Nutrición para la buena salud
La palabra desnutrición se asocia frecuentemente con el hambre y la inanición, especialmente en países en vías de desarrollo. Pero es común otra forma de desnutrición, o mala alimentación, en países como los Estados Unidos y Canadá y en zonas donde el régimen alimenticio es parecido al de estos. Se trata de la desnutrición causada por la mala selección de alimentos y el consumo excesivo de alimento.
Para adquirir un mejor entendimiento de los problemas relativos a la nutrición que son típicos de las naciones industrializadas, los editores de ¡Despertad! hablaron con Nilda Tirado, especialista en nutrición y coordinadora del Programa Extendido de Educación sobre la Alimentación, de la ciudad de Nueva York, el cual es administrado por la Extensión Cooperativa de la Universidad de Cornell. Por todos los Estados Unidos, los programas de la Extensión Cooperativa proporcionan al público información gratuita y ayuda respecto a la selección y el uso debido de los alimentos para el mantenimiento de la buena salud. He aquí las respuestas que Nilda Tirado dio a las preguntas que el representante de ¡Despertad! planteó.
¿En los países industrializados, cuáles son, según le parece, los principales problemas de salud relacionados con la nutrición?
El problema más común relacionado con la nutrición son las caries dentales, que afectan a personas de toda edad. A este siguen el problema de la obesidad, o el exceso de peso, y el de la anemia causada por la deficiencia de hierro, que aún es común entre las mujeres, los adolescentes y los infantes. Sin embargo, varias enfermedades o condiciones crónicas, como la hipertensión, la arteriosclerosis y problemas gastrointestinales, que están directamente relacionadas con el consumo excesivo de alimentos ricos en calorías, grasa y sal, como también el consumo insuficiente de alimentos fibrosos, son causa de gran preocupación. Todas estas condiciones están relacionadas con los muchos cambios en nuestro estilo de vida y nuestras pautas en cuanto al consumo y la preparación del alimento.
Usted ha mencionado el problema del consumo excesivo de alimento. ¿Es este realmente motivo de gran preocupación?
En muchos países industrializados, la obesidad es un problema principal de la salud pública entre personas de toda edad. Contribuyen a ello la mayor disponibilidad de alimento y los cambios en el estilo de vida. Este problema se puede notar especialmente entre los niños de edad escolar, del primer al tercer grado y particularmente en zonas urbanas, donde en muchos casos son limitadas las oportunidades para que los niños hagan ejercicio. Se dice que una persona es obesa si pesa más de 20 por 100 de su peso normal. El infante que se alimenta en demasía fácilmente llega a ser un niño obeso, y entonces si no se toman medidas para corregir sus hábitos de alimentación, el niño obeso llega a ser un adulto obeso... el cual corre el riesgo de padecer de hipertensión o alta presión, diabetes, ataques cardíacos y apoplejía.
¿Qué problemas encuentra usted en lo relacionado con la nutrición infantil?
En muchos casos hallamos que las madres destetan al infante demasiado temprano y le suministran alimentos sólidos demasiado pronto. También tienden a dar más alimento del que realmente se necesita para la salud del niño.
Muchas madres, bajo la presión de la familia y amistades, frecuentemente tratan de destetar a los bebés a los tres meses. Puesto que la lengua del bebé está acondicionada para chupar líquidos y no para empujar alimento sólido hacia atrás de la manera debida para tragárselo, el bebé a menudo escupe la mayor parte del alimento. Las madres, al sentirse frustradas ante esto, confeccionan una especie de batido de leche con el alimento del bebé por medio de diluir el alimento en la fórmula. Entonces ponen esta mezcla en un biberón y la suministran al bebé después de haber agrandado el agujero de la boquilla. Este tipo de alimentación encierra el peligro de que el bebé se ahogue y aumenta la tendencia a que el bebé suba demasiado de peso, además de que se ha asociado con una mayor frecuencia de infecciones del oído.
¿Cuándo es oportuno destetar al bebé?
La mayor parte de los infantes no necesitan alimento sólido sino hasta la edad de seis meses, y aun entonces no se les debería suministrar alimentos ricos en proteína inmediatamente. En muchos casos, el sistema gastrointestinal de ellos no puede digerir la proteína, de modo que puede haber un poco de hemorragia en los intestinos sin que la madre ni siquiera se dé cuenta de ello. Esto puede manifestarse como anemia. También pueden desarrollarse alergias y problemas de la piel. La Academia Americana de Pediatría recomienda que al destetar al bebé se le dé algo que sea fácil de digerir, como cereal de arroz, durante los primeros dos o tres días. Entonces se sugiere que cuando empiece a darle al infante un nuevo cereal, se le dé únicamente ese cereal por tres días seguidos para determinar si produce alguna reacción alérgica.
¿Recomienda usted que se amamante al bebé?
