De nuestros lectores
Suicidio juvenil Les agradezco muchísimo el reportaje “¿Qué esperanza hay para la juventud?” (8 de septiembre de 1998). Lloré de la emoción. He tratado de suicidarme en varias ocasiones; pero me alegro de no haberlo conseguido.
A. Z., República Checa
Fueron artículos muy comprensivos sobre un tema tan delicado. Intenté quitarme la vida a principios de año cuando pasaba por una depresión profunda. Gracias por este oportuno artículo. Salvó mi vida.
R. P., Inglaterra
Por desgracia, tengo dos compañeros de clase que han intentado suicidarse. Uno de ellos lo hizo porque al mirar al futuro, no veía nada bueno, solo veía una vida absurda, llena de dificultades que había que superar. Este artículo es muy útil porque explica de manera clara y precisa qué hacer para que el futuro tenga sentido.
R. D., España
El contenido me llegó al corazón. Fue como si Jehová me estuviera hablando igual que un padre amoroso. Cuando era niña, mi padre abusó de mí. He tenido sentimientos de inutilidad y a menudo he contemplado la idea de quitarme la vida. Pero ahora, tal y como recomendó su artículo, estoy cultivando el anhelo por “la vida que realmente lo es” (1 Timoteo 6:19).
S. R., Brasil
Gracias por citar especialmente los comentarios de los jóvenes, muchos de los cuales contenían soluciones a los problemas en pocas palabras.
W. H., Alemania
Ganar dinero Muchas gracias por invertir tiempo en publicar el tema “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo puedo ganar algún dinero?” (22 de agosto de 1998). Me era difícil encontrar un empleo; pero leí sus recomendaciones y ¡por fin conseguí uno!
S. D., Ghana
Lenguaje de señas Después de leer su artículo “Un lenguaje que se ve” (8 de septiembre de 1998), no he podido más que escribirles para darles gracias por esta clase de reportajes que nos ayudan a entender a personas que no tienen las mismas circunstancias que nosotros. Tengo una amiga que es sorda de nacimiento. He querido aprender el lenguaje de señas pero, por unas cosas o por otras, nunca he encontrado el tiempo para ello. Gracias a ustedes no pienso posponerlo más.
M. E., Inglaterra
Escribo para agradecerles el gran esfuerzo que están haciendo para apoyarnos en el campo de las señas. Distribuí este artículo entre algunos funcionarios de la Administración. Me solicitaron más, ya que está muy bien redactado. También se lo presenté a una señora que se había opuesto a que su hija sorda estudiara la Biblia con los Testigos. Derramó lágrimas de alegría cuando vio el artículo. Ahora está dispuesta a que su hija asista a las reuniones y hasta prometió sufragarle los gastos de transporte para ir a una asamblea cristiana.
E. R., México
Tenía que decirles lo mucho que me han gustado los temas. Tuve el deseo de aprender el lenguaje de señas americano y apoyar a la congregación local de los testigos de Jehová en este lenguaje; pero me desanimé. La información me dio el incentivo que necesitaba para alcanzar mi meta.
N. D., Estados Unidos
Fue muy interesante descubrir que los sordos en realidad expresan sus pensamientos mediante su lenguaje de señas. Como oyente, me he propuesto buscar oportunidades para comunicarme de manera positiva con ellos.
P. H., Estados Unidos