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  • Paz, unidad y amor, en medio de disturbios
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¡Despertad! 1986
g86 22/7 págs. 6-11

Paz, unidad y amor, en medio de disturbios

¡NEGROS, blancos, indios, mestizos y visitantes de otros países disfrutan juntos de asociación cristiana en África del Sur, la tierra de la segregación racial! ¿Fue eso por unas cuantas horas? No, fue por cuatro días. ¿Cuántos se reunieron? ¿Unos centenares? ¡No, más de 77.000 personas! ¿Dónde aconteció esto? En dos asambleas especiales, una en Johannesburgo y la otra en Durban, del 26 al 29 de diciembre de 1985. Fue una experiencia inolvidablemente emocionante.

Estas asambleas eran parte de la serie mundial de asambleas especiales de los testigos de Jehová cuyo tema fue “Mantenedores de Integridad”. Las decenas de millares de concurrentes llegaron a estas dos ciudades por tren, autobús, automóvil y avión de todas partes de África del Sur, Lesotho, Suazilandia, Namibia, Botswana, Zambia, Zimbabwe y hasta de Mozambique, un país desgarrado por contiendas.

Centenares también vinieron de Europa, los Estados Unidos, el Japón y de la pequeña isla Santa Elena en el Atlántico, elevándose a 24 el total de países representados. Cuando llegaron recibieron de los Testigos locales —blancos, negros y mestizos— una afectuosa bienvenida y se les condujo a sus respectivos alojamientos.

En Johannesburgo la asamblea se celebró en el National Exhibition Centre. Situado al suroeste de la ciudad, este amplio y moderno complejo de salas de exhibición, con agradable césped, árboles y prados, es ideal para celebrar grandes asambleas con concurrentes de varios idiomas. Los delegados de habla zulú, sotho, tsuana, inglés y afrikaans usaron salas grandes, mientras que los de habla portuguesa y griega usaron salones más pequeños. Todos disfrutaron del mismo programa. Naturalmente, durante las sesiones la mayoría se reunió con el grupo de su propio idioma, pero en los intermedios, antes y después del programa, todas las razas y nacionalidades disfrutaron de asociación mutua.

Para su sorpresa, muchos de los visitantes extranjeros que se alojaron en zonas de la raza blanca no vieron ningún disturbio. Un delegado alemán dijo: “Fue todo lo contrario a lo que esperábamos”. En particular, todos se deleitaron en la paz y unidad que encontraron en las asambleas. “Miren a todas las razas entremezcladas”, dijo un delegado estadounidense que asistía a la asamblea de Johannesburgo. Agregó: “Quisiera que esto se filmara y se televisara en los Estados Unidos”.

La otra asamblea se celebró en el famoso balneario y puerto de Durban, una ciudad predominantemente inglesa en la que también habitan muchos indios. El lugar de asamblea fue el complejo deportivo de King’s Park, situado cerca de la playa de Durban. Se utilizaron dos estadios adyacentes: uno para los Testigos de habla zulú y el otro para los de habla xhosa (incluso pondos) y los de habla inglesa (incluso a centenares de indios y mestizos).

¿Reinaron allí también la paz y la unidad? Una mujer xhosa, no Testigo, que viajó 600 kilómetros (370 millas) para asistir a la asamblea, dijo: “Es asombroso que aquí en África del Sur gente de todas las razas puedan estar tan unidas. Esto es tan diferente de lo que estoy acostumbrada a ver en las iglesias”. “Esto es precioso —dijo una joven india—. El ver a mestizos, indios, blancos y negros entremezclarse ha cambiado por completo el concepto que tenía de la vida.”

Cómo se superaron los problemas

Alojar a los visitantes blancos en los hoteles de las zonas de la población blanca fue bastante fácil. Pero no lo fue el alojar a miles de visitantes negros en Soweto, un inmenso barrio de población negra al oeste de Johannesburgo, donde la situación es candente. Los Testigos de Soweto respondieron generosamente. En algunos hogares se hospedaron hasta 20 delegados de la asamblea. No obstante, al final del primer día de la asamblea, los choferes de autobuses de otras zonas rehusaron llevar a los pasajeros a Soweto. (Aquí se han incendiado muchos autobuses durante los disturbios.) De modo que esa noche muchos durmieron en los autobuses. Se resignaron a la situación sin quejas. Para la noche siguiente, se hicieron otros preparativos y a todos se les alojó satisfactoriamente.