Por supuesto que sí. Lo recomiendo enérgicamente. La leche de la madre no solo contiene alimentos nutritivos en las cantidades adecuadas para el infante, sino que también contiene anticuerpos, que previenen muchas de las infecciones que son comunes en la infancia. Rara vez se vuelven obesos los infantes a quienes se amamanta y, generalmente, tienen menos alergias y trastornos gastrointestinales que otros infantes. Es triste decirlo, pero algunas mujeres aún tienen la idea errónea de que si una puede darse el lujo de comprar leche en fórmula, es mejor suministrar esta al bebé en vez de amamantarlo. Aunque la leche en fórmula es adecuada desde el punto de vista de la nutrición, no proporciona los anticuerpos ni la proporción perfecta de alimentos nutritivos que se encuentran en la leche de la madre.
¿Qué hay de los niños mayores?
Observamos un problema doble en el caso de los niños. En primer lugar, frecuentemente se les alimenta en exceso, y el otro problema es que no se les enseña a comer una variedad de alimentos.
Los infantes requieren que se les alimente muchas veces en el transcurso del día, y a veces las madres siguen esta rutina a medida que el niño va creciendo. Pero los pequeñuelos no necesitan tanto alimento como los infantes por cada libra o kilo que pesen, y tampoco es apropiado obligarlos a comer constantemente.
Además, a los pequeñuelos a veces les da por preferir solo uno o dos alimentos todo el tiempo. Esto puede crear problemas si no se aborda la situación de la manera debida. Puede que se le haga difícil después al niño adoptar una dieta equilibrada. Por ejemplo, muchos de los alimentos nutritivos que se incluyen en los almuerzos escolares se desperdician porque el niño nunca estuvo expuesto a algunos de estos alimentos antes de empezar a asistir a la escuela. Por eso es importante instar al niño a que esté dispuesto a probar nuevos alimentos. El animar al niño a que escoja, prepare y hasta cultive ciertos alimentos hace que el alimento sea interesante y agradable. Los padres también tienen que dar el ejemplo al respecto. A algunos niños no se les da la oportunidad de alimentarse por su propia cuenta. Las madres, ya sea para no prolongar la hora de la comida o para desempeñar un papel que creen que corresponde a ellas, en muchos casos dan de comer con cuchara a los pequeñuelos en vez de dejar que ellos coman por sí solos.
¿Tienen los adultos problemas particulares relacionados con la nutrición?
Ciertos estudios han mostrado que los adultos, sea cual sea su salario, consumen demasiada grasa y demasiado sodio (sal) y no comen suficientes alimentos fibrosos. En algunas personas el consumo excesivo de grasas se refleja en el exceso de peso o en la arteriosclerosis. El preferir comer grandes cantidades de carne, que también contiene mucha grasa, y el consumir tentempiés que sean ricos en calorías pero de poco valor nutritivo contribuye a estas condiciones, como también la falta de ejercicio adecuado. El consumo de sodio es alto debido a que las personas dependen grandemente de alimentos procesados, los cuales, debido al estilo de vida de hoy, resultan muy convenientes. Por otro lado, el consumo de sustancias fibrosas es bajo porque las personas comen menos alimentos fibrosos, entre los cuales figuran las legumbres (habichuelas, guisantes y lentejas), las frutas, las verduras, y panes y cereales hechos de harina integral.
Los estadounidenses especialmente consumen más carne de la que realmente se necesita. Para proporcionar al cuerpo la proteína que requiere diariamente, solo hay que comer entre 57 y 85 gramos (dos a tres onzas) de carne. Pero es común ver a las personas consumir entre 170 y 230 gramos (seis a ocho onzas) de carne tan solo en la cena. Esto es además de la proteína del jamón, el tocino o las salchichas del desayuno, del bocadillo de salchicha o la hamburguesa del almuerzo, y la proteína de los demás alimentos que consumen. Por ejemplo, la persona que se coma medio pollo en una sola comida está en realidad consumiendo cuatro veces más la cantidad de proteína que necesita para un día y muchas más calorías que lo necesario. Al aumentar el consumo de la proteína animal, aumentamos el consumo de la grasa también, puesto que casi toda carne es rica en grasa y colesterol. Mientras más productos animales se comen, más calorías y grasa se consumen. A veces las personas que quieren perder peso eliminan todos los demás alimentos y comen solo carne, sin darse cuenta de que la carne tiene muchas veces más calorías que las pastas o el arroz.
¿Cambian las necesidades alimentarias con la edad?
Sí y no. Todos necesitamos los mismos alimentos nutritivos, sea cual sea la edad que tengamos, pero las cantidades varían. A medida que vamos poniéndonos mayores, necesitamos menos calorías. Esto se debe a que la cantidad de energía que se necesita para mantener el cuerpo disminuye con la edad, aunque el nivel de actividad y la salud permanezcan constantes. Si la persona se vuelve menos activa, entonces se requieren aun menos calorías. Por eso las personas de mayor edad necesitan consumir menos calorías y hacer más ejercicio, de lo contrario aumentarán de peso. Debería limitarse el consumo de azúcares, grasas, aceites y alcohol, puesto que son sustancias ricas en calorías y carecen de alimentos nutritivos esenciales.
