¿De qué país se trata?
Por lo común, la gente del mundo desarrollado piensa que el soborno, la corrupción y la pobreza son males endémicos de los países de África y América Latina. Pues bien, ¿a qué nación se refiere la siguiente cita?
“Los ministros del gobierno mienten, los hombres de negocios van a la cárcel por corrupción, los servidores públicos son sorprendidos aceptando sobornos, la política cae en el descrédito y [a los políticos] se los considera individuos ruines, bebedores inveterados y obsesos sexuales. Los asaltos están de vuelta en todo el país. [...] El delito en todas sus formas ha venido acompañado de una ola de corrupción en la industria, las finanzas y los servicios públicos. [...] Once millones de personas carecen actualmente de tres o más artículos de primera necesidad [...] y la cantidad de ciudadanos que viven en la pobreza —que carecen de siete o más artículos de primera necesidad— se ha incrementado de 2,5 millones a 3,5 millones.”—Phillip Knightley, de The Australian Magazine.
¿Acertó? Se trata de Gran Bretaña. Pero este lamentable comentario de actualidad bien podría referirse a decenas de países. ¡Con cuánta urgencia necesitamos todos un gobierno bueno, honrado y justo! Sí, todos necesitamos la gobernación de Dios mediante el reinado que Jesús enseñó a sus discípulos a pedir en oración cuando dijo: “Venga tu reino”. (Mateo 6:10.)