Los jóvenes preguntan...
¿Pueden ser ‘solo amigos’ un muchacho y una muchacha?
SCOTT y Kelly dicen que no tienen interés romántico el uno en el otro. Sin embargo, Kelly, quien es adolescente, dice: ‘Scott es sin duda alguna mi mejor amigo... la persona con quien prefiero pasar el tiempo y a quien hago mis confidencias. Le hablo de cosas que considero importantes’.
La amistad entre hombre y mujer no es poco común. La revista Seventeen condujo recientemente un estudio en el cual 65 por 100 de las adolescentes que fueron entrevistadas dijeron que tenían amigos. De hecho, un grupo de 625 adolescentes que participaron en otro estudio consideraban que era más importante “tener amistad con miembros del otro sexo” que el “mantener relaciones amorosas con alguien”.
Pero ¿por qué están de moda las amistades entre hombre y mujer? El libro Adolescence comenta: “Durante las primeras etapas de la adolescencia, es más probable que los muchachos y las muchachas escojan amistades entre los miembros de su propio sexo. Pero, cuando se sienten más cómodos con los cambios corporales que la madurez sexual produce, escogen amistades de uno u otro sexo”.
Sin embargo, algunos jóvenes van más allá de aprender a ser amigables y sentirse cómodos con los del otro sexo. Desarrollan amistades estrechas con los del otro sexo... relaciones que ellos a menudo afirman que son “platónicas”a. ¿A qué se debe esto? Gregory, de 17 años de edad, dice: “A mí se me hace más fácil hablar con las muchachas porque usualmente son más compasivas y sensibles. Si notan que uno tiene alguna debilidad, no hablan mal de uno ni se lo echan en cara”. Cyndi, de diecisiete años de edad, hace un comentario similar con relación a su amigo: “Puedo contarle todo. En el caso de una amiga, una le puede contar cosas, pero de algún modo todo el mundo se entera de ello”. Otros jóvenes afirman que tales amistades les ayudan a desarrollar una personalidad completa.
Pero ¿es el deseo de tener una personalidad completa o un confidente confiable la fuerza primordial detrás de las amistades entre muchacho y muchacha?
“Más traicionero que cualquier otra cosa”
En Jeremías 17:9 la Biblia dice: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo?”. Sí, a menudo es difícil verdaderamente entender nuestros propios sentimientos o saber por qué hacemos ciertas cosas. Así, aunque los jóvenes quizás afirmen tener motivos puros para cultivar amistad estrecha con alguien del otro sexo, es evidente que a menudo no están conscientes de sus verdaderos motivos al cultivar dichas relaciones. “Cuando tengo problemas —admitió Birgit, una adolescente—, lo que en realidad quiero es desahogarme con alguien que me comprenda de manera diferente de la de mis padres, alguien con quien yo pueda tener contacto físico.” “Es importante que haya alguien a quien pueda sentirme allegado”, dice Scott, de 17 años de edad. “Es provechoso saber que una importa a alguien”, admitió Debbie. Y un joven dice: ‘Todo el mundo tiene a alguien, y yo me siento solo’.
Por lo tanto, muchas llamadas amistades son en realidad amoríos encubiertos o una forma de ser objeto de las atenciones de alguien del otro sexo sin compromiso alguno.
Pero ¿es incorrecto tener amigos?
No necesariamente. Proverbios 18:24 dice que “existen compañeros dispuestos a hacerse pedazos, pero existe un amigo que se adhiere más estrechamente que un hermano”. La palabra hebrea que se vierte aquí “compañeros” puede incluir a un amigo personal con quien se comparten confidencias y a quien uno se siente muy allegado. No es de extrañar que la Biblia diga: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia”. (Proverbios 17:17.)
Pero, en tiempos bíblicos, ¿buscaban los del pueblo de Dios dicha compañía entre los miembros del otro sexo? Considera el ejemplo de la hija de Jefté. Cuando se sintió apenada por el voto que su padre había hecho, ¿se desahogó con algún compañero íntimo? Al contrario, dijo a su padre: “Deja que me vaya [...] y déjame llorar [...], yo y mis compañeras” (Jueces 11:37). Recuerda, también, la parábola de Jesús de la moneda de dracma que se había perdido. ¿Con quién compartió el ama de casa su gozo cuando ella finalmente la halló? Jesús dijo: “Y cuando la ha hallado convoca a sus amigas” (Lucas 15:9). Lo mismo sucedió en el caso del rey David. Fue un hombre llamado Husai que llegó a ser conocido como el “compañero de David”. (2 Samuel 15:37.)