A los Testigos de Johannesburgo les alegró mucho ver a tantos delegados de la Ciudad de El Cabo. El trayecto de ida y vuelta por autobús entre estas dos ciudades es de 2.864 kilómetros (1.780 millas). Puesto que el salario de algunos de la población negra y mestiza es muy bajo, ¿cómo podrían costear semejante viaje? Un comité multirracial logró alquilar 26 autobuses por menos de la mitad de la tarifa regular. Aun así, los sacrificios que algunos, tales como viudas con familia, hicieron para asistir a la asamblea fueron sorprendentes. Tocante a la unidad, uno de los miembros de ese comité dijo: “En las últimas semanas la península de El Cabo fue afectada por disturbios. Pero nosotros teníamos a Testigos negros, mestizos y blancos viajando en el mismo autobús en completa armonía”.

Este contraste de paz y conflicto también se hizo patente en Durban. El día antes que comenzara la asamblea hubo una enconada pelea entre zulúes y pondos a solo unos kilómetros de Durban. Los informes de prensa dijeron: “El día de la Navidad murieron por lo menos 58 personas en las confrontaciones que hubo entre 2.000 zulúes y 3.000 pondos”. No lejos del lugar donde se celebraba la asamblea hubo otro incidente durante la asamblea misma. Una chusma negra, armada con porras (garrotes), atacó a unos indios que estaban disfrutando de la playa, y, como resultado, cundió el pánico.

Las emociones y los gozos de la asamblea

Desde el comienzo de la asamblea de Johannesburgo, la concurrencia sobrepasó a la que se esperaba. En la sala para las sesiones en inglés se colocaron 6.000 sillas, pero la asistencia fue de 8.942 personas. Muchos trajeron sus propias sillas plegables. La concurrencia combinada del primer día en ambas asambleas fue de 59.996 personas; para la sesión final del último día hubo la sorprendente concurrencia de ¡77.830! El servicio de alimentación se vio sobrecargado al principio y casi se agotaron los comestibles.

Pero el alimento espiritual no escaseó. Los buenos discursos bíblicos, la seria y conmovedora amonestación para que mantengamos integridad en estos tiempos inicuos, el consejo especial dado a los jóvenes, los emocionantes dramas que trajeron lágrimas a los ojos de muchos, todo esto se recibió con profundo aprecio.

Fue emocionante para todos los grupos raciales reunirse y escuchar a los delegados de otros países. Los mensajes de amor y unidad que estos trajeron se aplaudieron con gran entusiasmo. Los miembros del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová que estuvieron presentes en ambas asambleas pronunciaron vigorosos discursos que fueron un deleite para todos. También se presentaron al público nuevas publicaciones. ¡Todo era emoción tras emoción!

El bautismo fue algo verdaderamente notable. Calculando por experiencias pasadas, se esperaba que se bautizaran unas 400 personas en Johannesburgo. En cambio, 921 nuevos Testigos simbolizaron su dedicación a Jehová por medio del bautismo. Esto fue, tanto para ellos como para los que presenciaron este bautismo multirracial, una experiencia que nunca olvidarán. El armonioso canto espontáneo de cánticos del Reino por parte de un numeroso grupo de Testigos de la raza negra agregó más resplandor a la ocasión. El número total de bautizados en ambas asambleas fue de 1.363.

Aprecio y gratitud

Las asambleas dieron a los Testigos la extraordinaria oportunidad de entremezclarse libremente prescindiendo de la raza. Por ejemplo, en Johannesburgo, debido a la gran multitud, hubo ocasiones en que algunos niños quedaron separados de sus padres. Hubo una noche en que unos cuantos niños negros se quedaron extraviados en el lugar de asamblea. Unos Testigos blancos que se alojaban en casas de remolque en las cercanías se hicieron cargo de ellos. Cariñosamente los atendieron, bañándolos, dándoles de comer y acostándolos. ¡A la mañana siguiente los niños fueron devueltos a sus agradecidos padres!

Testigos blancos ayudaron a cinco congregaciones negras de East London a conseguir un tren especial que los llevara a Durban. Al llegar a la asamblea, situaron el tren en vía muerta cerca de allí. Se permitió que se quedara allí y los vagones se utilizaron como alojamiento durante toda la asamblea, ¡lo que resultó muy conveniente y se apreció mucho!

