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  • Un nuevo mundo sin sufrimiento
  • ¡Despertad! 1990
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  • Se prefiguró en las profecías bíblicas
  • El pasado no les afectará
  • Una gobernación diferente
  • ‘La creación será libertada’
  • “Un tiempo señalado”
  • “Compensación”
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¡Despertad! 1990
g90 8/10 págs. 10-13

Un nuevo mundo sin sufrimiento

“Las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear.” (Isaías 65:17, 18.)

ESTAS palabras proféticas, inspiradas por Dios hace más de 2.700 años, permiten vislumbrar cómo será la vida en la Tierra en el futuro. ¿Cuándo? Después que Dios ponga fin al sistema de cosas actual. Muchas profecías bíblicas dejan claro que Dios se propone eliminar el sistema de cosas actual y reemplazarlo con un nuevo mundo donde no existirá el sufrimiento.

¡Qué diferente será la vida en ese nuevo mundo en comparación con la que ha habido durante toda la historia humana hasta ahora! La Palabra profética de Dios nos explica que no existirán las guerras, el delito, la pobreza y la injusticia. La enfermedad y la muerte habrán desaparecido para siempre. La gente ya no estará dividida por gobiernos, religiones o sistemas económicos que han demostrado su ineptitud. Lágrimas de gozo reemplazarán a las causadas por el pesar, porque la maldad y el sufrimiento habrán desaparecido para siempre.

Se prefiguró en las profecías bíblicas

Observe cómo las siguientes profecías bíblicas anunciaron esas condiciones:

No habrá más guerras: “Hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra.” (Salmo 46:9.) “No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.” (Isaías 2:4.)

Justicia para todos: “Haré del derecho el cordel de medir, y de la justicia el instrumento de nivelar.” (Isaías 28:17.)

No habrá temor: “Realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar.” (Miqueas 4:4.) “Realmente resultarán estar en su suelo en seguridad.” (Ezequiel 34:27.)

Se eliminará el hambre: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia.” (Salmo 72:16.) “El árbol del campo tendrá que dar su fruto, y la tierra misma dará su producto.” (Ezequiel 34:27.)

La vejez y la enfermedad ya no existirán: “Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.” (Job 33:25.) “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’.” (Isaías 33:24.)

La muerte, el lamento y el dolor habrán desaparecido para siempre: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (Revelación 21:4.)

El pasado no les afectará

El venidero nuevo mundo preparado por Dios será tan deleitable que ni siquiera el recuerdo desagradable de sufrimientos pasados podrá impedir que sus habitantes disfruten de la vida. Gran número de actividades y pensamientos edificantes que entonces formarán parte de la vida cotidiana de la gente borrarán poco a poco los malos recuerdos del pasado. La promesa de Dios es: “Las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón”. La gente estará ‘gozosa para siempre’ respecto a lo que Dios hará por toda la Tierra. “Toda la tierra ha entrado en descanso, ha quedado libre de disturbio. La gente se ha puesto alegre con clamores gozosos.” (Isaías 65:17, 18; 14:7.)

Hoy día, como expresa la Biblia, “la expectación pospuesta enferma el corazón”. Pero en el nuevo mundo la situación será totalmente distinta. En aquel tiempo “la cosa deseada [será] árbol de vida cuando sí [venga]”. (Proverbios 13:12.) Ya nunca más habrá tristeza en los corazones por causa del sufrimiento o de esperanzas que no se realizan. Por el contrario, estarán llenos de felicidad y de gozo debido a que Dios habrá provisto muchas cosas maravillosas para la familia humana.

Una gobernación diferente

El nuevo mundo tendrá una gobernación totalmente diferente a la instaurada por el hombre, independiente de Dios e insatisfactoria. Los hombres habrán perdido la autoridad para gobernar, y nunca más podrán hacerlo con independencia de Dios.

