BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g87 8/3 págs. 19-21
  • ¿Cómo puedo hacerme amigo de Dios?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Cómo puedo hacerme amigo de Dios?
  • ¡Despertad! 1987
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Lo que Dios pide de ti
  • Cómo cultivar amistad con Dios
  • Asegúrate de tener la amistad de Dios
  • El don de la amistad cristiana
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1965
  • Jehová, ¿conocido suyo, o amigo suyo?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1992
  • “Los llamo amigos”
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (estudio) 2020
  • Cultive la más preciosa amistad de todo el universo
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
Ver más
¡Despertad! 1987
g87 8/3 págs. 19-21

Los jóvenes preguntan...

¿Cómo puedo hacerme amigo de Dios?

“ALGUNOS jóvenes adoran a Dios solo porque otros lo hacen”, declaró Yemisi, una estudiante nigeriana. Y añade: “Pero no lo conocen ni lo consideran una persona”. Por lo tanto, Yemisi cree que a menudo la gente no busca a Dios como amigo porque la afecta un punto de vista incorrecto.

Concuerdes tú con ella o no, la verdad es que muchos jóvenes sí dudan que pueda establecerse una relación con Dios... y mucho menos esperarían tenerlo como amigo. Algunos jóvenes han sido alejados de Dios por religiones que les han hecho creer que él está lejos y es distanciado. Otros se han esforzado por acercarse a Dios mediante las drogas, la meditación trascendental o el ocultismo... y han fracasado.

Sin embargo, sería un error llegar a la conclusión de que Dios está tan lejos de nosotros que nadie puede acercarse a él. Después de todo, ¿quién dio a las aves sus alegres canciones, y a los árboles y las flores sus bellos colores? ¿Quién hizo los hermosos valles, las majestuosas montañas, la gloriosa luz solar, y quién creó tu maravilloso cuerpo y mente? ¿Quién ha hecho posible que las personas puedan hacer tantas cosas sorprendentes? ¿No es esa Fuente nuestro Creador?

Pues bien, eso muestra con toda claridad que él se interesa mucho en nosotros. Por eso, ¿parece razonable que Dios se alejara de nosotros, que se hiciera inaccesible? Por el contrario, la Biblia nos asegura que “no está muy lejos de cada uno de nosotros” y nos invita a buscar su amistad. (Hechos 17:27.)

Pero ¿cómo puedes hacer eso tú? Y, ¿cómo te beneficiaría el tener la amistad de Dios?

Lo que Dios pide de ti

El Creador ya ha establecido cierto enlace con todo el mundo al haberle dado “a toda persona vida y aliento”. (Hechos 17:25.) Sin embargo, se alcanza un lazo mucho más estrecho con Dios cuando se es amigo de él que cuando simplemente se es una de sus criaturas. Un requisito previo para que disfrutemos de esa relación favorecida es acercarnos a él de la manera correcta. La Biblia explica: “El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente”. (Hebreos 11:6.)

El ‘buscar solícitamente’ a Dios envuelve llegar a conocerlo como Persona. ¿Cómo puedes hacer eso? Con buena lógica, la Biblia dice también que “lo que puede conocerse acerca de Dios está manifiesto [...] las cualidades invisibles [...] se perciben por las cosas hechas, hasta el poder sempiterno y la Divinidad de él”. (Romanos 1:19-28.) Las cosas que Dios ha hecho —las estrellas distantes, el mar rugiente, una mariposa, una hojita—, todo nos muestra y nos hace percibir su inmenso poder, su sabiduría, su amor. Así, pues, el contemplar sus obras creativas contribuirá a que comprendas la Magnífica Persona que él es.

Pero es necesario que conozcas más acerca de Dios de lo que puede revelarte la creación por sí sola. Por eso él nos ha dado su Palabra escrita, la Biblia. En lenguaje claro, este libro da a conocer su nombre, Jehová, y muchos aspectos de su excelente personalidad. (Éxodo 3:15; 34:6, 7.) En reconocimiento de esto, Kunle, el hermano de Yemisi, dice: “La Biblia ha tenido gran influencia en mi vida. Su lectura me hace ver cada vez más claro que Dios tiene un propósito para los humanos, y que nos suministra guía para que vivamos en plena armonía con su voluntad”.

Para ti también, el sencillamente leer la Biblia puede ser una experiencia muy agradable. Un estudio cuidadoso de ella puede ser más remunerador todavía, como bien pudo comprender Kunle. La Palabra de Dios dice: “Si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, [...] entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios”. (Proverbios 2:1, 5.)

