Se ganará la batalla contra los desastres
LAS iniciativas de las Naciones Unidas y de los gobiernos individuales para mitigar los efectos de los desastres naturales son realmente loables. Proyectos como el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales son muestra de que la humanidad no tiene por qué estar indefensa ante tales calamidades. Si los ciudadanos, las comunidades y los gobiernos toman las debidas medidas, pueden salvarse muchas vidas.
Esto es muy interesante, pues la Biblia nos dice que pronto se producirá un cambio en la supervisión gubernamental de la humanidad. Desde los días de Jesús, los cristianos han orado el padrenuestro, que dice en parte: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra”. (Mateo 6:9, 10.) El Reino de Dios es un verdadero gobierno, y de acuerdo con la profecía bíblica, muy pronto “triturará y pondrá fin a todos estos reinos [humanos], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. (Daniel 2:44.) Imagínese a toda la humanidad bajo un solo gobierno perfecto. ¡Qué cambio supondrá eso!
Si los gobiernos actuales ven la necesidad de tomar medidas para que los peligros naturales no se conviertan en desastres naturales, con cuánta más razón velará el gobierno de Dios para que sus súbditos nunca sean víctimas de tales catástrofes. El Reino de Dios traerá paz permanente a este planeta por primera vez desde que Caín mató a Abel. Bajo dicho Reino, “los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz”. (Salmo 37:11.) El Reino educará a la humanidad de tal modo que, literalmente, ‘todas las personas serán enseñadas por Jehová, y su paz será abundante’. (Isaías 54:13.)
Hoy día, la mayoría de las víctimas de los desastres naturales son personas pobres. Sin embargo, bajo el Reino de Dios, con supervisión perfecta y educación apropiada, la humanidad no se verá afectada por la pobreza. El profeta Isaías lo predijo de una manera que sus contemporáneos pudieran entenderlo: “Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite, llenos de médula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado”. (Isaías 25:6.) En efecto, un banquete de manjares. El salmista detalló un poco más cómo será la vida bajo la gobernación del Reino: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia. El fruto de él será como en el Líbano, y los que son de la ciudad florecerán como la vegetación de la tierra”. (Salmo 72:16.)
Es obvio que la lucha del hombre contra los desastres naturales habrá terminado. Con la dirección del espíritu de Dios y la supervisión de Su Reino, las personas temerosas de Dios habrán ganado la batalla. ¡Qué alivio!