparado por el Comité Asesor de Asuntos Científicos del Inspector General de Sanidad se llama a la TV un “espectáculo de luces y sonidos que son atractivos a los sentidos [dominantes] de la visión y el oído”. Como resultado, “atrae la atención como un imán. Hasta infantes de 6 meses de edad la miran fijamente; los pequeñines se sientan frente a ella durante horas enteras”. Pues, en una encuesta en que se entrevistó a adolescentes, ¡53 por 100 de ellos admitieron que veían programas que ni siquiera les gustaban! Por alguna razón, la TV parece producir un efecto casi hipnótico en algunas personas.

Sin embargo, las cadenas de televisión quieren, claro está, que uno vea sus programas. Y han hallado que hay un modo seguro de mantener pegados a la pantalla a los telespectadores: mediante programas que destacan la violencia... y muchos de ellos. La gente no parece cansarse de los accidentes automovilísticos, las explosiones, los asesinatos a puñaladas, los tiroteos ni las patadas de karate. Según cierto cálculo que se hizo, el joven estadounidense habrá visto 18.000 asesinatos en la TV para cuando cumpla los 14 años de edad, por no mencionar las peleas a puñetazos ni los actos de vandalismo. Pero ¿puede uno consumir una dieta continua de todo esto sin perjudicarse?

Prueba “abrumadora”

Hace solo unos cuantos años, el investigador británico William Belson y sus colegas examinaron con atención la conducta de 1.565 adolescentes de Gran Bretaña. Sin que a nadie le causara sorpresa, hallaron que era mucho más probable que los muchachos que habían visto muchos programas de violencia en la TV “cometieran actos de violencia graves”. También concluyeron que los programas que destacan la violencia podían incitar al joven a “maldecir y decir palabrotas, a ser agresivo en los deportes y el juego, a amenazar a otro joven con emplear violencia, a escribir lemas en las paredes, [y] a romper ventanas”. El Instituto Nacional de Salud Mental (E.U.A.) concluyó igualmente que hay prueba “abrumadora” de que la violencia televisada engendra violenciaa.

‘Pero he visto algunos de esos programas que presentan tiroteos y persecuciones en auto —pudieras decir—. Eso no significa que yo crea que sea correcto herir a alguien.’ Pero uno de los descubrimientos más alarmantes en el estudio de Belson fue que la exposición a la violencia televisada no había ‘cambiado las actitudes conscientes de los muchachos para con’ la violencia. Parece que la dieta continua de violencia fue eliminando gradualmente sus inhibiciones subconscientes contra la violencia.

La Biblia dice en Salmo 11:5: “Jehová mismo examina al justo así como al inicuo, y a cualquiera que ama la violencia ciertamente lo odia Su alma”. ¿Muestras, mediante los programas de TV que te gustan, que eres amador de la paz, o amador de la violenciab? (Mateo 5:9.)

“Irreal y esplendoroso y de color de rosa”

‘Seguramente no es perjudicial ver programas que no destaquen la violencia’, pudieras pensar. Tal vez no te perjudique. No obstante, el Dr. George Gerbner dice: “(En la televisión) se han idealizado muchas situaciones. Se las presenta de modo irreal y esplendoroso y de color de rosa”. Nota el efecto que tuvo todo esto en cierto joven: “Nunca había considerado detenidamente cómo me afectaba la televisión, hasta que empecé a tener problemas en mi casa. [...] Me di cuenta de que la razón por la cual era tan infeliz en mi relación con mi familia era que, allá en lo recóndito de mi mente, ellos no estaban a la altura de la vida de familia perfecta que yo veía en la televisión”.—La revista Teen.

La vida está lejos de ser perfecta. Contrario a los padres de los programas de televisión, que todo lo saben y a quienes nunca parece preocuparles el alquiler ni las cuentas del médico, tus padres pudieran estar luchando con pesadas cargas financieras y emocionales. ¿Por qué, pues, compararlos injustamente con personajes que no son más que producto de la imaginación de un escritor? El consejo de la Biblia es: “Honra a tu padre y a tu madre” (Efesios 6:2). La mejor manera en que puedes hacer esto es por medio de hablar con tus padres y familiarizarte con ellos, en vez de estar absorto en la vida de personajes ficticios.

