¿Tiene algún propósito la vida?
“‘¿Por qué estamos aquí?’ es la pregunta más importante a la que debe enfrentarse un ser humano. [...] Creo que la vida tiene significado a pesar de las muertes sin sentido que he visto. La muerte no tiene sentido, la vida sí.”
ESTAS palabras fueron escritas por Elie Wiesel, un escritor de renombre que sobrevivió a los campos de concentración nazis. Fue uno de los muchos que respondieron a la pregunta que planteó la revista Life: “¿Por qué estamos aquí?”. Aunque había visto el peor aspecto de la vida, estaba convencido de que esta tiene significado.
No obstante, no todos opinaron igual. Un taxista llamado José Martínez dio la siguiente respuesta: “Estamos aquí para morir, tan solo para vivir y morir. Conduzco un taxi, voy a pescar, salgo con mi novia, pago los impuestos, leo un poco y luego me preparo para caerme muerto. [...] La vida es una gran farsa”. Parece que para José la vida no tiene ningún significado, ningún propósito.
Lo sorprendente es que bastantes personas cultas parecían concordar más con el taxista que con el escritor. Los evolucionistas Richard E. Leakey y Roger Lewin explican en su libro Los orígenes del hombre: “Tal vez no sea la especie humana más que un espantoso error biológico, que se ha desarrollado hasta traspasar un punto en el que ya no puede prosperar en armonía consigo misma y con el mundo a su alrededor”. La vida humana, en su opinión, carece de sentido.
En esta misma línea, el evolucionista Stephen Jay Gould escribió: “Estamos aquí porque la peculiar anatomía de las aletas de un grupo aislado de peces permitió que se transformaran en patas de criaturas terrestres; [...] porque una especie pequeña y débil, que apareció en África hace un cuarto de millón de años, se las ha ingeniado hasta ahora para sobrevivir contra viento y marea. Puede que ansiemos una respuesta ‘más elevada’, pero no existe ninguna”. Para Gould, la vida humana es un accidente sin sentido.
Gould tiene razón al menos en un aspecto: muchas personas ansían una respuesta “más elevada” que la que él propone. En los momentos trágicos, muchos opinan como Jason, un jovencito de once años. Escribió lo siguiente respecto a la muerte de una niña amiga suya: “Cuando mi amiga Kim murió de cáncer, le pregunté a mi madre por qué Dios había hecho nacer a Kim si iba a hacer que muriese cuando solo tenía seis años”. Jason sabía instintivamente que la vida debería tener un propósito, y la lamentable muerte de su amiguita parecía frustrar dicho propósito.
La importancia de la pregunta
¿Es importante saber si la vida tiene algún propósito o no? ¿Es esta solo una pregunta filosófica, o debería interesarle? Muchas personas han vivido su vida sin pensar mucho en este asunto. Y si José Martínez tiene razón, puede que el proceder de esas personas haya sido el más sensato.
No obstante, si Elie Wiesel está en lo cierto y la vida sí tiene significado, entonces deberíamos tratar de descubrirlo. De lo contrario, podríamos perdernos la razón esencial por la que disfrutamos de la maravillosa experiencia de vivir. Sería como pasear por una galería de arte sin mirar los cuadros o como sentarse en un restaurante sin pedir que nos sirvan una comida.
¿Cómo podemos descubrir si la vida tiene algún propósito o no? En el siguiente artículo trataremos algunos puntos que nos ayudarán a resolver esta cuestión.