De nuestros lectores

Los niños y la guerra Leí con profunda tristeza la serie “Los efectos de la guerra en los niños” (22 de octubre de 1997). Yo también fui un hijo de la guerra. Pasé cuatro años y medio en los campos de concentración japoneses de Ngawi y Bandung durante la segunda guerra mundial. A la edad de 10 años me separaron de mi familia, y tuve que trabajar siete días a la semana bajo el sol tropical, desnutrido y afectado por el beriberi y la disentería. Con todo, mis experiencias parecen un paseo comparadas con la indescriptible crueldad de la que son víctimas millones de niños hoy día. ¡Que nunca nos sintamos descorazonados por que Jehová haya permitido tiempo para que gente de todo el mundo, incluidos los hijos de la guerra, llegue a conocer sus consoladoras promesas!

R. B., Estados Unidos

Un tarro de manteca Sentía lástima y compasión de mí misma. Hace un año, mi marido decidió que no quería una esposa cristiana, así que nos echó a mi hijo y a mí de la hermosa casa que dijo que me había comprado. Me quedé en la pobreza. Mi vida parecía desesperada, y le pedí a Jehová que me ayudara. Pues bien, el artículo “Una lección de un tarro de manteca” (22 de octubre de 1997) me enseñó algo. Me recordó que debo estar contenta teniendo el sustento y la ropa y dar prioridad a los intereses del Reino.

K. P., Estados Unidos

Problemas entre hermanos El artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué recibe mi hermano toda la atención?” (22 de octubre de 1997) llegó justo cuando lo necesitábamos. Nos hizo comprender que el trato diferente no es necesariamente una injusticia. Ahora vemos que nuestros padres tienen buenas razones para dar a nuestros hermanos atención extra. Estamos muy de acuerdo con el artículo.

B. K., H. K. y G. U. O., Nigeria

Contaminación acústica Trabajo en una fábrica grande desde hace varios años, y como yo, muchos otros sufren a causa del fuerte ruido. Llevé al trabajo el artículo del 8 de noviembre de 1997 “¿Es el ruido el peor contaminante?”, y la dirección ha decidido tomar las debidas precauciones para proteger la salud de todos los operarios.

R. P., Italia

He estado molesto por varios años debido al ruido que hace mi vecino, quien administra un negocio hasta altas horas de la noche. En ocasiones me he enfadado muchísimo. Sin embargo, me fortaleció saber que hay hermanos cristianos que también son víctimas del ruido, pero que sobrellevan la situación ejerciendo autodominio.

T. O., Japón

Tengo un vecino que me molesta por las llamadas telefónicas que hace desde primeras horas de la mañana. Los artículos me han dado estupendas ideas para manejar la situación de una manera cristiana y amigable.

J. R., Inglaterra

Magallanes Disfruté y agradecí mucho el artículo sobre Fernando de Magallanes titulado “El hombre que encabezó la vuelta al mundo” (8 de noviembre de 1997). Cuando se publicó, estábamos estudiando acerca de Magallanes en mi clase de quinto grado. Aprendí más sobre él en el artículo que en mi libro de estudios sociales. Le entregué a la maestra mi ejemplar personal de la revista, y le encantó. Un par de días después, me la devolvió con una nota de agradecimiento.

B. V., Estados Unidos

Fue hermoso poder imaginarse cómo un hombre tan resuelto como Fernando de Magallanes superó la hostilidad y las diversas dificultades para emprender una de las mayores empresas de navegación de la historia. Gracias por escribir sobre este fascinante tema.

M. E., Italia