Se informó que se había colocado una bomba en el lugar de asamblea de Durban; entonces un oficial de seguridad vino a investigar. Pero resultó ser una falsa alarma. Posteriormente el oficial le dijo a un Testigo blanco: “Estoy muy impresionado por la manera como ustedes promueven la paz. Ustedes saben hacerlo, pues le oí llamarle ‘hermano’ a ese hombre de la raza negra”. Después de la asamblea, el encargado del local de King’s Park le dijo al superintendente de la asamblea: “He quedado impresionado por la minuciosidad con que opera la organización de ustedes. Ninguna otra organización deja el estadio tan limpio como lo han dejado ustedes. Yo nunca dudo de que ustedes lo vayan a dejar completamente limpio”.

En Johannesburgo, a los guardias de seguridad negros les agradó mucho el ambiente de paz. Uno de ellos dijo: “Nunca hemos tenido un trabajo tan fácil en un conglomerado de personas tan grande”.

Para muchos Testigos negros, la asamblea de Johannesburgo fue la primera ocasión en que se reunían con Testigos blancos. Un anciano de congregación de raza negra comentó que “fue una ocasión absolutamente conmovedora”. “Me siento muy, muy feliz”, expresó un Testigo negro de Zambia. “Nunca en mi vida he asistido a una asamblea igual.” Fue una muestra vívida de las palabras de Jesús: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”. (Juan 13:35.)

El contraste entre los disturbios locales y la paz y unidad cristianas fue notable. Para expresar públicamente su aprecio y determinación por mejorar aun más en el futuro, la siguiente declaración se leyó y recibió una entusiástica aceptación en ambas asambleas.

“Nosotros, los testigos de Jehová que estamos presentes en estas asambleas ‘Mantenedores de Integridad’ de Johannesburgo y Durban en África del Sur, celebradas del 26 al 29 de diciembre de 1985, deseamos expresar nuestra profunda gratitud a Jehová, nuestro Padre celestial, por proporcionarnos semejante banquete espiritualmente abundante en esclarecimiento y estímulo. Apreciamos mucho la presencia de los delegados de otros 24 países, quienes manifestaron el amor y la unidad de la hermandad mundial del pueblo de Jehová. Estamos agradecidos porque, pese a los graves problemas y disturbios en este país y en otros, nuestras asambleas se han llevado a cabo pacíficamente y nos deleitamos en asociarnos con nuestros hermanos y hermanas de todos los principales grupos raciales y lingüísticos de África del Sur. Estamos determinados a fortalecer nuestros lazos de amor y asociación, prescindiendo de la raza o el color de la piel, para continuar llevando con mayor celo la predicación de las buenas nuevas del Reino en este país lleno de dificultades, y a mantener nuestra integridad en honor al nombre de Jehová.”

En la actualidad, para la mayoría de las personas el futuro parece lúgubre y sin esperanza. Pero no para los testigos de Jehová. Con la luz de la profecía bíblica brillando cada vez más, ellos pueden ver lo rápido que se acerca el fin de este inicuo sistema de cosas. Sobrevivir ese cataclismo y pasar al nuevo sistema bajo el Reino de Dios será un privilegio mayor que el que Noé y su familia tuvieron cuando sobrevivieron el Diluvio. (Sofonías 2:3.) ¿Quisiera usted hallarse entre los sobrevivientes? Entonces, únase a la feliz hermandad internacional que ahora está adorando al único Dios verdadero, Jehová.

“Y en la parte final de los días tiene que suceder que la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones. Y muchos pueblos ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas’.” (Isaías 2:2, 3.)

[Fotografías en la página 7]

Arriba: Dos ministros de tiempo completo. El Testigo de raza negra tiene 101 años de edad

Abajo: Delegados africanos con sus trajes de gran colorido

[Fotografía en la página 8]

Asambleístas disfrutan de una de las sesiones en la asamblea de Durban

[Fotografías en la página 9]

Arriba: Recién llegados portando su equipaje al estilo africano

Abajo, izquierda: Cargando un bebé al estilo africano

Abajo, derecha: Uno presta ayuda mientras el otro mira en su maletín

[Fotografía en la página 10]

Número total de bautizados: 1.363

[Fotografía en la página 11]

Dos asambleístas japoneses disfrutan de la asociación con sus compañeros Testigos

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