Una escuela que tiene éxito en todo el mundo
NO SE trata de una escuela privada cara o de una prestigiosa universidad a la que solo puede asistir un grupo selecto. No, esta escuela no cobra a sus estudiantes. Es probable que sus clases se celebren cerca de donde usted vive. Se llama Escuela del Ministerio Teocrático, y las clases se imparten en los centros de reunión de los testigos de Jehová. A esta escuela asisten unos cinco millones de personas por todo el mundo.
A continuación le explicaremos cuáles son los requisitos para matricularse, cuál es su programa, cómo se lleva a cabo y cómo se benefician sus estudiantes.
Los requisitos
Aunque todo el mundo puede asistir a la Escuela del Ministerio Teocrático, quienes se matriculan deben vivir en conformidad con las enseñanzas de su principal libro de texto: la Biblia. Se exige que su vida esté a la altura de los requisitos morales de la Palabra de Dios. De modo que los estudiantes no pueden llevar vidas inmorales: no pueden ser ladrones, borrachos, fornicadores, fumadores y así por el estilo. (1 Corintios 6:9-11.)
Aunque hoy en día muchas escuelas han abandonado las normas en cuanto a la vestimenta, se espera que los estudiantes matriculados en la Escuela del Ministerio Teocrático se vistan con ropa modesta y limpia. (1 Timoteo 2:9, 10.) No hay requisito de edad para esta escuela. Se matriculan y presentan asignaciones periódicamente tanto niños de cuatro o cinco años que saben leer, como hombres y mujeres de más de 90 años.
Estructura y plan de estudios
A fin de facilitar la asistencia, las sesiones de la Escuela del Ministerio Teocrático, que duran cuarenta y cinco minutos, suelen celebrarse casi siempre una noche entre semana. Después de breves comentarios de bienvenida por parte del instructor, el primer orador de la noche presenta un discurso que dura de diez a quince minutos, basado en uno de los libros de texto. En ocasiones dedica de tres a cinco minutos a hacer un repaso oral de la información que ha presentado.
A continuación, un maestro cualificado destaca los puntos sobresalientes de la asignación semanal de lectura de la Biblia, que normalmente abarca de dos a cuatro capítulos. Este repaso dura seis minutos. Los estudiantes que siguen este programa semanal de lectura, con el tiempo leen toda la Biblia.
Después se presentan tres asignaciones de los estudiantes, cada una de las cuales se limita a cinco minutos. Una de ellas consiste en leer una porción de la lectura asignada de la Biblia para esa semana. Las otras dos se basan en secciones de otros libros de texto; se anima a todos los estudiantes a repasar esta información a fin de prepararse para la clase. Después de cada una de estas asignaciones, el instructor de la escuela da encomio acompañado muchas veces de sugerencias para mejorar.
El consejo del instructor de la escuela se basa en la publicación Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático, y se espera que todos lo estudien a fondo. Con el objetivo de mejorar en alguna cualidad específica de la oratoria, puede pedírsele al estudiante que repase un capítulo del libro, como “Contacto con el auditorio y uso de notas”, “Ilustraciones adecuadas”, “Uso de repetición y ademanes” y “Énfasis que comunica sentido y modulación”.
En algunas comunidades se ofrece un curso de alfabetización y perfeccionamiento de la lectura, que es una extensión de la Escuela del Ministerio Teocrático. Decenas de miles de personas han aprendido a leer o han mejorado su lectura en estas clases de alfabetización. Por ejemplo, entre 1946 y 1994 se enseñó a leer a 127.000 personas en México.
Ayuda a millones de personas
Por todo el mundo la Escuela del Ministerio Teocrático ayuda a los padres a impartir una buena educación a sus hijos. Moriah, de 16 años, dijo: “He aprendido a buscar información y a ensayar mis presentaciones. Ahora todas las asignaciones que me ponen en el instituto son pan comido”.
Matthew, un muchacho de 15 años de edad que se matriculó en la Escuela del Ministerio a los siete, comentó: “Cuento con una gran ventaja respecto a mis compañeros en lo que se refiere a logro académico. He desarrollado la habilidad de estudiar y escuchar, así como la capacidad de presentar buenos discursos”. Su hermano Phil, de 17 años, añadió: “La Escuela del Ministerio Teocrático me ha dado más confianza. Sé que si me dan una asignación, puedo hacerla”.
La Escuela del Ministerio Teocrático también educa a personas adultas. Michael, que ha logrado la meta de presentar discursos ante directivos, explicó: “Cuando me matriculé era extremadamente tímido, pero ya no lo soy. Esta escuela me ha proporcionado el entorno seguro, el conocimiento, la habilidad y el ánimo que necesitaba para salir de mi caparazón”. Un padre comentó: “Creo que en esta escuela he recuperado las oportunidades de aprender que perdí cuando era joven”.
En una pequeña aldea de Latinoamérica, los miembros del Departamento de Educación asistieron a la Escuela del Ministerio Teocrático. Después de escuchar al orador local, uno de los visitantes, que era director de una escuela, exclamó: “Me parece imposible que este hombre, al que siempre hemos considerado un ignorante, hable en español [en lugar de su lengua nativa], y mucho más sorprendente, que hable ante un auditorio; pero así es”.
No cabe duda de que la Escuela del Ministerio Teocrático es una de las mejores escuelas del mundo. Puede ayudar tanto a jóvenes como a mayores a obtener una buena educación. Como dijo un joven: “Recomiendo a todo aquel que está pensando matricularse en la escuela, que lo haga sin demora”.
[Fotografía en la página 13]
La Escuela del Ministerio Teocrático está ayudando a millones de personas a obtener una buena educación