Un siglo sediento de noticias
LAS personas siempre han querido saber lo que sucede a su alrededor, y les gusta estar informadas al momento sobre cualquier acontecimiento. Un famoso mensajero fue el soldado que en el año 490 a. E.C. corrió unos cuarenta kilómetros hasta Atenas para anunciar la derrota de los ejércitos persas. Según se cuenta, tras llegar y anunciar la victoria conseguida en Maratón, falleció.
Hoy día, unos seiscientos millones de televisores y mil cuatrocientos millones de aparatos de radio transmiten a los hogares de todo el mundo noticias de sucesos ocurridos tan solo horas o minutos antes, y algunos hasta se ven en directo, mientras se están produciendo. Además, diariamente se imprimen cientos de millones de periódicos, así como decenas de millones de revistas en muchos idiomas para satisfacer a un mundo sediento de noticias.
El invento de la imprenta de caracteres móviles por Johannes Gutenberg hace menos de quinientos cincuenta años hizo posible la rápida difusión de noticias impresas. No obstante, los periódicos de aquel entonces tenían una circulación limitada y su elevado precio los hacía accesibles solo a la clase rica.
En poco tiempo se empezó a hablar de la libertad de prensa debido a que, por citar un ejemplo, la mayoría de las noticias que aparecían en la Gazette de Renaudot, publicación del siglo XVII que contaba con la aprobación del rey de Francia, reflejaban la voluntad del gobierno. Además, pocos periodistas de aquel tiempo se atrevían a desafiar a las autoridades de su país.
La búsqueda de noticias en la actualidad
A finales del siglo XIX, particularmente en Europa y Norteamérica, la mecanización de la imprenta y la circulación masiva de la prensa contribuyeron mucho al incremento de los medios de comunicación.
Pronto se comenzaron a emplear nuevas técnicas, en particular la radio, para difundir noticias al extranjero. Por ejemplo, en la revolución rusa de 1917, el transmisor de radio del crucero Aurora incitaba a la insurrección a los habitantes de Petrogrado (ahora Leningrado).
Durante la II Guerra Mundial, la radio se convirtió en un instrumento de propaganda poderoso, en especial para la Alemania nazi. En ese tiempo la BBC, organismo británico de radiodifusión con sede en Londres, también emitía noticias de los aliados por gran parte de Europa y del resto del mundo.
Aunque antes de la II Guerra Mundial ya se había experimentado con la televisión, la guerra retrasó su desarrollo. Sin embargo, pronto se convirtió en un importante medio informativo, y hoy día, centenares de millones de personas ven los programas de noticias en televisión.
En las últimas décadas la imprenta ha producido muchas publicaciones especializadas. Después de la II Guerra Mundial, se publicaron revistas semanales que comentaban las noticias. Las revistas dirigidas a los jóvenes, mujeres, personas jubiladas, deportistas y aficionados al bricolaje —por no mencionar las revistas semanales sobre los programas de televisión—, disfrutan de gran aceptación. Por ejemplo, en Francia cada año salen al mercado unas doscientas revistas nuevas.
Las noticias en el futuro
Hoy día, gracias a los enlaces de telecomunicaciones, ya se puede acceder a bancos de datos mediante terminales de vídeo. En la actualidad, los sistemas de televisión por cable y vía satélite ofrecen canales (como sucede en Estados Unidos) con boletines informativos las veinticuatro horas del día, y hay quien dice que en el futuro aumentarán por todo el mundo. En vista de todo esto, a este siglo XX bien se le puede llamar un siglo sediento de noticias. Sin embargo, ¿son siempre confiables? ¿Garantiza la diversidad de servicios informativos que las noticias sean fidedignas y objetivas?
[Ilustración en la página 4]
La imprenta de caracteres móviles inventada por Gutenberg representó un gran adelanto en la diseminación de noticias e ideas