BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g99 8/4 págs. 8-11
  • ¿Quién protegerá a los niños?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Quién protegerá a los niños?
  • ¡Despertad! 1999
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Los padres pueden hacer mucho
  • La única solución verdadera
  • Cómo proteger a sus hijos
    ¡Despertad! 2007
  • Educando a los hijos desde la infancia
    Cómo lograr felicidad en su vida familiar
  • Eduquemos a los hijos desde la infancia
    El secreto de la felicidad familiar
  • Cuán temprano comenzar a enseñar a sus hijos
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1972
Ver más
¡Despertad! 1999
g99 8/4 págs. 8-11

¿Quién protegerá a los niños?

RESULTA esperanzador que por fin se reconozca el abuso de menores como un problema mundial. Diversas iniciativas han prestado atención a este problema, entre ellas el Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de los Niños, celebrado en Estocolmo (Suecia), y al que asistieron representantes de 130 naciones.

Además, algunos países promulgan leyes que prohíben el turismo sexual y la pornografía infantil. Los hay que incluso mantienen un registro de pederastas conocidos a fin de impedir que accedan fácilmente a los niños.

Otros países tratan de mejorar la vida de los niños promulgando leyes para su protección. Y algunas naciones, y también ciudadanos, se niegan a comprar productos fabricados con mano de obra infantil.

Si bien todos aplaudimos estas medidas para acabar con el abuso de menores, hemos de ser realistas y reconocer que se trata de un problema muy arraigado en la sociedad. Sería ingenuo pensar que con meras leyes se vaya a garantizar la total protección de los niños. Ya se han promulgado muchas, y el problema persiste. Tanta legislación para proteger el derecho natural de los niños a tener infancia pone de relieve la depravación que existe en el mundo de los adultos.

Las leyes no son de por sí el medio fundamental de protección para los niños. Solo tenemos que fijarnos en lo que ha conseguido una legislación tan extraordinaria como la Convención sobre los Derechos del Niño, documento de la ONU que tantas naciones han ratificado. Hay bastantes pruebas documentales de que incluso muchos de los estados signatarios, presionados hasta el límite por las restricciones económicas, no están haciendo lo suficiente para detener la explotación infantil. El abuso de menores continúa siendo un grave problema internacional.

Los padres pueden hacer mucho

Criar bien a un hijo es una tarea ardua. Requiere sacrificio. Pero los buenos padres deben asegurarse de que lo que se sacrifique no sean los niños. La revista Maclean’s dice que muchos “ven la crianza de los hijos como un pasatiempo”. Sin embargo, un hijo no es ni un juguete que pueda desecharse ni un pasatiempo que pueda abandonarse; su crianza es una responsabilidad divina.

Ser un buen padre o una buena madre es uno de los regalos más valiosos que puede hacerle a su hijo, pues le aportará una infancia feliz y segura. Dicha seguridad no depende de la situación social o económica de la familia. El niño le necesita a usted: su amor y su cariño; la confianza que le inspira cuando se siente en peligro, y su tiempo. Desea oír su voz contándole historias, tenerlo como modelo de conducta y contar con su disciplina amorosa.

Con respecto a la moralidad sexual, los padres deben tratar con modestia y respeto tanto la mente como el cuerpo de sus hijos. Los niños aprenden muy deprisa qué acciones sobrepasan los límites morales que sus padres les han establecido. Hay que enseñarles la forma de comportarse tanto dentro como fuera del hogar. Si los padres no lo hacen, otros lo harán por ellos, y tal vez los resultados no sean de su agrado. Enseñe a sus hijos lo que deben hacer si alguien atenta contra su castidad. Explíqueles la función que desempeñan sus partes íntimas, y enséñeles que nadie debe tocarlas indecentemente. Dígales cómo deben reaccionar si alguien quiere propasarse con ellos.

Sepa siempre dónde están sus hijos y con quién. ¿Quiénes son sus mejores amigos? ¿Quién cuida de sus hijos cuando usted no está? ¿Son personas de confianza? Claro, esto no significa que deba sospechar de todo el mundo. Pero trate de evaluar bien a todos los adultos que intervengan en la vida de sus hijos, y no se limite a las apariencias externas.

Piense en la angustia de los padres que terminan descubriendo, cuando ya no hay remedio, que sus hijos han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes, maestros o hasta familiares cercanos en quienes confiaban. En vista del papel que desempeña la religión, sería prudente que usted, como padre o madre, se preguntara: “¿Tolera o encubre mi Iglesia el abuso de menores? ¿Se atiene a elevados principios morales?”. Con este tipo de reflexión podrá tomar buenas decisiones para proteger a sus hijos.

Pero sobre todo, trate de ayudarlos a conocer y amar los principios del Creador, ya que estos les protegerán. Si los niños ven que sus padres respetan los elevados principios morales, estarán más dispuestos a seguir su buen ejemplo.

La única solución verdadera

Por supuesto, ni las leyes ni las condenas más largas protegerán de por sí a los niños. En cambio, el Creador, mediante su Palabra inspirada, la Biblia, puede fomentar la castidad cambiando la actitud de personas de características animales para que se transformen en miembros afectuosos y morales de la comunidad.

Está demostrado que tales cambios son posibles. Hay muchas personas que han abandonado su anterior vida lasciva, y ahora son prueba viviente del poder que tiene la Palabra de Dios. Pero aunque este es un paso hacia adelante, la mayoría de los malhechores envilecidos no cambiarán. Por eso Jehová Dios promete que todo el que explote a los niños será eliminado de la Tierra, junto con sus filosofías, su lujuria y su avidez (1 Juan 2:15-17).

Entonces, en el nuevo mundo de Dios, cuando ya no haya más pobreza, todos los niños gozarán del derecho divino de tener una infancia tranquila y sin acosos. Será el fin del abuso de menores y también de todos los recuerdos dolorosos que hoy amargan la vida de la gente: “Las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Isaías 65:17).

De modo que en el nuevo mundo de Dios cobrarán verdadero significado, de forma sublime, estas palabras de Jesucristo: “Dejen a los niñitos en paz, y cesen de impedir que vengan a mí, porque el reino de los cielos [que gobernará la Tierra, el hogar paradisíaco del hombre] pertenece a los que son así” (Mateo 19:14).

[Ilustraciones de la página 9]

Ayude a sus hijos a aprender los propósitos y principios del Creador

Enseñe con delicadeza a sus hijos cómo deben reaccionar si alguien trata de abusar sexualmente de ellos

Ser buen padre o buena madre es un valioso regalo para sus hijos

[Ilustraciones de la página 10]

En el nuevo mundo de Dios, todos los niños gozarán de su infancia a plenitud

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir