¿Cómo puede la paz hacerse una realidad?
¿Cuáles son algunos de los principales obstáculos que impiden que la paz permanente se convierta en una realidad? De nuestro artículo anterior pueden señalarse los siguientes:
1) El gobierno de clases elitistas (política, militar, comercial y religiosa) que han manipulado a la gente.
2) Un sistema educativo preparatorio, basado en un nacionalismo extremo que inculca “egoísmo sagrado”, superioridad nacional, desconfianza y odio.
3) El control y dirección global que ejerce ‘el dios de este sistema de cosas —Satanás el Diablo— y que ha cegado las mentes de los incrédulos’. (2 Corintios 4:4.)
TIENE que producirse a escala mundial un cambio de pensamientos y sentimientos. Y eso representa un cambio en el sistema educativo: enseñar a toda persona paz, amor y respeto mutuo. También significa un cambio mundial de liderazgo que resulte en un liderazgo unificado que tenga el respeto de todas las naciones: un gobierno mundial que no sea susceptible a corromperse. A su vez, esto supondría un cambio en el control mundial: ¡de la gobernación por Satanás a la gobernación por Dios! Pero, ¿cómo se llevarán a efecto estos cambios?
Hace unos 2.500 años se predijo en la Biblia que, para el tiempo del fin de este sistema de cosas, ‘el Dios del cielo establecería un reino que nunca sería reducido a ruinas’. (Daniel 2:44.) Este es el Reino eterno por el cual Jesús enseñó a sus discípulos a orar: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra”. (Mateo 6:9, 10.) Ese reino representa una nueva gobernación celestial sobre toda la Tierra a manos de Jesucristo, tal como escribió Daniel el profeta: “Su gobernación [o soberanía] es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas”. (Daniel 7:13, 14.)
Ese gobierno celestial en poder de Cristo es un nuevo orden de cosas que reemplazará el mal gobierno que, por milenios, han ejercido sobre la humanidad las clases elitistas egoístas y divisivas. Este constituye la parte gobernante de los ‘nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según la promesa de Dios, donde la justicia habrá de morar’. (2 Pedro 3:13.) Este gobierno es la verdadera “cuna del destino futuro del mundo” y no las Naciones Unidas en Nueva York, como preconiza Robert Muller, quien es auxiliar del secretario general de las Naciones Unidas. Aunque las Naciones Unidas han declarado el 1986 como Año Internacional de la Paz, la paz verdadera solo puede venir a través del medio aprobado por Dios, su Reino.
El papel de la educación
Millones de personas ya se están preparando para vivir en paz bajo el gobierno de ese Reino. Por más de 100 años, se ha ido extendiendo por todas las naciones una amplísima campaña educativa con el fin de llevar el mensaje de dicho Reino a todas las personas. Probablemente, ya ha llamado a su puerta un pacífico representante de ese gobierno, aunque tal vez usted no haya reconocido entonces la importancia de su visita. Al visitarle, este representante desempeñaba una parte en el programa educativo más extenso que jamás se haya emprendido en la historia humana. ¿Quién era el visitante en cuestión? Un testigo de Jehová. Y, ¿por qué le visitan los Testigos?
Los Testigos se ofrecen a estudiar la Biblia con toda persona sinceramente dispuesta que desee aprender acerca del camino de Jehová hacia la paz. Esta enseñanza gratuita está ayudando a millones de personas a “batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas”. El profeta Isaías dijo: “No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”. (Isaías 2:4.)
En contraste con los miembros de las Naciones Unidas, quienes aún se enfrentan entre sí en guerras frías o calientes, los testigos de Jehová ya están cumpliendo con las palabras de esta profecía. Y, ¿cómo han podido lograr esto los testigos de Jehová? Por medio de estudiar la Biblia, a fin de entender el punto de vista de Cristo sobre este tema, y por medio de aprender que Dios verdaderamente es amor y que es necesario reflejar el amor de Dios al tratar con sus semejantes de todas las naciones y razas. Por esa razón, mantienen una firme postura de neutralidad ante cuestiones políticas y rehúsan participar en cualquier conflicto armado, pase lo que pase. (1 Juan 4:8; Juan 13:34, 35.)
De acuerdo con la profecía bíblica cumplida, el tiempo para que el Reino de Dios intervenga está cerca. (Mateo 24:3-35.) Muy pronto, Dios pondrá fin al gobierno de Satanás y a toda su política divisiva y destructiva, en la guerra de Armagedón. (Revelación 16:14-16; 19:17-21.) Este es el tiempo de volverse a Dios y a su Palabra. Los testigos de Jehová de su comunidad se ofrecen gustosamente a ayudarle a probar por sí mismo que la paz duradera no es un sueño ilusorio, sino una realidad que pronto alcanzará al mundo entero. Además, puede sentirse libre de escribir a los publicadores de esta revista si desea más información y ayuda.
[Comentario en la página 8]
“Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.”—El apóstol Pedro
[Comentario en la página 9]
“Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado [...] No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”—El profeta Isaías
[Comentario en la página 9]
“En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí.”—Jesucristo