Nuestras necesidades alimentarias cambian también durante los períodos de desarrollo —la niñez, la adolescencia y la preñez— como también después de una enfermedad o una intervención quirúrgica. En dichos tiempos, sí tenemos que aumentar el consumo de calorías y alimentos nutritivos para que el cuerpo los tenga a su disposición.
Entre las mujeres, el problema más común relacionado con la nutrición sigue siendo el de la deficiencia de hierro. Muchas mujeres tienden a disminuir las calorías, lo cual puede tener buenos efectos en lo que tiene que ver con su peso, pero puesto que es difícil obtener hierro en los alimentos y debido a que lo contienen solo ciertos alimentos y en cantidades limitadas, la cantidad de hierro que pueden conseguir tales mujeres llega a ser aun menos. A menudo se recomienda que tomen suplementos de hierro como medida de precaución.
Otro problema que va en aumento, especialmente entre las mujeres de mayor edad, es el de la osteoporosis, causada por la pérdida del calcio de los huesos. Aproximadamente 40 por 100 de todas las mujeres que alcanzan los 80 años de edad padecen de esta condición. La pérdida del calcio es de hecho una parte normal del proceso de envejecimiento, pero puesto que las mujeres generalmente no tienen una buena reserva de calcio en el cuerpo —debido a una dieta pobre en calcio y a que van disminuyendo su actividad en el transcurso de la vida— lo que pudiera ser algo normal llega a ser un problema grave. A medida que hay una pérdida de calcio en los huesos, estos se hacen menos densos, y en muchos casos la persona va encogiéndose, de modo que llega a parecer mucho más baja de estatura. Es común el encorvamiento de la columna vertebral junto con fracturas de los huesos de la cadera y de la espina dorsal. Por eso los alimentos ricos en calcio deberían formar parte del régimen alimenticio durante toda la vida.
¿Qué recomienda usted a las amas de casa para una alimentación más sana?
Además de lo que ya se ha mencionado, instamos a las personas a que consuman una variedad de alimentos para asegurarse de recibir todos los elementos nutritivos que necesitan. También, puesto que parece que hoy día existe la costumbre de abrir paquetes y latas y calentar comidas congeladas de paquete, instamos a las personas a que tomen nota de la gran variedad de alimentos frescos que hay disponibles en los mercados y que seleccionen entre estos, y entonces que aprendan a prepararlos de tal modo que los elementos nutritivos, el sabor y el color se conserven. El sofreír, cocinar al vapor o el asar son métodos de cocinar que contribuyen a ello y son preferibles a hervir o freír. Es asombroso ver cuántas personas no han aprendido a cocinar correctamente o simplemente opinan que no tienen el tiempo para hacerlo.
Tratamos de ayudar a las personas a ver que pueden controlar mejor lo que comen si preparan y cocinan su alimento ellas mismas. Por ejemplo, en vez de usar un pollo congelado que ya esté preparado, que haya sido empanado y al que se le hayan agregado sustancias químicas y grasa, el ama de casa puede comprar un pollo fresco, o partes congeladas de un pollo, y prepararlo por medio de añadirle ingredientes que sean agradables al paladar de su familia, y servirlo después de manera atractiva para el disfrute de todos.
También animamos a las amas de casa a limitar el uso de mezclas comerciales preparadas de antemano, como sopas en polvo, sustitutivos para la carne, y mezclas para la preparación de bizcochos. Tales preparaciones frecuentemente contienen grandes cantidades de sal y otros ingredientes que quizás no sean lo mejor para la salud. El ama de casa misma puede preparar algunas de estas mezclas y guardarlas para uso posterior. Esto le ahorrará tiempo y dinero y le permite usar su creatividad como cocinera. De este modo el ama de casa también puede controlar lo que se añade al alimento que sirve a la familia y puede limitar la cantidad de grasa y sal si lo desea. Es casi imposible hacer esto si se utilizan mezclas ya preparadas.
Instamos también a que el ama de casa se informe en cuanto a los elementos nutritivos que se necesitan para la buena salud y que llegue a ser una consumidora bien informada por medio de fijarse, antes de comprar, en los ingredientes que se alistan en las etiquetas de los productos. Puesto que cada día aparecen nuevos productos alimenticios y nueva información sobre la alimentación, las amas de casa también deberían consultar con fuentes dignas de confianza que suministren información sobre la nutrición. Entre esas fuentes dignas de confianza hay profesionales expertos en la salud que trabajan en agencias gubernamentales, hospitales y agencias locales de sanidad, y, por supuesto, la Extensión Cooperativa, la cual tiene programas sobre la nutrición en cada estado de los Estados Unidos.
En conclusión, y esto es tan importante como todo el consejo que podamos dar sobre la nutrición, también aconsejamos que las personas examinen otros aspectos de su modo de vivir. La nutrición es un componente muy importante para permanecer saludable, pero no puede ser eficaz por sí solo. El ejercicio y otros buenos hábitos relacionados con la salud contribuyen en conjunto a que tengamos un sentido de bienestar.