Hágase su propio arco iris

¿HA HECHO usted alguna vez su propio arco iris? ¿Ha pulverizado agua al aire en un día soleado y de repente se ha quedado admirado ante su propio arco iris en miniatura? Quizás no, pero seguro que cuando alguien ha exclamado: “¡Mira! ¡Un arco iris!”, se ha detenido a contemplarlo. Ese hermoso arco de colores nunca cesa de maravillarnos. Pero, ¿qué es exactamente un arco iris? ¿Cómo se forma?

Para ver un arco iris, tienen que presentarse tres situaciones básicas: que tenga el Sol a sus espaldas, que el ángulo que este forme con el horizonte no sea superior a 40 grados y que hacia donde usted mira haya lluvia. En condiciones ideales, realmente verá dos arcos iris: uno interior, con colores más brillantes, y otro exterior, que pudiera parecer difuminado. ¿Y cuántos colores verá? Técnicamente hay siete colores: violeta, añil, azul, verde, amarillo, anaranjado y rojo, aunque algunos expertos descartan el añil. Sin embargo, como los colores se mezclan un poco, la mayoría de las personas solo ven con claridad cuatro o cinco colores.

¿Cómo se producen los colores? Las gotas de lluvia actúan como pequeños prismas y espejos que refractan y reflejan los rayos de luz en sus diferentes colores. Cada observador ve un arco iris diferente. ¿A qué se debe? A que la posición de cada observador es distinta y, por lo tanto, también lo es el ángulo entre las gotas de lluvia y los rayos del Sol. Además, las gotas de lluvia que cada persona ve tampoco son las mismas. Por eso, cuando usted admira la belleza de un arco iris, en realidad está contemplando algo singular: su arco iris particular.