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g92 8/4 págs. 10-12

¿Son peligrosas las motocicletas?

Por el corresponsal de ¡Despertad! en Japón

SUSUMU iba tranquilamente en su motocicleta todoterreno cuando de repente vio un automóvil cruzar su carril. Lo siguiente que vio fue el tejado de una casa, pues el impacto le hizo salir despedido por los aires. Cayó de cabeza y sobre un hombro. Una grieta en la mitad del casco ponía de manifiesto la gravedad del golpe. Sobrevivió al accidente, pero se partió la pierna, que se le dobló en forma de u.

El accidente de Susumu no es único. El periódico canadiense The Globe and Mail informa que durante un año se hospitalizó a 166.000 americanos por accidentes de motocicleta. “Cuatro mil setecientos de estos murieron. Muchos otros quedaron lisiados para toda la vida.” En Canadá —dice la misma fuente⁠—, los accidentes de motocicleta se duplicaron en los últimos diez años. Y en Japón perdieron la vida 2.575 motociclistas en 1989. Más de un 70% de estos, excluyendo a los que iban en ciclomotor, eran jóvenes entre los dieciséis y veinticuatro años.

¿Qué revela una comparación entre estas cifras y las de los accidentes automovilísticos? Las compañías de seguros dicen que la cantidad de muertes de motociclistas es en algunos países unas nueve veces mayor que la de automovilistas por la misma distancia viajada. ¿Cuál es la causa de este mayor número de víctimas? Consumer Reports da tres razones: 1) Es más difícil ver una motocicleta que un automóvil. 2) La motocicleta ofrece poca o ninguna protección al conductor. 3) El control de la motocicleta requiere mucha habilidad —si patina, normalmente vuelca⁠—. No es de extrañar que la motocicleta sea para muchos un instrumento peligroso. Otros no están de acuerdo; dicen que ir en moto tiene sus ventajas. ¿Qué piensa usted?

Es cierto que la motocicleta es difícil de superar como medio de transporte económico. El ahorro de combustible es su gran ventaja. Con una motocicleta mediana —dice Consumer Reports⁠— se pueden recorrer de 25 a 30 kilómetros por cada litro de combustible. Además, solo tiene dos neumáticos. Otras ventajas son: facilidad de maniobra, de aparcamiento y el costo, menor que el de un automóvil. No obstante, hay quien puede permitirse el lujo de conducir un automóvil costoso y prefiere la motocicleta. ¿Por qué?

El atractivo principal

Muchos amantes de las motocicletas admiten que el atractivo principal es la excitación que produce conducirlas. “Puede que sea su sonido”, dice un entusiasta de ellas. El ruido sordo de una máquina inglesa de dos cilindros, el rugido de una japonesa multicilindro de dos tiempos o el zumbido de una multicilindro de cuatro tiempos, todas suenan como música a los oídos de los amantes de las motocicletas.

A otros motociclistas les atrae la sensación de libertad y de control. Uno de ellos dice: “Es excitante sentir la máquina debajo de ti, que va a responder a cada ligero cambio de dirección, se va a inclinar en las curvas y te va a llevar a tu destino con seguridad”. Esta mezcla de sonido, velocidad y libertad puede resultarle atractiva a usted. Pero hay un peligro. Esa excitación puede crear adicción.

Es un peligro en especial para los jóvenes. “Sientes miedo cuando ves una curva cerrada —dice un joven que pertenecía a una banda de motociclistas⁠—, pero la excitación que produce tomar la curva a alta velocidad sin patinar produce una gran satisfacción. Buscaba curvas cada vez más cerradas y las tomaba cada vez a más velocidad.” Yoshio, que había sido un fanático de las motocicletas, dice: “Solía conducir, lloviera o hiciera sol, porque me elevaba el ánimo. Para mí era como una droga”. Y Susumu, mencionado antes, dice: “No me importaba si me podía matar o no, tenía que conducir”. De modo que volvió a montar en motocicleta incluso antes de que le quitaran la escayola. Admite: “Estaba enganchado”.

“¿Debería conducir una motocicleta?”

Pondere los aspectos del atractivo y la seguridad cuando piense en montar en motocicleta. Además, si es un cristiano que valora una conciencia limpia y respeta la Biblia, hay también algunos textos que pueden serle de interés.

Proverbios 6:16, 17, por ejemplo, menciona siete cosas que Jehová detesta. Una de ellas es “manos que derraman sangre inocente”. Una ley que se dio a la antigua nación de Israel nos dice más acerca del punto de vista de Jehová sobre derramar sangre inocente. La ley era la siguiente: “Si un toro anteriormente hubiera tenido la costumbre de acornear, y ello se hubiera advertido al dueño, pero él no lo hubiera tenido bajo guardia, y este efectivamente hubiera dado muerte a un hombre o a una mujer, el toro ha de ser apedreado, y también ha de darse muerte a su dueño”. (Éxodo 21:29.) En otras palabras: somos responsables de nuestros bienes.

De modo que si piensa en comprarse una motocicleta, ¿cómo la conducirá y qué tipo escogerá? ¿Elegirá una máquina potente, potencialmente peligrosa, diseñada para ir a mucha velocidad y que suele tener accidentes fatales? En tal caso, ¿estará libre de culpa de sangre si tiene un accidente? Aun si no daña a otros, ¿qué puede decirse de su propia vida? ¿Mostrará respeto al don de la vida si toma las curvas a gran velocidad solo por la excitación de hacerlo?

Este principio también aplica al mantenimiento de su motocicleta si la tiene o la va a comprar. Su motocicleta puede convertirse en un ‘toro que acornea’ si no revisa los frenos periódicamente. Además, deberá comprobar la cadena y el motor cada vez que monte en su motocicleta. ¿Y qué se puede decir de las molestias que se causan a los vecinos por conducción imprudente y ruido elevado?

Si es un entusiasta de las motocicletas, puede que le encante el sonido del motor de su máquina, pero no todo el mundo comparte esos gustos. De hecho, algunas personas consideran que el ruido es tan molesto, que hasta han reaccionado con violencia. El periódico Nara Shimbun informa que en Japón un hombre airado arrojó un madero al paso de una motocicleta. El conductor, un joven de dieciséis años que pertenecía a una banda, murió. Otra persona, dijo el periódico Asahi Shimbun, colocó una cuerda tensada en una ruta frecuentada por bandas de motoristas. La cuerda golpeó en el cuello de un motorista joven, que murió ahogado. Y cuando el periódico invitó a los lectores a expresarse sobre la contaminación sónica que causan las motocicletas, algunos lectores apoyaron a los que atentaron contra los motoristas.

Por supuesto, la Biblia condena tales acciones violentas. No obstante, los motoristas no deberían provocar a otros pasando por zonas residenciales con motocicletas sin silenciador, como hacen a veces estas bandas. Al fin y al cabo, debería ser nuestro deseo cumplir la ley que Jesús dio a sus seguidores: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. (Mateo 22:39.)

Juicio sano

¿Quiere decir todo lo explicado que no se pueda montar en motocicleta? No, pero se requiere buen juicio. Para muchas personas una motocicleta es un modo asequible, conveniente y agradable de trasladarse de un lugar a otro. En algunos países, sin embargo, la gente usa la motocicleta sobre todo para divertirse. Puede ser divertido, pero sea prudente. No permita que la pasión por la velocidad anule su buen juicio.

Algunos que vivían solo para su motocicleta han cambiado. Ahora centran su vida en agradar a Dios. Yoshio, por ejemplo, solía conducir potentes motocicletas. Hoy dice: “Cuando conducía por excitación, solo me complacía a mí mismo. Ahora tengo el gozo de dar mientras trabajo como ministro cristiano”. Como sabe que no es capaz de controlarse cuando monta en moto, Yoshio no renueva su permiso de conducir.

Un joven que perteneció a una banda de motoristas de Hokkaido (Japón) recuerda: “Solía montar en motocicleta para presumir. Estaba muy metido en la droga como resultado de las malas compañías de las bandas”. Pero empezó a pensar en el futuro. Examinó varios grupos religiosos, y por fin halló la verdad al estudiar la Biblia con los testigos de Jehová.

¿Qué le sucedió a Susumu? El montar en moto ya no es para él el centro de la vida. Susumu, así como los dos entusiastas de las motocicletas antes mencionados, son ahora ministros cristianos de tiempo completo. Uno de ellos cambió su pesada motocicleta por un ciclomotor, que utiliza para llevar las verdades bíblicas a otras personas.

Sí, la motocicleta puede ser un buen medio de transporte, pero siempre debe utilizarse con cuidado y respetando los sentimientos de otros.

[Recuadro en la página 12]

CONSEJOS DE SEGURIDAD PARA LOS QUE VIAJAN EN MOTOCICLETA

▪ Conduzca con mucho cuidado: El cambio de dirección, la aceleración y el frenado requieren mucha práctica y un alto grado de coordinación.

▪ Evite el centro de los carriles: Ahí es donde se acumulan basuras y el aceite de los automóviles.

▪ Vaya bien equipado: Lleve casco. Los guantes, la chaqueta y las botas también son una protección.

▪ Lleve siempre encendida la luz delantera: Si las leyes de su país lo permiten, llévela encendida incluso de día. Le verán mejor otros conductores.

▪ Póngase cinta reflectante en el casco: Se ve mejor de noche.

▪ Conduzca a la defensiva: No espere que los automovilistas le den la preferencia.

▪ No conduzca una motocicleta bajo la influencia del alcohol o las drogas

▪ Escoja una motocicleta que pueda conducir bien

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