De nuestros lectores
Internet Estudio ingeniería informática, y quiero felicitarlos por la serie “¿Le conviene utilizar Internet?” (22 de julio de 1997). Los artículos fueron concisos, informativos y científicamente exactos. Ustedes no comparten los prejuicios y la alarma absurdos que han envuelto a Internet. Al mismo tiempo, no ocultan los peligros verdaderos.
L. E., Italia
Doy clases de informática y, para mantenerme al día, suelo comprar revistas sobre el tema. Ninguna ha tenido el suficiente valor para exponer con tanta franqueza los pros y los contras de Internet.
A. A. S., Brasil
Llevaba algún tiempo oyendo mucho acerca de Internet, pero era una cuestión que no entendía bien. La serie que publicaron la explicó de una manera muy sencilla y fácil de comprender.
A. H., India
Escribieron de una forma que hasta los lectores con muy poco o ningún conocimiento de la World Wide Web (Telaraña Mundial) pueden entender. Además, nos han ayudado a pararnos a pensar en el costo de utilizar dicho servicio.
E. K., Etiopía
Cargar con las culpas Tengo 15 años, y el artículo “Los jóvenes preguntan. . . ¿Por qué me echan siempre la culpa?” (22 de julio de 1997) me hizo llorar. Soy el más pequeño de la casa, y todo el tiempo me están molestando. Gracias por escribir sobre este asunto.
N. H., Estados Unidos
Valle del Rift Fue para mí un placer excepcional leer y releer el artículo “El Gran Valle del Rift” (22 de julio de 1997). Fue como ir de safari. Cuando mi esposo trabajó en África, tuve la oportunidad de hacer un viaje al sur de Tanzania. No pude despegar la cara de los cristales del Land Rover. Hay tanta vida y color en África; aquello se grabó indeleblemente en mi memoria.
B. S., Canadá
El bien de los hijos Quiero agradecerles la magnífica serie “Vele por el bien de sus hijos” (8 de agosto de 1997). Me pareció muy práctica y animadora. Tengo un hijo de tres años, y el artículo me ayudó a entender su manera de ver las cosas y a mejorar mi forma de disciplinarlo. Doy sinceras gracias a Jehová por esos artículos.
P. S., Italia
El artículo “Palabras duras, ánimos abatidos” me conmovió. Toda mi vida he sido muy crítica conmigo misma. Me alegra ver que, amorosamente, ustedes tratan de ayudar a todos aquellos que han sufrido mucho, en lugar de juzgarlos con dureza. Que Jehová siga bendiciéndolos y guiando la redacción de artículos tan provechosos y tranquilizadores.
L. D., Canadá
Espero que los artículos sirvan para que otras personas se den cuenta de cuáles son las verdaderas causas de gran parte del desconcierto interior que muchos de nosotros hemos experimentado. Gracias por tratar este tema.
L. B., Estados Unidos
Este tipo de artículos me ayudan a efectuar mejor mi trabajo de maestra de párvulos. Un millón de gracias por mantenernos al día y por ayudarnos a mejorar.
G. R., México
Los artículos me dieron algo de esperanza. Provengo de una familia con problemas, y a menudo me cuesta sentirme digna de servir a Jehová y de cuidar a mi pequeña hija. Haré lo que pueda por aplicar las sugerencias del artículo. Gracias por su interés.
A. A., Estados Unidos