¿Puede impulsarte a beber la TV?

¿Has notado alguna vez cuán a menudo alarga la mano hacia una bebida alcohólica tu actor favorito o tu actriz favorita de TV? Sin embargo, a pesar de beber con tal frecuencia, solo a unos cuantos se les presenta como víctimas de mareo, alucinaciones y degradación que la Biblia asocia con el beber con exceso. (Proverbios 23:29-35.)

El Dr. Thomas Radecki, siquiatra que preside la Coalición Nacional contra la Violencia en la Televisión, dice: “El uso de bebidas alcohólicas en los anuncios y programas de TV desempeña un papel principal en el creciente abuso de las bebidas. El niño promedio verá consumir licor 75.000 veces en la televisión antes que cumpla la edad en que se le permita beber por ley”. ¿Pudiera afectarte el sencillamente ver todo este consumo excesivo de bebidas alcohólicas? El Dr. Radecki nos recuerda que “el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y la violencia son las dos causas de muerte en los E.U.A. que con mayor rapidez van aumentando”.

¿Y qué hay de los llamativos espacios publicitarios de un minuto conocidos como comerciales? El escritor Vance Packard dice: “Para cuando el joven estadounidense promedio haya terminado la escuela secundaria, habrá sido el blanco de más de 1.500 horas de comerciales de TV”. A los telespectadores cándidos se les hace creer que si se tiene el más leve achaque o dolor, lo que hay que hacer es tomar este o aquel remedio. Si son poco atractivos, la solución es usar el enjuague bucal, la pasta dentífrica o el desodorante apropiados. Pues, ¡hasta el conseguir empleo depende de usar el champú adecuado! ‘Nada de eso me afecta a mí’, dices. ¿De veras? No obstante, ¿cuántos de esos productos has comprado o te has visto tentado a comprar?

¿Qué puedo ver?

Sin embargo, la posibilidad de que la gente se deshaga de sus aparatos de TV es bastante remota. Además, es como señala el escritor Vance Packard: “Los padres que ponen los televisores en el ático probablemente están exagerando”. ¿Por qué? Packard dice: “Mucho de lo que se transmite por la televisión estadounidense puede ser remunerador [...] A menudo por la tarde se transmiten programas que son magníficos logros en el arte de la fotografía que muestran a la naturaleza en acción... desde la actividad de murciélagos, castores y bisontes hasta la de peces como el orbe. Las emisoras no comerciales de televisión presentan ballet, ópera, y música de cámara fenomenales. La televisión presenta reportajes excelentes de acontecimientos importantes [...] De vez en cuando se televisan producciones dramáticas instructivas”. ¿Se transmiten esta clase de programas donde vives? Entonces, la clave para ver programas que no sean perjudiciales es que seas selectivo. Para muchas personas el ver programas de televisión que sean sanos puede resultar en sosiego y refrigerio genuino.

Sin duda a tus padres les interesa lo que ves y cuánto tiempo dedicas a hacerlo. ¿Por qué no les sugieres que tengan una consideración familiar sobre el mirar la televisión y la mejor manera de controlar esta actividad? Hay familias que han establecido la regla de mirar la TV únicamente cuando haya algo que valga la pena ver. Además, hay expertos que recomiendan que los padres vean la televisión con sus hijos. Así pueden ayudarte a ver lo que hay detrás de cualesquiera opiniones erróneas o poco realistas que se estén enseñando. De este modo, el mirar la televisión puede llegar a ser una experiencia familiar.

Recuerda: La TV es un instrumento fascinante, pero los programas pueden ser peligrosos. Aprende a controlarla. De otro modo, te controlará a ti.

[Notas a pie de página]

a Para más información, véase “Las raíces de la violencia... ¿acaso es la televisión?”, en ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1982.

b Resulta interesante notar que Belson declaró que los programas más perjudiciales presentaban lo siguiente: violencia realista, violencia por puro placer y actos violentos que cometían los llamados personajes buenos. ¿Cuadran con estas descripciones algunos de tus programas favoritos?

[Ilustraciones en la página 17]

Hay expertos que opinan que el ver programas de televisión que destacan la violencia puede hacer que tú te vuelvas violento

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