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¡Despertad! 1985
g85 8/11 págs. 7-9

“La perpetua virginidad de María”... sus consecuencias

ALGUNOS lectores quizás se sientan sorprendidos, hasta escandalizados, al ver que el tema de “la perpetua virginidad de María” se considere bajo el tema general “La Iglesia Católica... su punto de vista sobre lo sexual”. Ciertamente no queremos ofender a los católicos ni denigrar a María. De hecho, tenemos sumo respeto para con ella como discípula fiel de Cristo.

Además, concordamos totalmente en que María era virgen cuando dio a luz a Jesús. (Mateo 1:18-23.) La pregunta que se plantea es la siguiente: ¿Permaneció María virgen durante toda su vida terrestre?

Muchos católicos tienen dudas

Ciertas obras de consulta católicas revelan que los eruditos católicos han tenido dudas de que María haya permanecido virgen toda su vida. La Biblia misma menciona varias veces a los “hermanos” y “hermanas” de Jesús. (Mateo 12:46, 47; 13:55, 56; Marcos 6:3; Lucas 8:19, 20; Juan 2:12; 7:3, 5.) Pero algunos católicos afirman que estas palabras designan a “parientes”, por ejemplo a primos. ¿Es esto cierto?

The New Catholic Encyclopedia declara: “Las palabras griegas [...] que se usan para designar la relación entre Jesús y estos parientes tenían el significado de hermano y hermana de sangre en el mundo de habla griega del tiempo del evangelista, y naturalmente habría tenido este significado para el lector griego”. Además, The New American Bible, traducción católica, admite en una nota al pie con referencia a Marcos 6:1-6, donde se menciona a los hermanos y hermanas de Jesús: “La cuestión en cuanto al significado de esto no hubiera surgido a no ser por la fe de la Iglesia en la perpetua virginidad de María”.

La Biblia muestra claramente que María tuvo otros hijos además de Jesús; la enseñanza de la Iglesia Católica de que ella no tuvo otros hijos es lo que ha creado una controversia. El autor católico J. Gilles, quien examinó por completo toda la prueba bíblica sobre el asunto, concluye: “Brevemente y en lenguaje mesurado, por fidelidad a la Iglesia [Católica], creo que puedo resumir mi investigación como sigue. [...] Los CUATRO EVANGELIOS CANÓNICOS proporcionan evidencia concordante [...] de que Jesús tuvo verdaderos hermanos y hermanas en su familia. [...] Ante este conjunto de pruebas coherentes la posición tradicional [de la Iglesia Católica] parece vulnerable y frágil”.

Por lo tanto, si la Biblia no proporciona prueba alguna de la “perpetua virginidad de María”, ¿cuáles son los orígenes de esta creencia?

Los orígenes de la creencia

“En varias religiones antiguas —indica el sacerdote jesuita Ignace de la Potterie— la virginidad tenía un valor sagrado. A algunas diosas (Anat, Artemis, Atenea) se las llamaba vírgenes.” Pero ¿qué tiene esto que ver con María? El sacerdote católico Andrew Greeley explica: “El símbolo de María vincula al cristianismo directamente con las religiones antiguas de las diosas madres”.

El profesor de historia eclesiástica Ernst W. Benz comenta sobre esta conexión con las antiguas religiones paganas. “La veneración de la madre de Dios —escribió él en The New Encyclopædia Britannica— recibió su ímpetu cuando la Iglesia Cristiana llegó a ser la iglesia imperial bajo Constantino y las masas paganas acudieron a la iglesia a raudales. [...] La piedad [de las personas] y su conciencia religiosa se habían formado por miles de años en torno al culto de la ‘gran madre’ diosa y la ‘virgen divina’, desarrollo que remontaba hasta las antiguas religiones populares de Babilonia y Asiria [...] A pesar de las presuposiciones poco favorables en la tradición de los Evangelios, la veneración en forma de culto de la virgen y madre divina halló dentro de la Iglesia Cristiana una nueva posibilidad de expresarse mediante la adoración de María.”

Pero ¿qué impelió a la Iglesia Romana a adaptar y adoptar el culto de la “gran madre” diosa y “virgen divina”? En primer lugar, las “masas paganas” que acudían a la iglesia lo deseaban; se sentían en su ambiente estando en una iglesia donde se veneraba a la ‘gran madre virgen’. “En Egipto —indica el profesor Benz— a una fecha temprana, ya se adoraba a María bajo el título de ‘la que da a luz a Dios’ (Theotokos).” Por eso, el culto de la “virgen divina” se adoptó para complacer a las “masas paganas” que estaban acudiendo a la iglesia a raudales.

Se dio ímpetu a la veneración de María en el primer Concilio ecuménico de Nicea en 325 E.C. ¿De qué manera? Bueno, allí se hizo de la doctrina de la Trinidad una enseñanza católica oficial, pues el credo de Nicea declaraba que Jesús era Dios. Esto supuestamente hacía de María “la que da a luz a Dios”, o “madre de Dios”. Además, como dijo el profesor Benz: “El Concilio de Éfeso (431) elevó esta designación a una norma dogmática”. El próximo paso fue hacer de María una “virgen perpetua”. Este se dio cuando se otorgó a María el título de “virgen eterna” en el segundo Concilio de Constantinopla en 553 E.C.

Las consecuencias de las enseñanzas

El profesor J. J. Pelikan, de Yale, escribe: “La propagación del ideal ascético en la iglesia contribuyó a dar apoyo a este punto de vista de María como modelo de virgen eterna”. Este “ideal ascético” se manifestó también en el desarrollo del monacato y el celibato en los siglos después del Concilio de Nicea. Centenares de miles de sacerdotes, monjes y monjas católicos se han esforzado —algunos con éxito, muchos sin éxito— por llevar una vida de abstinencia porque su iglesia ha enseñado que las relaciones sexuales y la santidad son incompatibles.

Es significativo que la principal autoridad eclesiástica, “san” Agustín, “identificó el pecado original con la concupiscencia sexual”. Es cierto que la mayor parte de los teólogos católicos del día moderno ya no están de acuerdo con esta interpretación. Pero ¿no es cierto que la doctrina de la perpetua virginidad de María y la ley del celibato obligatorio para los sacerdotes crea la impresión de que las relaciones sexuales son impuras? Además, ¿no ha complicado el problema para millones de católicos la norma que el Vaticano ha reiterado sobre el divorcio y el control de la natalidad?

Más importante aún, ¿cuál es el punto de vista bíblico tocante a las relaciones sexuales?

[Comentario en la página 8]

“Los CUATRO EVANGELIOS CANÓNICOS proporcionan evidencia concordante [...] de que Jesús tuvo verdaderos hermanos y hermanas.” (Autor católico)

[Fotografía en la página 8]

‘El símbolo de María vincula el cristianismo con las religiones antiguas de las diosas madres’

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