Del coco al bonote
Por el corresponsal de ¡Despertad! en la India
CASI todo el mundo sabe lo que es un coco. Pero ¿qué es el bonote? Es un regalo que viene con cada coco.
La deliciosa pulpa del coco, blanca y carnosa, está protegida por una cáscara dura y leñosa. Alrededor de dicha cáscara hay una cubierta fibrosa que algunas personas podrían considerar que no tiene utilidad. Pero en el sur de la India, donde abundan los cocos, se separan las fibras de la nuez y se remojan en agua durante un máximo de ocho meses. Luego se apalean a mano para reblandecerlas y se rastrillan a máquina hasta dejarlas esponjosas. La dorada fibra de coco que se obtiene así se denomina bonote.
El bonote se puede teñir de diferentes colores. Una vez teñido, se retuerce a mano para formar cordeles que luego se hilan. Utilizando telares manuales o mecánicos, el hilo de bonote acaba transformado en bonitos felpudos, mourzouks (gruesas alfombras de bonote), moquetas, esteras y revestimientos de paredes.
En todo el mundo existe demanda de productos de bonote, y con buena razón. Es una fibra duradera a la que no afecta la humedad; es resistente a las polillas, a la putrefacción y a los hongos; no genera electricidad estática y es incombustible. También es un excelente aislante térmico y acústico. ¡Cuántas cosas pueden hacerse con esa cubierta fibrosa que normalmente se desecha por no verle utilidad!
[Fotografías en la página 16]
Las fibras se remojan en agua durante un máximo de ocho meses
Felpudos de bonote teñido