Los vivaces y molestos loros de Australia
CUALQUIER visitante ocasional de Australia tiene motivos para creer que una bandada de aves tropicales exóticas se ha escapado del zoológico o del aviario. Criaturas que en otros países solo se verían en cautividad, aquí vuelan libres por el jardín. Esto es cierto especialmente en lo que toca al loro australiano, nombre que engloba una gran variedad de aves policromas y vocingleras.
El orden de los loros comprende unas trescientas treinta especies distribuidas por todos los continentes, a excepción de la Antártida, por debajo de los 20 grados de latitud norte. Aunque no todas ellas se encuentran en Australia, en esta tierra hay suficientes como para hacer sentir su presencia. A la familia de los loros pertenecen los periquitos, las cacatúas y los loritos, especialistas en néctar. En Australia, algunas veces parece que estas vistosas aves están por doquier.
A decir verdad, esa fue la impresión que nos dio la visita a Nueva Gales del Sur. En ocasiones había docenas de periquitos alimentándose en el prado, sobre todo durante las primeras horas de la mañana y al caer la noche. También vimos en las transitadas calles cacatúas rosadas, cuyo estridente chillido no es nada melodioso. Esta especie, una de las más populares de Australia, se establece en grandes bandos en los pueblos y ciudades. Su hábito de posarse sobre las líneas telefónicas y los cables de la electricidad ha provocado más de una falla en las comunicaciones del interior de esta isla-continente. El macho y la hembra permanecen juntos durante toda la vida. Hacen su nido en las oquedades de los árboles y lo defienden con valentía de los intrusos. Por desgracia, “se han multiplicado tanto que se las cataloga como una plaga para la agricultura”. (The Cambridge Encyclopedia of Ornithology.)
En un parque público, los loritos rosella venían y se alimentaban de nuestra mano. Obviamente sabían dónde conseguir un bocado, y la multitud de turistas no los intimidaban en absoluto. Con todas aquellas dóciles aves a nuestro alrededor, el lugar presentaba un aspecto paradisíaco.
Quizás nuestra mayor sorpresa fue ver a las grandes cacatúas crestiamarillas volando sobre nosotros. El distintivo penacho de plumas amarillas que tienen en la cabeza justifica su nombre. Dice la Enciclopedia ilustrada de las aves (dirigida por Christopher M. Perrins): “Mientras la bandada se alimenta en el suelo, unas cuantas aves permanecen como centinelas en los árboles cercanos y advierten del peligro con gritos fuertes y roncos”. La presencia de una cacatúa en el vecindario se detecta de inmediato.
¿Qué hace a los loros criaturas tan particulares? El hombre se ha aficionado a ellos a lo largo de los siglos debido a su capacidad para reproducir la voz humana. ¿Remedan también los cantos de otros pájaros? La primera obra citada contesta: “A pesar de que las bandadas de loros silvestres son muy bulliciosas, no hay indicios de que imiten a otras especies, por lo que todavía no se ha encontrado explicación a su facultad para ‘hablar’”. Cuando de imitar a otras aves se trata, nadie iguala al sinsonte común o burlón de Norteamérica.
En casi todos los lugares del mundo hay aves, pero ¿se fija usted en ellas? ¿Las observa? ¿Conoce las que frecuentan su vecindario? ¿Puede distinguir sus variados dibujos cromáticos, llamadas y cantos? ¿Ha notado los diferentes patrones de vuelo que siguen? Todo ello sin duda constituye una fascinante materia de estudio.
Con más de nueve mil trescientas especies de aves que estudiar, sin mencionar todas las demás maravillas que nos rodean, ¿quién puede afirmar con razón que la vida eterna será aburrida? Cuanto más haya que aprender, tanta mayor razón habrá para alabar al Creador. ¡Qué agradecidos podemos estar de que Dios juzgara bueno incluir las ‘criaturas voladoras aladas’ en su creación! (Génesis 1:20-23; Job 39:26, 27; Revelación [Apocalipsis] 4:11.)
[Fotografía en la página 16]
Cacatúa crestiamarilla
[Reconocimiento]
Por cortesía de Australian International Public Affairs
[Fotografías en la página 15]
Cacatúa rosada y (arriba) lorito rosella
[Reconocimiento]
Por cortesía de Australian International Public Affairs