BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g88 8/8 págs. 12-15
  • Un músico escoge la verdadera armonía

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Un músico escoge la verdadera armonía
  • ¡Despertad! 1988
  • Información relacionada
  • Vivía para la música
    ¡Despertad! 1985
  • ¿Qué lugar debe ocupar la música en mi vida?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
  • La música que escoges
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1974
  • ¿Cuál es la clave al disfrute de la música?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1989
Ver más
¡Despertad! 1988
g88 8/8 págs. 12-15

Un músico escoge la verdadera armonía

“¡Despertad!” entrevista a un reconocido músico de la República Federal de Alemania.

Hans, ¿por qué se hizo músico?

Desde niño siempre me ha encantado escuchar música. A finales de la década de los cincuenta, me entusiasmaba la música de guitarra de grupos instrumentales como Los Shadows y Los Ventures. Empecé a tomar lecciones de guitarra a la edad de once años.

Más tarde me interesé en la guitarra clásica, y empecé a estudiarla cuando tenía dieciocho años de edad. En 1971 me presenté a los exámenes finales y saqué el título de profesor de Música. Durante tres años enseñé a niños y di lecciones en un conservatorio. Entonces fue cuando empecé a tocar “música ligera” a nivel profesional.

Fue más bien por accidente que “Verde”, una pieza que yo tocaba con la guitarra, se convirtió de la noche a la mañana en un gran éxito.

¿Qué papel desempeña hoy la música en su vida?

Todavía me gusta tocar y escuchar música, y así es como me gano la vida. Pero ahora hay algo bastante diferente que ocupa el primer lugar en mi vida, como ustedes bien saben.

¿Cómo sucedió?

En enero de 1977 se unió al grupo un nuevo batería llamado Val. Tan pronto como supimos que era testigo de Jehová, concordamos en no inmiscuirnos en sus creencias, ya que la religión es una cuestión personal.

Fuimos de gira, y pronto nos dimos cuenta de que sus puntos de vista respecto a la moralidad, el tabaco y las fiestas religiosas diferían por completo de los nuestros. Esto condujo a animadas conversaciones casi diarias. Val usaba la Biblia para respondernos, y eso hizo aumentar mi interés.

¿Qué opinaba anteriormente de la religión?

En cierto modo, yo siempre había creído en Dios, pero nunca iba a la iglesia voluntariamente. Pensaba que solo se podía entender la Biblia si se había estudiado teología. No obstante, mi religión nunca había podido darme una base firme para tener fe, y sus clérigos me habían defraudado.

Por otro lado, Val sí podía responder a mis preguntas. Por ejemplo: cuando en otras ocasiones había discutido sobre de dónde salió la esposa de Caín, nunca había quedado convencido. Pero la explicación de que Caín se casó con una de sus hermanas verdaderamente me satisfizo. (Génesis 4:17; 5:4.)

Val me regaló una Biblia, e inmediatamente empecé a leerla. También leí publicaciones bíblicas que él me traía, y comencé a acosarlo con preguntas. Expliqué a Birgit, mi esposa, las maravillosas cosas que estaba aprendiendo, y para mi satisfacción, ella empezó a participar en nuestro estudio regular de la Biblia. Eso sucedía a finales de 1977.

Entonces, ¿valió la pena estudiar la Biblia?

Por supuesto que sí. Me hizo ver la respuesta a una importante cuestión que había discutido a menudo con mis amigos. Nunca habíamos llegado a una conclusión satisfactoria. Cada uno elaboró su propia filosofía de la vida.

Un hecho en el que no podía dejar de pensar es que uno nace, trabaja, logra algo y entonces muere. Pero, ¿es eso todo? ¿Qué propósito tiene la vida? Por ejemplo: algunos jóvenes enferman sin haber podido disfrutar a plenitud de la vida. Por supuesto, muchas personas se mantienen con la vaga esperanza de que hay algo después de la muerte. Pero esa idea no les da mucho consuelo. Además, me di cuenta de que la gente no podía zanjar ni las hostilidades que existen entre las superpotencias ni las que existen entre las mismas personas.

