¿Quién tiene realmente la solución a los problemas de la humanidad?
“MADRE de la humanidad”... así es como Juan Pablo II ha definido a María en su reciente encíclica, repitiendo las palabras del concilio Vaticano II. Muchos católicos creen que María sigue y apoya a todos los creyentes, ayudándoles en todo momento de su vida. Por esta razón, muchos de ellos la invocan fervorosamente para que los proteja. Están convencidos de que en muchas ocasiones, la Virgen ha intervenido directamente para cambiar el curso de los asuntos humanos.
Según el libro Un anno di grazia con Maria, se elevan oraciones a María, que dicen: “Recuerda, oh misericordiosa Virgen María, que jamás se ha dicho en el mundo que los que buscan tu protección, imploran tu ayuda y piden tu patrocinio alguna vez hayan sido abandonados por ti”. Es digno de mención que por lo menos dos de las festividades marianas que aparecen en el “calendario litúrgico”, la del “Nombre de María” y “María del Rosario”, conmemoran victorias militares conseguidas gracias a la supuesta intervención de María. ¿Hemos de suponer que María sea nacionalista?
Es bastante normal y comprensible buscar el auxilio y la protección de alguien que pueda ayudarnos a resolver nuestros problemas. Pero, ¿está en armonía con la voluntad de Dios y con la Biblia el cifrar nuestra confianza en María e invocar su ayuda?
¿Quién tiene la solución?
Las ansiedades y los temores de nuestra generación están, como se ha dicho, entre las razones por las que el Papa ha proclamado un año mariano. La iglesia católica espera que si la gente centra su atención en María, la humanidad volverá a vivir en paz y armonía, y “de esta manera se resolverá el verdadero drama de este mundo”, según escribe un teólogo católico.
Hasta Jesús, en una de sus conocidas profecías, habló de un tiempo en que estarían “muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo”. (Lucas 21:25, 26, Biblia de Jerusalén.) La evidencia histórica indica que Jesús se refería a nuestros tiempos. Ahora vivimos en “los últimos días”. (2 Timoteo 3:1-5, BJ; Mateo, capítulo 24; Lucas, capítulo 21.) ¿Existe alguna manera de salir de esta crítica situación? ¿En quién deberíamos confiar para encontrar una solución a los angustiosos problemas de la humanidad? ¿Deberíamos cifrar nuestra confianza en María?
La verdadera solución
Dios ha dejado este asunto muy claro. En su Palabra, la Biblia, dice que no deberíamos cifrar nuestra confianza en ningún ser humano. (Salmo 49:6-9; 146:3.) Él exhorta a los que sufren al decirles: “Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos”. (Isaías 26:4.)
Pero, ¿cómo resolverá Jehová Dios los problemas de la humanidad? Por medio de su gobierno, su Reino en manos de Cristo Jesús. Este es el Reino por el que Jesús enseñó a orar en la oración del “padrenuestro”. (Mateo 6:9, 10.) Él tenía presente el Reino cuando, al hablar de las terribles condiciones que prevalecerían en los “últimos días”, dijo: “Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca”. (Lucas 21:28-32.)
¿Qué logrará este Reino? ¿Se producirá una conversión universal de todas las gentes, como esperan algunos movimientos católicos? No, la Biblia es muy clara en cuanto a esto. Jesús indicó que no todos se salvarían y que tampoco habría una conversión general de la gente. Él habló de un solo “camino que conduce a la vida” y dijo que “pocos” lo hallarían. (Mateo 7:13, 14.)
El Reino de Dios intervendrá para eliminar de raíz los problemas de la humanidad: guerras, escaseces de alimento, enfermedad, delito, mala gobernación y contaminación. (Salmo 46:9; 67:6; Proverbios 2:22; Isaías 33:24; Daniel 2:44.) Bajo ese Reino, habrá “abundancia de paz”. (Salmo 72:7.) Esta es la solución divina a los problemas de la humanidad, y como dice la Biblia: “Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser”. (Jeremías 17:7.)
No podemos esperar ver la solución a los graves problemas de nuestro mundo por medio de cifrar nuestra confianza en una criatura humana como María, sin importar lo fiel que haya sido. Es esencial que cifremos nuestra confianza en Jehová, mediante Cristo Jesús, y aceptemos su manera de enderezar los asuntos. La felicidad solo vendrá por medio del Reino de Dios.
Pero, ¿qué es exactamente este Reino? ¿Cómo funciona? ¿Qué resultados tangibles ha producido ya? Usted puede hallar las respuestas a estas preguntas mediante consultar a los que le proporcionaron esta revista.
[Ilustración en la página 10]
El Reino de Dios por medio de Cristo Jesús es la solución a los problemas de la humanidad