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  • ¡Despertad! 1995
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¡Despertad! 1995
g95 8/3 pág. 30

De nuestros lectores

Malos modales Que yo recuerde, mis modales siempre fueron malos. Hasta hubo ocasiones en que me enorgullecí de no emplear fórmulas de cortesía y consideración, como “gracias”, “perdón” o “lo siento”. Entonces leí el artículo “La pérdida de los modales” (22 de julio de 1994), junto con los pasajes bíblicos allí citados, y aprendí que Dios es cortés en todo momento al tratar con sus súbditos, y que cuando pide algo, a menudo añade la frase “por favor”. Quedé muy sorprendido al verificarlo en la Biblia, y esto me ha animado a tratar de imitar a Dios. Un millón de gracias.

M. E. J., Nigeria

Me gustó mucho el artículo. Los modales y el respeto a la propiedad y los derechos ajenos están estrechamente relacionados. Algunas veces, cuando uno invita amigos a casa, sus hijos creen que tienen derecho a hacer lo que les plazca: meterse en las habitaciones, hurgar en los cajones y el refrigerador, etc.

G. W., Estados Unidos

Toda oración del artículo revestía importancia. Era justo lo que necesitaba para educar a mis dos hijos adolescentes. Me di cuenta de que había muchos detalles de urbanidad que no les había enseñado. Ahora conozco esos hermosos detalles y sé cómo ponerlos en práctica.

P. H., Estados Unidos

El metro de Moscú Hace poco leí el artículo “Los imponentes palacios subterráneos de Moscú” (22 de junio de 1994). Siempre he deseado viajar al extranjero, y encuentro que la lectura de este tipo de artículos me transporta a esos lugares.

J. H., Nueva Zelanda

Visité Moscú con motivo de la asamblea de los testigos de Jehová que se celebró recientemente en esa ciudad. Pasé mucho tiempo viajando en el metro, sin saber entonces que estaba ante uno de los trenes subterráneos más bellos e importantes del mundo. Disfruté mucho el artículo.

P. M., Finlandia

¿Francotiradores? En el artículo “Mis reflexiones como historiador militar”, el escritor narra la entrada a París tras ser liberada al final de la II Guerra Mundial (22 de abril de 1993). Afirma que tuvo que saltar varias veces del vehículo todoterreno en que viajaba para protegerse de las balas de los francotiradores, ¡y nada menos que en la más célebre de las calles parisinas! París nunca fue “liberada”, sino que el general alemán Dietrich von Choltitz desatendió las órdenes y se rindió sin luchar.

A. W., Italia

El autor estaba relatando sus memorias, y los incidentes referidos los han corroborado otros testigos oculares historiadores. Por ejemplo, el libro “Liberation”, del historiador militar Martin Blumenson, reconoce que, aun cuando von Choltitz desobedeció la orden de Hitler de incendiar la capital francesa, sí ocurrieron serios combates entre los soldados alemanes y las tropas de Francia y Estados Unidos en los días previos a la rendición. El detalle de los enfrentamientos en los Campos Elíseos —“la más célebre de las calles parisinas”— ha sido igualmente confirmado por otros historiadores. Véase “Six Armies in Normandy—From D-Day to the Liberation of Paris” (Seis ejércitos en Normandía. Del día D a la liberación de París), de John Keegan.—La dirección.

Controversia médica Tengo 12 años. Al leer el artículo “Ni magos ni dioses” (8 de mayo de 1994), me complació ver que una cristiana joven, como yo, hiciera frente a los médicos y cirujanos del hospital y se ‘abstuviera de sangre’. (Hechos 15:20.)

P. M. H., Estados Unidos

Tengo 19 años. La experiencia de Mercy Uwasi ha robustecido mi fe. Me ha hecho comprender que la lealtad a Jehová no depende de la edad, sino del amor profundo que le tengamos a él. Ahora estoy más decidida que nunca a seguir siendo leal a Jehová.

S. M., África del Sur

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