De nuestros lectores
La búsqueda de un hijo adoptivo Quiero agradecerles la experiencia titulada “Una sorpresa emocionante” (22 de febrero de 1997). Me conmovió mucho este relato de un hijo que al conocer a su verdadera madre descubrió que era también su hermana espiritual.
M. G. D., Italia
Con lágrimas terminé la lectura de la vida de Dana Folz. Tengo un hermano que fue adoptado y conoció a su madre siendo mayor, aunque no fue un encuentro feliz. Aún hoy, tiene que luchar contra la rebeldía y los sentimientos encontrados hacia la familia. El artículo me hizo ver lo importante que es demostrarle paciencia y amor.
M. D. L., República Argentina
Encontré su revista en el cuarto de baño de un negocio de la localidad. Tenía una de las historias más conmovedoras que he leído. En más de una ocasión me han planteado la siguiente pregunta: “Si se concibiera un niño como resultado de una violación, ¿no aprobaría usted el aborto?”. El emocionante drama de la vida real de Dana Folz constituye el llamamiento más elocuente en pro del no nacido.
M. P., Estados Unidos
El crimen organizado Soy asesor en materia de seguridad y miembro de un comité de enlace entre la policía y la comunidad. Me parecieron muy valiosas las sugerencias que dieron para proteger a la familia de la delincuencia. (“¿Cómo nos afecta el crimen organizado?”, del número del 8 de marzo de 1997.) Hice circular la revista entre los demás miembros del comité. Es reconfortante saber que algún día habrá un mundo sin delincuencia.
C. E. J. A., Nigeria
Puesto que doy clases bíblicas a un hombre que ha tenido nexos con el crimen organizado durante los últimos once años, los artículos me fueron muy útiles. Explicaron con exactitud lo difícil que es poner fin a tales lazos. Aun así, con la ayuda de Jehová, este hombre puede lograrlo si se lo propone.
A. M., Estados Unidos
Las flores Tengo 10 años y quiero darles las gracias por el artículo “Muestre su cariño con flores” (8 de marzo de 1997). Aprendí a cuidar las flores para que duraran más.
L. C., Italia
Desde hacía años quería saber cómo conservar las flores, pues soy muy aficionado a ellas. Sin embargo, siempre se me marchitaban rápidamente. Las sugerencias de la revista ¡Despertad! me han ayudado mucho. Estoy muy agradecido por el trabajo que ustedes efectúan.
J. P., México
El nacimiento de las estrellas El artículo “Nacimiento de estrellas en un ‘nido de águila’” (8 de marzo de 1997) me conmovió profundamente, pues me impelió a reflexionar sobre la belleza virginal de las creaciones de Jehová Dios.
J. A., Australia
La adopción El artículo “Un ruego de todo corazón” (8 de marzo de 1997) tiene particular significado para mí. A los 19 años era madre soltera, por lo que mi madre se disgustó mucho, se resintió conmigo y me manifestó que la presencia del niño no era grata. Decidí que, por su propio bien, lo mejor era entregarlo en adopción. Con el tiempo, abracé el cristianismo y, durante quince años le pedí a Dios que pudiera localizar a mi hijo. Por fin mi oración recibió respuesta, y logré reunirme con él y hablarle de las buenas nuevas. Fue muy comprensivo conmigo cuando se enteró de las circunstancias que me habían obligado a darlo en adopción. A las mujeres que se encuentran en una situación semejante a la mía les recomiendo que sigan orando a Jehová. Quizás logren reunirse con sus hijos. Aun en el caso de que eso no suceda, Dios sosegará su mente y corazón si confían plenamente en él.
G. S., Estados Unidos