De hórreos a estadios
Por el corresponsal de ¡Despertad! en España
DESDE lo alto de las montañas hasta la orilla del mar, el paisaje gallego, del noroeste de España, se distingue por una construcción característica: el hórreo. Pocas son las casas de campo gallegas que no tienen uno. El hórreo, que acostumbra a ser de granito o madera, casi siempre está adornado con una cruz, por lo que sería fácil confundirlo con una sepultura familiar.
No obstante, cumple un propósito muy diferente. Se trata de un pequeño granero que se utiliza para mantener secas las cosechas de maíz, patatas y otros frutos durante los húmedos meses invernales. Los pilares en forma de hongo que lo sostienen sirven para burlar a los roedores, que con gusto se darían un festín con los productos que en él se guardan.
Sin embargo, hace treinta años que a cierto hórreo de la pequeña aldea de Xeoane se le quitó la cruz. (Véase la fotografía de arriba.) Este pequeño granero —de solo diez metros cuadrados— fue el primer lugar de reunión clandestino que los testigos de Jehová utilizaron en Galicia. En aquel reducido espacio, llegaron a congregarse hasta veintitrés Testigos, que acudían y se marchaban al amparo de la noche para evitar ser arrestados durante la dictadura de Franco.
Han transcurrido ya unas dos décadas desde que se les concedió la libertad religiosa en España a los testigos de Jehová. Recientemente los Testigos de Galicia celebraron su asamblea de distrito anual. La Voz de Galicia, un periódico regional, comentó lo siguiente:
“Como los antiguos cristianos se reunían en las catacumbas romanas para celebrar sus ceremonias, prohibidas por las autoridades, los primeros Testigos de Jehová de Galicia utilizaron, allá por los años cincuenta, un hórreo [...]. [Actualmente hay] cuatro mil [Testigos] en las cuatro provincias gallegas [...]. Esta vez el recinto, el pabellón municipal de deportes, es más amplio.” Desde luego, existe un gran abismo entre el pabellón de deportes y aquel humilde hórreo de antaño, y lo mismo sucede con la cantidad actual de Testigos en España, que asciende a unos 80.000, distribuidos en más de un millar de congregaciones.
[Fotografía en la página 24]
Gran asamblea celebrada en un estadio de fútbol de Barcelona