¡La astrología vuelve a estar en boga!
La amada de Su Majestad yacía muerta. El rey, desconsolado, convocó al astrólogo que había predicho la tragedia. Lleno de intenciones homicidas, el rey dijo: “Pretendes ser muy listo e instruido. Dime, ¿cuál será tu destino?”.
“Señor —respondió el astrólogo—, preveo que moriré tres días antes que Su Majestad.” ¡El haber pensado rápido le salvó la vida!
SEA cierta o no, esta anécdota ilustra el hecho de que en siglos pasados hasta los monarcas tomaban bastante en serio a los astrólogos. Con respecto a Luis XI de Francia, un historiador dijo: “Un enjambre de astrólogos [...] se aprovechaban de sus temores, y de su bolsa”. Durante los siglos XV y XVI la astrología alcanzó su apogeo en Europa. Hasta científicos prominentes creían en ella.
Pero pronto la astrología comenzó a decaer. “Un vistazo por el telescopio —dice el libro Astrology—The Celestial Mirror— y toda la cosmología se desvaneció [...] La astrología fue descartada por la autoridad del surgiente razonamiento científico.” Las universidades europeas la prohibieron. Y para el comienzo del siglo XX, el historiador Bouché-Leclercq describió la astrología occidental como “definitivamente muerta”.
Hace más de 30 años, una encuesta Gallup en Inglaterra reveló que solo un 6% de los encuestados creía en la astrología. Ahora, se informa que ¡un 80% cree en ella! Revistas, programas de televisión y periódicos también informan que en otros países el interés del público en la astrología está en aumento. “Lo primero que hago cuando tomo el periódico es leer el horóscopo”, confesó un sudafricano al corresponsal de ¡Despertad!
¿Por qué ha resurgido la astrología? Cuando se le preguntó a una señora italiana por qué ella y otras personas consultaban a astrólogos, ella contestó: “En este mundo hay demasiadas cosas que no están bien”. Es cierto que vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar”. (2 Timoteo 3:1.) Algunos creen que la astrología les ofrece la guía necesaria. De esta manera, la astrología ha renacido. La producción de libros sobre este tema ha aumentado. La pregunta: “¿Cuál es su signo zodiacal?” se ha hecho popular para iniciar conversaciones. Algunas personas hasta rehúsan salir con otra si no es de su mismo “signo”a.
A pesar de toda su popularidad, la astrología aún descansa sobre una base dudosa: la de que las posiciones del Sol, la Luna y los planetas, al tiempo del nacimiento, revelan la personalidad y el futuro de uno. Sin embargo, los astrólogos profesionales no se cohíben de redactar horóscopos que varían de unas pocas líneas a muchas páginas, dependiendo de cuánto esté uno dispuesto a pagar. Según la revista Psychology Today “millones de dólares se gastan en producir horóscopos”. En efecto, el científico norteamericano John Wheeler recientemente expresó su pesar de que su país pueda “permitirse el lujo de tener 20.000 astrólogos y solo 2.000 astrónomos”.
El resurgimiento de la astrología ha sido tan fuerte en las naciones occidentales que el siquiatra suizo, ya fallecido, Carl Jung escribió: “[La astrología] está tocando a las puertas de las universidades que la prohibieron 300 años atrás”. De hecho, cierto número de universidades del occidente ofrece cursos de astrología. Pero, alguien pudiera preguntarse: ‘¿Pudiera haber algo verídico en la astrología?’.
[Nota a pie de página]
a Se opina que el Sol pasa cada año por 12 grupos de estrellas llamados constelaciones del zodíaco. Cada constelación tiene su propio “signo”. Los astrólogos dicen que el signo en que se encontraba el Sol cuando uno nació es el signo de uno.