Estudio 36
Conclusión apropiada y su tiempo
1-3. ¿Cómo puede hacer usted que la conclusión se relacione con el tema de su discurso?
1 Frecuentemente lo último que uno dice es lo que se recuerda primero. Por eso la conclusión de su discurso merece preparación cuidadosa. Debe enfocar claramente los puntos principales que usted quiere que se recuerden y comunicar el tema con finalidad. Como resultado de su composición y su presentación debe estimular al auditorio a actuar. Es a esto que lo instamos a dar atención cuando llegue a “Conclusión apropiada, eficaz” en el formulario de Consejo Oratorio.
2 Conclusión en relación directa con el tema del discurso. Para ideas en cuanto a cómo relacionar la conclusión con el tema del discurso, sugerimos que repase el Estudio 27. No es necesario que en la conclusión se declare de nuevo el tema del discurso en precisamente las palabras que dicen lo que es, aunque esto posiblemente le sea útil a algunos estudiantes, especialmente a los que son nuevos; pero debe atraer atención al tema. Entonces, teniendo como base el tema, muestre lo que el auditorio puede hacer.
3 Si la conclusión no se relaciona directamente con el tema, no redondeará el material y lo enlazará como un todo unido. Aun si usted usa una conclusión de resumen directo, presentando a manera de un esqueleto de los puntos principales, todavía sin duda querrá añadir una o dos oraciones finales, expresando la idea central o tema del discurso.
4-9. ¿Por qué debe mostrar su conclusión a sus oyentes qué hacer?
4 Conclusión muestra a los oyentes qué hacer. Puesto que ordinariamente su propósito al hablar es estimular a alguna clase de acción o persuadir de modo que se adopte cierto punto de vista, ciertamente, pues, los pensamientos concluyentes del discurso deberían recalcar estos puntos. Por lo tanto, el propósito principal de la conclusión es mostrar al auditorio qué hacer y animarlo a hacerlo.
5 Por esta razón, además de hacer claro el propósito de su discurso, la conclusión debe tener intensidad sincera, convicción, una fuerza que dé motivos para actuar. Se notará con frecuencia que las oraciones cortas son ventajosas para dar vigor a la conclusión. Pero, prescindiendo de la estructura de las oraciones, se deben suministrar razones sólidas para actuar, incluso los beneficios que se derivarán de tomar tal derrotero.
6 La conclusión debería seguir lógicamente a lo que ya se ha declarado en el discurso. Así, lo que usted diga en su conclusión es para mover a su auditorio a actuar según lo que se ha declarado ya en el cuerpo del discurso. Su conclusión clarificará y dará énfasis a lo que su auditorio debe hacer para actuar según las cosas que usted ha tratado en su discurso, y particularmente lo moverá a hacer eso lo potente y vigoroso de su conclusión.
7 En el ministerio de casa en casa las conclusiones generalmente son débiles. Esto sucede cuando al amo de casa no se le muestra definitivamente el proceder que esperamos que adopte, ya sea obteniendo una de las publicaciones, concordando en que lo visitemos de nuevo o algo por el estilo.
8 Las conclusiones de asignaciones en la escuela también serán débiles si son sencillamente resúmenes del material y no mueven a acción al auditorio. Se debe dar alguna aplicación al material, o de alguna otra manera se debe mostrar que el material es de valor particular al auditorio.
9 Para algunos discursantes es muy útil concluir un discurso sobre un tema bíblico con un resumen corto de todo el discurso, usando los textos claves y el tema del discurso como la base para éste. Al hacer así un epítome del discurso considerando unos cuantos textos como lo haría en una puerta, usted no solo hará claro el punto del discurso, sino que dará al auditorio algo que éste podrá llevar consigo y usarlo al repetir los puntos principales del discurso. Este es el propósito primario de la conclusión, y este método no solo es apropiado, sino que también logra eficazmente ese propósito.
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10-14. Dé sugerencias en cuanto a la largura de la conclusión.
10 Conclusión de largura apropiada. La largura de la conclusión no debe ser determinada por el reloj, aunque eso sucede con frecuencia. Una conclusión es de largura apropiada si es eficaz y logra su propósito. Por lo tanto, lo apropiado de su largura debe determinarse por los resultados de ella. Esto es lo que su consejero hará cuando usted esté trabajando en “Conclusión de largura apropiada,” en la hoja de Consejo Oratorio.