La profecía bíblica explica: “En los días de aquellos reyes [los gobernantes ahora en el poder] el Dios del cielo establecerá un reino [en el cielo] que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo [con lo que se acabará la gobernación humana]. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos [que ahora existen], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. (Daniel 2:44.)

Jesús enseñó a sus seguidores a orar por esa nueva gobernación de la Tierra cuando dijo: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra”. (Mateo 6:10.)

El nuevo gobierno de la humanidad será el gobierno celestial de Dios a través de Su Reino, que estará en manos de Cristo. Y en la Tierra, siervos leales de Dios administrarán los asuntos en armonía con Su dirección. (Isaías 32:1.) A este respecto, el apóstol Pedro habló de unos “nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar”. (2 Pedro 3:13.) El Reino constituye la enseñanza central de la Biblia.

‘La creación será libertada’

Esta nueva gobernación también tendrá dominio completo sobre las fuerzas de la naturaleza. Ya no habrá angustia a causa de desastres naturales como terremotos, huracanes, inundaciones o sequías. Jesús demostró que tenía poder para dominar la naturaleza. Por ejemplo, cuando en cierta ocasión la barca donde habían subido Jesús y sus discípulos estaba a punto de zozobrar por causa de una tempestad, él calmó el viento y el mar. Los discípulos dijeron asombrados: “¿Qué clase de persona es esta, que hasta los vientos y el mar le obedecen?”. (Mateo 8:23-27.)

De modo que la Tierra, así como la creación humana, disfrutará de una libertad sin igual. “La creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora.” (Romanos 8:21, 22.)

¿Podemos estar seguros de que la gobernación humana terminará pronto y que el nuevo gobierno de Dios asumirá la dirección de todos los asuntos de la Tierra? Sin duda alguna, porque el Soberano Universal ha dado Su palabra: “‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’; [...] hasta lo he hablado; también lo haré venir. Lo he formado, también lo haré”. (Isaías 46:10, 11.)

“Un tiempo señalado”

¿Cómo se producirá ese cambio? ¿Cuándo acontecerá? La Palabra de Dios asegura: “Para todo hay un tiempo señalado”. (Eclesiastés 3:1.) Por lo tanto, debe haber un tiempo señalado para que Dios diga “¡Basta!” y erradique la maldad y el sufrimiento. Daniel habló del “señalado tiempo del fin” (Daniel 8:19), y Jesús también mencionó un “tiempo señalado”. (Marcos 13:32, 33.)

Dios ha fijado un tiempo para intervenir en los asuntos humanos y acabar con el deplorable experimento de que los humanos gobiernen con independencia de Dios. “El Dios verdadero juzgará tanto al justo como al inicuo, porque hay un tiempo para todo asunto.” (Eclesiastés 3:17.) Y el cumplimiento de las profecías bíblicas indica que el tiempo asignado por Dios para permitir el sufrimiento está a punto de terminar. Cuando ese tiempo expire, Dios eliminará de la existencia al insatisfactorio sistema de gobernación humana que por miles de años ha traído tanto sufrimiento a la familia humana. (Mateo 24:3-14; 2 Timoteo 3:1-5, 13; Revelación 19:11-21.)

Cuando Dios ejecute Sus juicios, observe lo que les sucederá a los que se sometan a su gobernación, en contraste con los que no lo hagan: “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; [...] pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz”. “En cuanto a la prole de los inicuos, esta en verdad será cortada. Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.” “Vigila al exento de culpa y mantén a la vista al recto, porque el futuro de ese hombre será pacífico. Pero los transgresores mismos ciertamente serán aniquilados juntos.” (Salmo 37:10, 11, 28, 29, 37, 38; véanse también Proverbios 2:21, 22; Mateo 5:5.)

Pero, ¿y los miles de millones de personas que ya han muerto? ¿Cómo se beneficiarán de ese nuevo mundo? Mediante la resurrección, es decir, devolviéndoles la vida aquí en la Tierra. Regresarán de la tumba y tendrán la oportunidad de disfrutar de la vida para siempre. La Palabra de Dios garantiza: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.) Jesús demostró que así sería cuando resucitó a personas que habían muerto, como Lázaro y el hijo de la viuda de Naín. (Juan 11:38-44; Lucas 7:11-16.)

“Compensación”

¡Qué alentador es saber que Dios se propone quitar el sufrimiento e introducir un nuevo mundo justo! Piense en lo que significará vivir millones de años —para siempre— en salud y felicidad perfectas, en alrededores paradisiacos donde la maldad y el sufrimiento pertenecerán al pasado para siempre.

¿No concuerda usted en que esta “compensación” que Dios hará a la humanidad —a lo largo de toda la eternidad— supera con creces a los relativamente pocos miles de años que Dios ha permitido el sufrimiento? Y, ¿no vale eso también mucho más que los setenta u ochenta años de sufrimiento —o menos— que quizás hayamos aguantado personalmente durante nuestra vida?

Visión de largo alcance

Por Su visión de largo alcance, el Creador sabía que era vital zanjar primero ciertas cuestiones fundamentales: Su derecho a gobernar como el Soberano Universal y la legitimidad de Su gobernación. Era esencial asimismo zanjar la cuestión en cuanto al uso propio e impropio de la libertad de elección. También era necesario demostrar que Su creación es perfecta en el sentido de que los humanos que lealmente se someten a Sus justas leyes pueden mantener integridad a Él a pesar de la persecución y las pruebas procedentes de los gobernantes mundanos. El ejemplo sobresaliente de integridad lo puso Su propio Hijo, Jesús, cuando estuvo en la Tierra.

Una vez zanjadas todas las cuestiones, Dios no permitirá que la maldad y el sufrimiento reaparezcan para estropear el pacífico universo. “La angustia no se levantará una segunda vez.” (Nahúm 1:9.)

En el futuro, y por toda la eternidad, Dios podrá utilizar lo que ha sucedido durante estos últimos miles de años como un caso que sienta jurisprudencia en un tribunal supremo y si en alguna ocasión futura, en cualquier lugar del universo, volviesen a surgir preguntas tocante a la soberanía de Dios o el uso propio del libre albedrío, se aplicaría el precedente que se ha sentado.

¿Qué escogerá usted?

Hoy día nos encaramos a la decisión de cómo usar nuestro libre albedrío. Tenemos dos opciones: pasar por alto los propósitos de Dios, quedándonos satisfechos con la gobernación humana imperfecta y compartiendo su destino, o utilizar nuestra libertad de elección para conocer los propósitos de Dios y lo que necesitamos hacer para tener Su aprobación como súbditos devotos de Su Reino.

Jesús dijo a Dios en oración: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo”. (Juan 17:3.) De modo que si queremos vivir en el nuevo mundo, necesitamos esforzarnos por aprender la verdad acerca de Dios, Sus propósitos y Sus requisitos. Note cómo lo expresa la Biblia: “Jehová está con ustedes mientras ustedes resulten estar con él; y si lo buscan, se dejará hallar de ustedes; pero si lo dejan, él los dejará a ustedes”. (2 Crónicas 15:2.)

A este viejo mundo se le está acabando el tiempo pero se aproxima un nuevo sistema: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:17.) ¿Qué escogerá?: ¿el caduco viejo mundo, o el nuevo mundo que se acerca?

La Palabra de Dios dice: “He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él; porque él es tu vida y la longitud de tus días”. (Deuteronomio 30:19, 20.)

¿Desea usted disfrutar de las bendiciones que Dios tiene preparadas para quienes conformen su voluntad a la de Él? Los editores de esta revista o los testigos de Jehová de cualquier lugar del mundo tendrán mucho gusto en ayudarle gratuitamente a aprender más sobre este tema.

[Comentario en la página 12]

La resurrección dará a los muertos la oportunidad de vivir en el nuevo mundo de Dios

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