Esto no quiere decir que estaba prohibido tener amistad con personas del otro sexo. Por ejemplo, el apóstol Pablo era soltero y disfrutó de la amistad de varias cristianas. (Ve Romanos 16:1, 3, 6, 12.) De hecho, cuando escribió a los filipenses, habló de dos “mujeres que se han esforzado lado a lado conmigo en las buenas nuevas” (Filipenses 4:3). Jesucristo también disfrutó de relaciones sanas y equilibradas con personas del otro sexo. La Biblia dice en Juan 11:5: “Bueno, Jesús amaba a Marta y a su hermana”. En numerosas ocasiones disfrutó de la hospitalidad de estas mujeres y tuvo conversaciones amenas con ellas. (Lucas 10:38, 39.)
Sin embargo, ¿puedes imaginarte a Jesús dando largos paseos románticos con María o con Marta? ¡Por supuesto que no! Aunque había afecto genuino entre Jesús y estas mujeres, ellos mantuvieron su relación a una distancia prudente. Además, tanto Jesús como Pablo eran adultos, que podían dominar sus sentimientos y emociones. No eran jóvenes vulnerables que necesitaban que alguien les “tomara la mano”.
“Llenas de dificultades”
Un libro titulado The Challenge of Being Single (El desafío de ser soltero) afirma: “Contrario a la mitología popular, las amistades platónicas sí son posibles”. Por supuesto, también es “posible” sobrevivir a un accidente aéreo. La pregunta es: ¿Cuán práctico o prudente es cultivar compañerismo estrecho con alguien del otro sexo? No es prudente en absoluto. Un estudio realizado en la Unión Soviética comentó que las amistades entre hombres y mujeres están “llenas de dificultades”. ¿A qué se debe esto?
En primer lugar, el impulso sexual es una fuerza muy potente. Como joven, estás apenas aprendiendo a enfrentarte a él. De modo que, aunque la atracción sexual quizás no parezca ser uno de los factores en la amistad entre muchacho y muchacha ahora, ¿qué hay de ello más tarde? Es interesante que en el estudio anterior a los jóvenes se les preguntó: “En tu opinión, ¿es posible que exista una verdadera amistad entre un muchacho y una muchacha sin que estén enamorados?”. De los que contestaron, 75 por 100 dijeron que sí. “No obstante, con el pasar de los años —comentaron los investigadores— las dudas al respecto aumentan, de modo que más de la mitad de los [varones mayores] contestaron negativamente.” Quizás algunos jóvenes hayan aprendido por experiencia la sabiduría que encierra Proverbios 6:27: “¿Puede un hombre recoger fuego en su seno sin que se le quemen sus mismas prendas de vestir?”.
Por ejemplo, un joven llamado Wayne observa: “Algunas personas que conozco tienen compañeros con quienes ‘salir’. Se trata de dos jóvenes que hacen una bonita pareja o que bailan bien como pareja. Empiezan por ser simplemente buenos amigos que pueden intercambiar confidencias. Pero entonces pasan cada vez más tiempo juntos. La gente concluye que ‘son novios’, y con el tiempo sí llegan a serlo”. Pero el “ser novios” cuando uno no está listo para casarse es una manera segura de ‘quemarse’. Puede despertar fuertes emociones y deseos que no se pueden satisfacer. ¿Cuál es el resultado? La frustración, o la fornicación.
Otros jóvenes se ‘queman’ cuando desarrollan sentimientos románticos que no son correspondidos. La Biblia habla de un joven llamado Amnón que se “enamoró” de su media hermana, Tamar, pero ella no compartía los sentimientos de él. La Biblia dice: “Y esto tenía a Amnón tan angustiado que se sentía enfermo por motivo de Tamar” (2 Samuel 13:1, 2). Es cierto que no hay prueba de que Tamar haya incitado a Amnón de manera alguna. Sin embargo, ¿quisieras tú ser responsable de un trastorno emocional como ése, o quisieras experimentarlo? Una amistad demasiado estrecha con una persona del otro sexo te expone al desastre.
‘Quita la vejación’
Salomón aconsejó a los jóvenes: “Quita de tu corazón la vejación, y evita a tu carne la calamidad” (Eclesiastés 11:10). Sé amigable con los del otro sexo, pero ejerce la debida cautela. Mantén tales relaciones dentro de los límites razonables. El no hacerlo equivale a buscarse vejación.
Pero ¿hay otros peligros? Y ¿cómo puede un joven hallar amigos verdaderos? En un artículo futuro se examinarán estas preguntas.
[Nota a pie de página]
a Una “relación platónica” se define a menudo como “una relación afectuosa entre hombre y mujer, en la que no figura el elemento sexual”.
[Ilustración en la página 14]
Jesús disfrutó de la amistad de mujeres, pero tuvo cuidado de no desarrollar sentimientos románticos
[Ilustración en la página 15]
Las llamadas relaciones platónicas terminan a menudo en angustia