De nuestros lectores
Los jóvenes preguntan. ¿Cómo disfrutar la lectura de la Biblia? (Abril de 2009) Tengo 24 años; soy esposa y madre. Aunque siempre me ha costado mucho leer la Biblia, estoy empleando las sugerencias de este artículo, así como el recuadro recortable que incluía. Ahora disfruto muchísimo leyéndola: puedo ver cómo se relacionan entre sí sus libros y cómo se entretejen igual que los hilos de un hermoso bordado. ¡Nunca me había apasionado tanto su lectura! ¡Mil gracias!
K. T., Estados Unidos
Un libro digno de confianza. Sexta parte (Abril de 2011) El artículo Roma en la historia bíblica dice: “¿Qué pasó con Jerusalén? Los ejércitos romanos volvieron —dirigidos por Vespasiano y su hijo Tito—, esta vez con 60.000 soldados”. Esto da a entender que ambos estaban a la cabeza del ejército cuando Jerusalén fue atacada. Sin embargo, según fuentes históricas, Vespasiano estaba en Roma para aquel tiempo.
J. O., Australia
¡Despertad! responde: De acuerdo con la obra Josefo: Los Escritos Esenciales, de Paul L. Maier, “Tito llegó rápidamente de Alejandría, trayendo consigo la Decimoquinta Legión, reuniéndose con su padre en Tolemaida, donde Vespasiano estuvo esperando con la Quinta y Décima Legión”. Además, la Encyclopedia of the Roman Empire, de Matthew Bunson, dice sobre Vespasiano: “Acompañado de su hijo Tito, aplastó la rebelión judía. Se disponía a sitiar el templo de Jerusalén en el año 68 cuando le llegó la noticia de que Nerón había caído y había sido sustituido por Galba. [...] En el otoño del 70, Vespasiano llegó a Roma”. De modo que, al parecer, Vespasiano y Tito estaban juntos al principio de la campaña contra Jerusalén, pero en algún momento Vespasiano le entregó el mando a Tito y volvió a Roma.
¿Son realistas sus metas? (Febrero de 2011) Entre las metas poco realistas que menciona el artículo están conseguir “fama, riquezas, una salud perfecta o el cónyuge ideal”. ¿Por qué incluyeron en la lista el cónyuge ideal? ¿Por qué no es “realista” aspirar a tener un compañero en la vida?
S. K., Estados Unidos
¡Despertad! responde: El artículo no dijo que la meta inalcanzable fuera el matrimonio, sino encontrar el “cónyuge ideal”. En este contexto, la palabra ideal se refiere a alguien perfecto. Es inútil buscar un cónyuge así. Primero porque no existe (Romanos 3:23). Y segundo porque tal búsqueda se realiza pensando en lo que uno espera obtener del matrimonio, no en lo que puede aportar. Incluso hay personas casadas que tienen la ilusoria meta de convertir a su cónyuge en lo que, según ellas, es la pareja ideal. Los matrimonios felices están compuestos de dos individuos que reconocen mutuamente sus imperfecciones, pero que son capaces de soportarse y perdonarse sin reservas (Colosenses 3:13).