Me entusiasmó mucho descubrir cuánto puede aprender una persona de la Palabra de Dios, que fue escrita para nuestro beneficio. Esta no ofrece una esperanza vaga, sino una esperanza firme y bien fundada. El estudiar la Biblia me ayudó a no desesperarme como consecuencia de los problemas del mundo, e incluso me enseñó a enfrentarme a ellos.

Como Val vivía lejos, con el tiempo contactó con una pareja —Gerhard y Bárbara— que vivía cerca de nosotros para que nos visitase. Gerhard era músico como yo. Lo había visto alguna que otra vez mientras trabajaba en un estudio, pero quedé sorprendido al ver cuánto había cambiado.

¿A qué cambios se refiere?

Yo recordaba a Gerhard como un músico pop que llevaba el cabello largo, tenía un aspecto demacrado, tomaba drogas de vez en cuando y generalmente llevaba una vida relajada. Ahora había cambiado por completo, estaba casi irreconocible. Se le veía calmado, equilibrado y con una apariencia limpia y ordenada. Me impresionó mucho.

En seguida nos pusimos a estudiar la Biblia durante tres o cuatro horas a la semana con la ayuda del libro La verdad que lleva a vida eterna. Como yo ni fumaba ni tomaba drogas ni llevaba una vida inmoral, pensé que no tendría que hacer muchos cambios en mi vida. No obstante, a medida que fui conociendo a Dios, comprendí que los cristianos no son parte del mundo alejado de Él, y esto agudizó mi conciencia.

¿Qué fue lo que le atrajo de los testigos de Jehová?

Todavía recuerdo la primera vez que fuimos a un Salón del Reino. Aquellas personas eran muy diferentes de las que yo conocía. Se recibían con los brazos abiertos, e irradiaban amor, amistad... y armonía.

Todavía percibí más esto en la Asamblea Internacional “Fe Victoriosa” que se celebró en Múnich en 1978. Los asistentes también eran considerados y escuchaban atentamente el programa. Inmediatamente después de la asamblea, tuve que actuar ante un auditorio bávaro bastante “normal”. Durante la velada, algunos de los presentes, bajo la influencia del alcohol, terminaron a navajazos.

Había algo más que diferenciaba a los testigos de Jehová. El mundo se deshace en atenciones con las celebridades. Siempre que iba a algún sitio, rápidamente se corría la voz: “¡Ese es Ricky King!”. Pero eso no pasaba entre los Testigos. Dicho sea de paso, significa mucho para mí que me llamen por mi verdadero nombre. Únicamente utilizo mi nombre artístico —que está registrado en mi pasaporte y con el que puedo llevar a cabo operaciones comerciales— en relación con mi profesión.

Con el tiempo me di cuenta de que era necesario que efectuara más cambios. La música había sido mi vida. Todo giraba en torno a ella, y mi esposa se ajustó a ese estilo de vida. Pero ahora aprendí a no estar tan cabalmente absorto en la música, reconocí que no era lo más importante en la vida. Progresamos más y nos bautizamos como testigos de Jehová en 1979.

Por su propia experiencia, ¿puede decirnos algo sobre la influencia que ejerce la música en la gente?

Sí. La música apela a las emociones e inclinaciones, y puede intensificarlas. Algunos tipos de música tienen un efecto reconfortante y relajante, y dejan a la persona en un estado de ánimo amigable. Este tipo de música hace hincapié en la melodía y la armonía, no en el ritmo.

Pero también he visto cómo el rock duro ha creado un estado de ánimo agresivo y violento en los oyentes, y ha hecho que terminen peleándose delante del escenario. El palpitante ritmo de ese tipo de música mueve a la gente a dar rienda suelta a sus sentimientos.

¿Qué cree que debería tomarse en cuenta a la hora de escoger la música que uno escucha?

He tirado discos a la basura al enterarme de que promovían el espiritismo y la adoración de demonios. Normalmente esos discos se pueden reconocer por la funda o por la letra de las canciones.

Es un error subestimar la influencia que ejercen las letras de las canciones. Parece que los que las escriben tienen algo para satisfacer todos los gustos. Los grupos musicales jóvenes suelen componer canciones basadas en sus propios problemas personales. Estas atraen en gran manera a la juventud, y muchas veces los jóvenes se saben la letra de memoria. Esta les puede animar a probar la “libertad” de abusar de las drogas, excederse en el consumo del alcohol o practicar inmoralidad. De todas formas, hoy día esta tendencia hacia la permisividad ha perdido algo de fuerza, pues es obvio que el disfrute pleno de “libertad” ha acarreado sus propios problemas.

La música para distraerse y para bailar también puede despertar deseos incorrectos. El artista canta sobre la felicidad y la ternura, una cualidad que muchos oyentes tal vez piensen que falta en su pareja. Muchas veces, el cantante se identifica con lo que está cantando. Esta es la razón por la que algunos profesionales que conozco son los cantantes predilectos de las mujeres.

Una vez que alguien se ha sumergido en este mundo de fantasía, puede terminar idolatrando al artista. Quizás empiece de una manera algo inocente: pidiéndole un autógrafo como recuerdo. Pero algunas personas llegan a idealizarlo, y al ponerlo en un pedestal, lo convierten en un ídolo. Quizás cuelguen en la pared una fotografía de esa estrella y empiecen a vestirse y arreglarse de la misma manera, renunciando así a su propia personalidad. Y los cristianos tienen que tener presente que la adoración solo le pertenece a Dios.

¿Cómo se las arregla para combinar las obligaciones profesionales con las cristianas?

Si todavía tuviese que ganarme la vida haciendo giras con un grupo, no querría seguir siendo músico profesional. Antes, cuando tenía que viajar durante varias semanas seguidas, notaba que la presión del mundo se hacía más fuerte y que yo me debilitaba. Vi con cuánta urgencia necesitaba las reuniones cristianas semanales y la asociación con mis compañeros cristianos. Ahora que ha cambiado mi situación, puedo tener responsabilidades adicionales como anciano en la congregación local de los testigos de Jehová.

Ahora compongo y escribo en casa. Después se hacen las grabaciones en un estudio. A veces actúo en público en funciones de gala, lo que significa estar fuera de casa por un período de tiempo corto. Naturalmente, en Navidad y Año Nuevo, así como para el carnaval, no actúo en público, aunque en esas ocasiones es cuando los músicos perciben los mayores ingresos. Además, el estar constantemente ocupado tocando casi todas las noches perjudicaría mi fe, la cual tiene para mí un valor inestimable.

Me siento muy feliz de haber encontrado la esperanza bíblica de un justo nuevo sistema, y deseo transmitirla a tantas personas como me sea posible. Regularmente, llevo el mensaje del Reino de casa en casa en mi vecindario. Como puedo organizar mi propio horario, suelo conducir estudios bíblicos con personas interesadas durante las horas del mediodía. Mi esposa y yo nos sentimos satisfechos de haber podido ayudar a una familia de cuatro miembros a encontrar la verdad bíblica.

¿Cómo ve usted el futuro?

Cada vez que me paraba a pensar en la carrera de armamentos, el hambre, la contaminación ambiental y otros problemas del mundo —y pensaba que no existía una verdadera esperanza de que la situación cambiase—, me preguntaba si la vida tendría algún propósito. Ahora tengo un punto de vista diferente de las cosas, pues sé que Dios lo tiene todo bajo control. Como indica el Salmo 37:37, 38, el futuro de los que están del lado de Dios “será pacífico”, pero “el futuro de los inicuos verdaderamente será cortado”.

Las palabras registradas en Revelación 21:4 todavía me emocionan: “Y [Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. Esto significará el fin de las enfermedades y la muerte, sí, el fin de todas las “cosas anteriores” malas. Entonces, la Tierra llegará a ser un paraíso de paz.

Tal como el estudiar la Biblia trajo verdadera paz a mi vida, Dios igualmente hará que toda la creación disfrute de una pacífica armonía universal.—Una conversación con Hans Lingenfelder.

[Fotografía en la página 13]

Mi vida como músico empezó a cambiar en 1977

[Fotografía en la página 15]

Hans (guitarrista de la izquierda), junto a su esposa, disfrutando de compañerismo cristiano

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir