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  • El plátano: una fruta extraordinaria
  • ¡Despertad! 1994
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  • Plantaciones
  • Cómo se cultivan
  • De la plantación a su mesa
  • Valor práctico y nutritivo
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¡Despertad! 1994
g94 8/4 págs. 26-28

El plátano: una fruta extraordinaria

POR EL CORRESPONSAL DE ¡DESPERTAD! EN HONDURAS

LOS griegos y los árabes lo llamaron “un árbol frutal extraordinario”. En el año 327 a.E.C., los ejércitos de Alejandro Magno lo hallaron en la India. Según una antigua leyenda, los sabios de la India descansaban a su sombra y comían de su fruto. Por eso se le ha llamado “la fruta de los sabios”. ¿A qué nos referimos? Nada menos que al plátano.

Pero, ¿cómo llegó el plátano de Asia al Caribe? Pues bien, los primeros comerciantes árabes llevaron las raíces del plátano, o banano, desde Asia hasta la costa oriental de África. Los exploradores portugueses descubrieron allí la planta en 1482 y se llevaron algunas raíces y su nombre africano, banana, a sus asentamientos en las islas Canarias. El siguiente paso sería cruzar el Atlántico rumbo al Nuevo Mundo, lo que ocurrió en 1516, pocos años después de los viajes de Colón. Los misioneros españoles llevaron el plátano a las islas del Caribe y al continente. Así, esta notable planta frutal tuvo que viajar por medio mundo antes de llegar a América Central y del Sur.

Se dice que en 1690 el plátano pasó por primera vez del Caribe a Nueva Inglaterra. Los puritanos cocinaron la extraña fruta y no les gustó. Sin embargo, en los países de América Central y del Sur, así como en otras tierras tropicales, millones de personas cocinan los plátanos verdes y los comen con placer.

Plantaciones

Entre 1870 y 1880, la posibilidad de exportar plátanos comenzó a interesar a algunos comerciantes europeos y norteamericanos. Con ese fin fundaron compañías y establecieron plantaciones, a las que llamaron fincas. A tal objeto, fue necesario que trabajadores e ingenieros limpiaran la jungla de vegetación, construyesen carreteras y abriesen líneas de ferrocarril y vías de comunicación. Se edificaron pueblos enteros: casas, escuelas e incluso hospitales para los trabajadores y sus familias. Se crearon compañías navieras para transportar los plátanos por todo el mundo. El crecimiento de la industria hizo que las compañías bananeras cada vez compraran más terreno en los países productores.

En la actualidad, los países latinoamericanos proveen el 90% de los plátanos que se consumen en Norteamérica. Brasil es el principal exportador. Honduras es el sexto, con un total de más de 1.000 millones de toneladas exportadas anualmente.

Cómo se cultivan

El plátano no es un árbol, pues no tiene un tronco leñoso. Más bien, es una herbácea gigante con un aspecto similar al de la palmera. El clima y el terreno determinan el crecimiento y el tamaño de la planta. El plátano crece mejor en climas húmedos y calurosos, y en un terreno fértil, arenoso y margoso que disponga de un buen drenaje. Para conseguir el mejor crecimiento, la temperatura no debe bajar en ningún momento de los 20 °C.

Para dar comienzo al cultivo de plátanos, se han de plantar primero los esquejes, llamados chupones, que se obtienen de la parte inferior de los tallos de plantas adultas. Se colocan en hoyos de 30 centímetros de profundidad y equidistantes 5 metros. En tres o cuatro semanas aparecen los retoños verdes, de los que salen las hojas en apretadas bandas espirales que poco a poco van abriéndose. El plátano crece muy deprisa, a un promedio de 3 centímetros al día. Después de diez meses la planta ha terminado su crecimiento y parece una palmera; su altura es de 3 a 6 metros.

Entre un manojo de hojas de una planta adulta se puede apreciar que brota un pedúnculo con un ápice floral de pequeñas hojas de color lila en el extremo. Tras esto aparecen racimos de pequeñas flores. Una planta produce un solo racimo de plátanos, que pesa entre 30 y 50 kilogramos y tiene de nueve a dieciséis racimos. Cada racimo, también llamado mano, produce entre diez y veinte plátanos, a los que se llama dedos.