Puesto que esos dichos de Jehová están en la Biblia, vale la pena que apartes tiempo para leerla. No dejes que su tamaño te desanime. En realidad se compone de 66 libritos llenos de historia interesante, biografías, profecías, doctrinas y consejo sobre nuestras relaciones con nuestro semejante y nuestra relación con Dios. Con leerla por solo unos cuantos minutos cada día, puedes conseguir mucho del conocimiento que te acercará más a tu Creador.

Cómo cultivar amistad con Dios

Sin embargo, no basta con sencillamente adquirir conocimiento acerca de Dios. Tenemos que valernos del medio que Dios ofrece para la amistad con él. Jesucristo explicó: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. [...] Si alguien me ama, observará mi palabra, y mi Padre lo amará”. (Juan 14:6, 23.) Puesto que Jesús es “la verdad”, puedes obtener conocimiento de la verdad acerca de Dios y sus requisitos estudiando las enseñanzas de Jesús. (Juan 1:8; 17:26.) Además, estudia cuidadosamente el proceder que Jesús siguió en la vida, pues te da una demostración viva de cómo agradar a Dios y disfrutar de Su amistad.

Pero Jesucristo es también “la vida”. La Biblia declara: “Cristo, mientras todavía éramos débiles, murió por impíos [...] Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros [...] [y] ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida”. (Romanos 5:6-10.) Sin Cristo, no podría haber amistad con Dios, pues de nacimiento somos pecadores. Sin embargo, la sangre de Jesús, derramada en sacrificio, “nos limpia de todo pecado” y nos ‘reconcilia’ o nos vuelve a poner en buenos términos con Dios. ¡Esto, en cambio, nos presenta la posibilidad de alcanzar vida eterna! (1 Juan 1:7; Juan 17:3.) Por lo tanto, la fe en Jesucristo como “la vida” es vital para que disfrutemos de amistad con Dios.

Asegúrate de tener la amistad de Dios

Por medio de Jesús, Dios ya ha tomado la iniciativa para que lo tengas por amigo. Pero ¿cómo debes responder a eso? A medida que sigues aprendiendo acerca de él y vas adquiriendo mayor aprecio a las bondades de él, deberías sentirte impulsado a amarlo y a querer servirle. Hablar a otros acerca de tu Amigo celestial debería ser un deleite para ti. (Romanos 10:10.)

Pero recuerda: Otros pueden señalarte cómo hacerte amigo de Dios, ¡pero tú mismo tienes que tomar la iniciativa! Jehová no te obliga a hacerlo. Te reconoce como persona y desea que vayas a él libremente. Como lo expresó una joven llamada Omolara: “Agradezco a mis padres el que me hayan ayudado a conocer a Jehová; pero yo tengo que decidir si realmente quiero servir a Dios y practicar el bien o no”.

Por eso, esfuérzate. Mientras vas conociendo a Dios, deja que Su Palabra dé forma a tu vida, y no el mundo. Con el tiempo desarrollarás una “nueva personalidad que es creada conforme a la voluntad de Dios”. Eso significa que ahora tu inclinación mental comenzará a armonizar con el modo de pensar de Dios y te moverá a amoldarte más estrechamente a Sus normas de justicia. (Efesios 4:20-24; Colosenses 3:10; 1 Juan 2:3, 4.)

Todo esto pudiera parecerte bastante difícil al principio. Sin embargo, uno de los beneficios de que tú conozcas a Jehová y de que él te conozca a ti es que puedes hablarle en oración y experimentar su ayuda y dirección en la vida. Como lo expresa Omolara: “Sabemos que en tiempos de aflicción o cuando tenemos que tomar decisiones importantes, Dios está cerca y nos da ayuda. Siempre está listo para hacer algo por nosotros”. (1 Juan 5:14, 15.) Se puede recibir más ayuda cuando uno se asocia estrechamente con los que ya son amigos de Jehová. Fíjate cómo se expresan unos jóvenes que son testigos de Jehová:

“He hallado que la asociación estrecha con otros que aman a Jehová me ayuda a permanecer cerca de él.”—Omolara.

“Las reuniones de congregación me han ayudado a entender la Biblia y a vivir en armonía con los caminos de Jehová.”—Kunle.

“Tanto el asociarme con otros Testigos como el participar en las reuniones me ha ayudado a mantener una buena relación con Jehová.”—Ifeyabo.

Tú también puedes disfrutar de la felicidad que sienten estos jóvenes y muchos otros. Sí, ‘alborocémonos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, mediante quien ahora hemos recibido la reconciliación’. (Romanos 5:8-11.) Recibirás la recompensa que Dios da a sus amigos... vida eterna. (Juan 3:16.)

[Fotografía en la página 19]

El estudiar la Biblia te proporcionará conocimiento profundo de Jehová

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir