La extraordinaria conferencia de Moscú sobre la cirugía sin sangre
ALTERNATIVAS A LAS TRANSFUSIONES EN CIRUGÍA. Así se denominó una conferencia médica internacional celebrada en Moscú (Rusia) el 6 de octubre de 1998. Más de ochocientos médicos asistieron al simposio, que tuvo lugar en el Instituto Quirúrgico Vishnevskij conjuntamente con el sexto Congreso Ruso de Anestesiólogos y Especialistas de Cuidados Intensivos.
El profesor Andrey Ivanovich Vorobiev, que ocupa el cargo de hematólogo jefe de la Academia Rusa de Ciencias Médicas, de Moscú, dio la bienvenida a los facultativos a lo que él denominó “este simposio en búsqueda de alternativas a las transfusiones de sangre”.
Cuando mencionó la importancia de dicha conferencia, Vorobiev enumeró una serie de “desastres relacionados con las transfusiones de sangre”. Dijo que, debido a las transfusiones de sangre, la mayor parte de los niños hemofílicos de países como Estados Unidos, Japón y Alemania habían contraído sida. A continuación, tras suministrar datos sobre la transmisión de hepatitis mediante las transfusiones sanguíneas, se lamentó en estos términos: “Las cifras son alarmantes. Prácticamente todos los pacientes hemofílicos han contraído hepatitis”.
Según indicó Vorobiev, la opinión médica era que si una persona “perdía un litro de sangre, había que reemplazárselo con otro litro de sangre”. Pero “eso es un error”, declaró. Al concluir sus comentarios de apertura, especificó: “Antes defendíamos las transfusiones de sangre, y ahora, juntos, nos desharemos de los criterios anticuados”.
Muchos de los profesionales médicos que participaron en el programa eran de Rusia, pero también hubo oradores de Francia, Suecia, Bélgica y Estados Unidos. Además de explicar nuevas maneras de afrontar la pérdida de sangre con alternativas a las transfusiones sanguíneas, los facultativos indicaron los peligros que comportan las transfusiones, incluido el riesgo de reacciones inmunológicas adversas.
Programa televisivo
La televisión pública rusa, cuya audiencia supera los doscientos treinta y cinco millones de personas, presentó un magnífico informe complementario de la conferencia. La moderadora, Elena Malysheva, explicó: ‘Cirujanos, anestesistas y hematólogos conocidos y de fama internacional se congregaron en Moscú para responder a una pregunta: ¿Pueden realizarse intervenciones quirúrgicas sin administrar sangre?’.
Elena informó a sus televidentes de las enfermedades que pueden transmitirse mediante la sangre, y explicó: “Eso fue lo que llevó a los médicos a buscar una salida. Y se ha encontrado. Se llama cirugía sin sangre. Toda persona que vaya a someterse a una operación puede repasar con su médico los diversos métodos de cirugía sin sangre”.
Durante su intervención en el programa televisivo, Andrey Vorobiev dijo: ‘La sangre de donantes contiene proteínas que son extrañas al organismo y pueden provocar una reacción imprevisible e inevitable. Además, por muy meticulosos que seamos, existe la posibilidad de que el paciente se infecte con los virus indetectables de un donante portador’. Y concluyó: ‘Tenemos que transfundir menos sangre de donantes a los pacientes’.
También intervino en el programa Jean-François Baron, jefe de anestesiología y cuidados intensivos del Hospital Broussais, de París (Francia), quien explicó: “En mi institución preparamos unos líquidos especiales que pueden transportar oxígeno. Todos ellos poseen las características de la sangre, en lo que a transportar oxígeno se refiere, pero no contienen glóbulos rojos [que pueden transmitir enfermedades]. En un futuro próximo —predijo— estas soluciones serán parte del procedimiento habitual”.
Estas declaraciones llevaron a la moderadora del programa a hablar del profesor ruso Felix F. Beloyartsev, quien hace unos veinte años presentó como sucedáneo de la sangre un líquido capaz de transportar oxígeno. Ella indicó que en aquel entonces, el descubrimiento de Beloyartsev no tuvo una buena acogida en la comunidad médica y que el profesor “se suicidó debido a la incesante persecución que le ocasionó su descubrimiento”.
Reportaje en una gaceta médica
La publicación Meditsinskaya Gazeta también informó de la conferencia. “La conclusión básica del simposio —dijo— puede formularse de esta manera: Hay que utilizar alternativas a las transfusiones sanguíneas en toda situación posible, y debe optarse por la sangre solo después de sopesar cuidadosamente el grado de riesgo para cada paciente en particular y únicamente en circunstancias en las que peligre la vida.”
La mencionada fuente dijo, además, que algunos médicos no quieren respetar la negativa de un paciente a aceptar sangre. Por ejemplo, los testigos de Jehová no aceptan transfusiones sanguíneas porque obedecen el mandato bíblico de ‘abstenerse de sangre’ (Hechos 15:28, 29). No obstante, el francés Michel de Guillenchmidt, profesor de Derecho, dijo:
‘Deberíamos estar agradecidos a los testigos de Jehová por plantear este problema, pues no solo han llamado la atención a sus derechos, sino que también han contribuido a que la entera comunidad médica comprenda los peligros de las transfusiones de sangre. Esto, a su vez, anima a los científicos a buscar métodos más complejos de cirugía sin sangre.’
Uno de los artículos de Meditsinskaya Gazeta comenzó así: “Se ha dicho que la transfusión de sangre es como el matrimonio: nadie sabe cómo resultará”. Y después de indicar que ‘la sangre del hombre es como sus huellas digitales: no hay dos idénticas’, la gaceta preguntó: “¿Puede alguien garantizar totalmente hoy día que el paciente no contraerá ninguna infección como consecuencia de la transfusión?”. En su respuesta especificó: ‘Ni siquiera en los países que han alcanzado impresionantes logros en el campo de la medicina existe un sistema de control eficaz para los hemoderivados’.
‘De modo que, a juzgar por el atestado auditorio y el obvio interés de los delegados en los problemas que se trataron —concluyó el artículo—, los médicos están cambiando de actitud.’
Suministran un servicio
Los testigos de Jehová instalaron un puesto fuera de la sala de conferencias para suministrar a los médicos una serie de artículos, procedentes de revistas especializadas, sobre métodos alternativos de afrontar la pérdida de sangre. Centenares de médicos los aceptaron con gusto.
Es evidente que los profesionales médicos informados tienden a limitar el uso de sangre en la medicina.
[Ilustraciones de la página 26]
Los testigos de Jehová suministraron artículos acerca de los últimos estudios sobre la sangre a centenares de médicos