Al principio los plátanos crecen hacia abajo, en dirección al suelo, después hacia el exterior y hacia arriba, lo que les da su famosa curvatura. ¿Cómo se les cuida y protege durante el crecimiento? En el momento adecuado un trabajador corta el pedúnculo para que los plátanos reciban toda la energía de la planta. Después cubre la fruta con una bolsa de polietileno para protegerla de los insectos. Como los plátanos crecen hacia arriba y se hacen muy pesados, se ata la planta a la base de otras plantas cercanas para evitar que el viento o el peso de la fruta hagan caer el árbol. Finalmente se coloca sobre la bolsa una cinta coloreada para indicar el momento en que la fruta estará lista para su recogida.

Diariamente varios aviones sobrevuelan la plantación para rociar las hojas de las plantas. De esta manera se las protege de tres enfermedades principales. Una es el mal de Panamá, causado por un hongo que mata ciertos tipos de plátanos; estos son reemplazados por otros tipos más resistentes a la enfermedad. Otra es el moko, una plaga provocada por bacterias; se logra controlar cortando las plantas afectadas y las flores que atraen a ciertos insectos transmisores. Y, por último, la sigatoka, que destruye las hojas de las plantas, pero que no daña el fruto si se rocía a tiempo con productos químicos adecuados. Los plátanos necesitan una gran cantidad de agua, que se les suministra con sistemas de riego por gravedad y aspersión a alta presión. También se ha de impedir que crezcan otros tipos de vegetación y mala hierba en la plantación.

De la plantación a su mesa

Cuando el color de la cinta indica que los plátanos están listos para la recolección, se procede a su medición a fin de estar seguros de que tienen el tamaño adecuado para cortarlos. Otro hecho destacable es que nunca se deja que los plátanos maduren en la planta, aunque vayan destinados al consumo local. ¿Por qué? Porque perderían su sabor. Antes de decidir cuándo recoger una cosecha, han de tenerse en cuenta la distancia a la que se exportarán y el medio de transporte que se va a utilizar. Llegado el momento, se corta el racimo con un machete y se envía a la instalación de procesado. ¿Qué se hace con la planta después de la recolección? Se corta y se utiliza para abonar las nuevas plantas que crecerán en su lugar.

En las instalaciones de procesado se lavan los plátanos, y aquellos que tienen alguna magulladura se separan para el consumo de los trabajadores y sus familias. Los plátanos pequeños se emplean como condimento para diversos productos y para alimentos infantiles. Los mejores plátanos se empaquetan en cajas de 18 kilogramos y se envían a su destino en buques y trenes frigoríficos.

En el muelle se comprueba la calidad de la fruta y se toma su temperatura. Una vez cortada, la fruta debe seguir verde hasta que llegue al mercado. Puesto que el plátano es un producto perecedero, se ha de recoger, transportar y vender en las tiendas en un período de diez a veinte días. La fruta se mantiene entre los 12 y los 13 °C para impedir que madure. Con los modernos medios de transporte se pueden enviar plátanos sin ningún problema desde América Central y del Sur a lugares tan distantes como Canadá y Europa.

Valor práctico y nutritivo

Existen cien variedades de plátanos, o más. El plátano enano es el más común, y se exporta principalmente a Europa, Canadá y Estados Unidos. En Honduras se pueden encontrar fácilmente otras variedades de plátanos más pequeñas y con una piel demasiado delgada para su exportación: el manzano (cambur) y el morado.

Las hojas del banano contienen fibras provechosas, a las que se dan varios usos en los países tropicales. Al visitar un mercado al aire libre, muchas veces se ven amontonadas en las calles las hojas de plátano, que se venden para envolver los deliciosos tamales, un plato muy popular en algunos países.

A muchos hondureños les gusta tomar una variedad de plátano de mayor tamaño en sus comidas. Un plato exquisito de la costa norte de Honduras es la machuca. Se prepara machacando el plátano verde en un mortero, se le añaden unas especias y posteriormente se cocina con carne de cangrejo en aceite de coco.

En Estados Unidos se consumen alrededor de 11.000 millones de plátanos al año. También se exporta una gran cantidad a Canadá, Gran Bretaña y otros países de Europa. ¿Cuál es el valor nutritivo de esta fruta? Es rica en vitaminas A y C, carbohidratos, fósforo y potasio.

El plátano se puede tomar de muchas maneras. Es ideal como aperitivo, acompañado de cereales, en macedonias de frutas, pasteles, tartas y, por supuesto, en su famosa versión banana split. Por eso, la próxima vez que coma un plátano, recuerde sus sobresalientes cualidades. Tiene su propia envoltura y es rico en vitaminas y minerales. Además, es posible que el plátano que deguste haya tenido que recorrer casi medio mundo para llegar a su mesa.

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