11 Como comparación de conclusiones en proporción con la largura del cuerpo de material, note la conclusión breve que se da en Eclesiastés 12:13, 14 de todo el libro de Eclesiastés, y compare esto con el Sermón del Monte de Jesús y su conclusión en Mateo 7:24-27. He aquí dos diferentes tipos y larguras de conclusiones; sin embargo, ambas logran su propósito.
12 Una conclusión no debe llegarle por sorpresa al auditorio. Las palabras que se hablan no solo deben señalar obviamente que se acerca el fin del discurso, sino que también deben tener tono de palabras finales. Lo que usted dice y cómo lo dice debe terminar su consideración. No debe alargarse innecesariamente. Si usted no puede enlazar todo su discurso y todavía retener el interés durante toda la conclusión, entonces debe volver a trabajar en ella. Todavía es demasiado larga.
13 Si usted es principiante como discursante, lo mejor, frecuentemente, es hacer su conclusión más corta de lo que usted quizás creyera que debería ser. Hágala sencilla, directa y positiva. No deje que continúe sin fin.
14 Si usted está presentando un discurso que es parte de un simposio, o si está hablando en una reunión de servicio, entonces su conclusión enlazará con la introducción del siguiente discurso y por lo tanto puede ser más corta. No obstante, cada parte por sí misma debe tener una conclusión que logre el propósito del discurso Si lo hace, entonces tiene la largura apropiada.
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15-18. Si el tiempo no recibe atención cuidadosa, ¿qué resultados se producen?
15 Tiempo. La largura de la conclusión no es lo único que es importante; el tiempo que se dé a cada parte del discurso merece atención. Por esa razón hay un alistamiento por separado en la hoja de Consejo Oratorio para “Tiempo.”
16 La importancia de mantener apropiadamente en su tiempo un discurso no debe minimizarse. Si el discurso se prepara apropiadamente, también se habrá considerado el tiempo, pero si el discursante, en un esfuerzo por incluir en él por fuerza todo el material, se pasa del tiempo, en realidad no está logrando su objetivo. Esto se debe a que el auditorio empezará a sentirse incómodo, a mirar el reloj y a no prestar atención a lo que se está diciendo. La conclusión, que debe incorporar la aplicación y el dar motivos para acción que son vitales para lograr el propósito del discurso, se perderá. Aun si se presenta, en muchos casos el auditorio no se beneficiará de ella debido a que el discursante se pasa del tiempo.
17 No solo el auditorio se siente incómodo cuando el discursante se pasa del tiempo, sino también el discursante. Cuando ve que se le acaba el tiempo y le queda demasiada información, quizás se esfuerce por incluirla, destruyendo la eficacia del discurso. Esto muchas veces resulta en falta de equilibrio. Por otra parte, si el discursante descubre que no tiene suficiente información para llenar el tiempo que se le ha asignado, en el esfuerzo por alargarlo es muy posible que llegue a hacerse incoherente y divague en su presentación.
18 Aunque es cierto que el superintendente de la escuela le indicará al estudiante cuándo se le ha terminado el tiempo, es desilusionador, tanto para el estudiante como para el auditorio, el que un discurso tenga que ser cortado antes de que termine. El discursante debe tener suficiente interés en su información como para querer presentarlo. El auditorio sentirá como si se le hubiera dejado colgando en el aire si no oye la conclusión. Uno que consistentemente se pasa del tiempo en sus discursos muestra que no está considerando a los demás o da evidencia de falta de preparación.
19, 20. ¿Por qué es particularmente importante vigilar el tiempo en las reuniones de servicio y los programas de las asambleas?
19 Cuando varios discursantes tienen parte en un programa, es de importancia particular quedarse dentro de los límites del tiempo asignado. Por ejemplo, quizás en una reunión de servicio haya cinco partes. Si cada discursante hablara por solamente un minuto más del tiempo asignado, eso haría que la reunión se pasara de tiempo por cinco minutos. Sin embargo, cada uno se habría pasado solo por muy poco tiempo. El resultado puede ser que algunas personas tengan que salir antes de que se termine la reunión para poder tomar el autobús que las llevará a casa, o quizás se irrite a cónyuges no creyentes que hayan venido a buscar a sus cónyuges que estén en la reunión y a quienes se haga esperar. El resultado general no es bueno.
20 También puede haber dificultades si un discursante que forma parte de un simposio o grupo que considera cierto tema no llena el tiempo que se le ha asignado. