Por qué ha permitido Dios el sufrimiento
“No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso. Corrígeme, oh Jehová.” (Jeremías 10:23, 24.)
ESTAS palabras se escribieron miles de años después de la creación del hombre. Jeremías reconoció que hasta sus días, la historia humana había sido una tragedia en comparación con el buen comienzo que Dios dio a nuestros primeros padres.
La observación de Jeremías se ha visto reforzada por el registro de más de 2.500 años de historia desde sus días. La desdicha humana incluso ha aumentado. ¿Qué se hizo mal?
Se abusa del libre albedrío
Nuestros primeros padres perdieron de vista el hecho de que no se les creó para que tuvieran éxito si se apartaban de Dios y Sus leyes. Decidieron independizarse de Dios pensando que su vida mejoraría. Pero al hacerlo abusaron de su libertad y se salieron de los límites que Dios había fijado a su libre albedrío. (Génesis, capítulo 3.)
¿Por qué no se limitó Dios a destruir a Adán y Eva y volver a empezar con otra pareja humana? Porque se había puesto en tela de juicio Su soberanía universal y Su manera de gobernar. Puesto que es el Dios Todopoderoso y el Creador de todos los seres vivos, tiene el derecho de gobernarlos y además, como es Omnisapiente, Su gobernación es la mejor para sus criaturas. Sin embargo, esta cuestión se había puesto en tela de juicio.
¿Podría irles mejor a los humanos sin que Dios les gobernara? El Creador ya sabía la respuesta. Pero una buena manera de hacer que las personas se enterasen fue permitiéndoles sin límite toda la libertad que quisieran. Así que una de las razones por las que Dios ha permitido la maldad y el sufrimiento ha sido para demostrar fuera de toda duda si la gobernación humana independiente de Dios puede tener éxito.a
Adán y Eva no solo se acarrearon sufrimiento a sí mismos sino también a su prole. ‘Segaron lo que sembraron.’ (Gálatas 6:7.) “Ellos han obrado ruinosamente por su propia cuenta; no son hijos de [Dios]; el defecto es de ellos mismos.” (Deuteronomio 32:5.)
A nuestros primeros padres se les advirtió que independizarse de la gobernación de Dios les conduciría a la muerte. (Génesis 2:17.) Y así fue, pues dejar a Dios, significó dejar su fuente de salud y vida. Entonces, empezaron a degenerar hasta que les sobrevino la muerte. (Génesis 3:19.)
Dios permitió tiempo suficiente para que la familia humana demostrase a cabalidad si aparte de la gobernación de Dios, algún sistema político, social o económico ideado por el hombre podría resultar totalmente satisfactorio. ¿Daría paso alguno de estos sistemas a un mundo feliz y pacífico, sin delito ni guerra? ¿Conseguiría prosperidad material para todos? ¿Vencería la enfermedad, la vejez y la muerte? La gobernación de Dios había sido concebida para lograrlo. (Génesis 1:26-31.)
Lo que el paso del tiempo ha demostrado
La historia pronto hizo que la humanidad se diese perfecta cuenta de la veracidad de las palabras registradas en Romanos 5:12: “La muerte se extendió a todos los hombres”. Este versículo explica que “por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado”. Cuando nuestros primeros padres se rebelaron contra la gobernación de Dios, se hicieron imperfectos, y eso fue todo lo que pudieron transmitir a su prole. Como resultado, todos nosotros hemos nacido imperfectos, proclives a la enfermedad y la muerte.
El paso del tiempo también ha puesto de manifiesto la forma tan pecaminosa en que se comportan las personas unas con otras. También se han producido guerras crueles demasiado numerosas para contarlas, odios étnicos y religiosos, inquisiciones, delitos espantosos de todo tipo y actos de egoísmo y codicia. Además, millones de personas han caído víctimas de la pobreza y el hambre.
Durante los pasados miles de años, la humanidad ha probado todo tipo imaginable de gobierno. Sin embargo, a la hora de satisfacer las necesidades del hombre, han fracasado uno tras otro. Recientemente en muchos países se han rechazado los gobiernos comunistas. Pero en las naciones democráticas hay delito desenfrenado, pobreza, inestabilidad económica y corrupción. En realidad, todas las formas de gobierno humano han resultado deficientes.
Además, Dios ha permitido tiempo para que la humanidad llegue a la cima de sus logros científicos y materiales. Pero, ¿puede calificarse de verdadero progreso el hecho de que el arco y la flecha se hayan reemplazado por misiles nucleares? ¿O que haya personas que viajen por el espacio y sin embargo no sean capaces de vivir juntos en paz en la Tierra? ¿O que millones de personas teman salir de sus casas por la noche debido a la delincuencia?
Lo que demuestra la prueba del tiempo es que los humanos no pueden ‘dirigir sus propios pasos’ con más éxito de lo que pueden vivir sin alimento, agua y aire. Se nos hizo para depender de la guía de nuestro Hacedor igual que del alimento, el agua y el aire. (Mateo 4:4.)
Por medio de permitir la maldad y el sufrimiento, Dios ha demostrado de una vez por todas los resultados lamentables de abusar del libre albedrío. Esta facultad es una dádiva tan preciosa que en lugar de quitársela a la humanidad, Dios ha permitido que las personas se den cuenta de lo que significa abusar de ella.
Respecto al libre albedrío, la publicación Statement of Principles of Conservative Judaism (Declaración de principios del judaísmo conservador) dice: “Si no existiese la posibilidad real de que la gente se equivocase a la hora de elegir entre el bien y el mal, el entero concepto de la elección carecería de sentido. [...] Gran parte del sufrimiento mundial es consecuencia directa de haber abusado del libre albedrío que se nos ha concedido”.
Sin duda Jeremías estaba en lo cierto cuando dijo: “No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso”. Y Salomón también tenía razón al afirmar que “el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo”. (Eclesiastés 8:9.)
Eso ilustra de forma contundente que el hombre es incapaz de erradicar el sufrimiento. Ni siquiera Salomón, con toda su sabiduría, riqueza y poder pudo contrarrestar la desdicha que proviene de la gobernación humana.
Entonces, ¿cómo pondrá Dios fin al sufrimiento? ¿Compensará algún día a los humanos por los sufrimientos del pasado?
[Nota a pie de página]
a Para analizar más a fondo todas las cuestiones implicadas, véanse los capítulos 11 y 12 del libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, publicado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract de Nueva York, Inc.
[Fotografía en la página 9]
Dios dio a la humanidad un comienzo perfecto, pero la historia muestra que los humanos no son capaces de ‘dirigir sus pasos’ con éxito independientemente de Dios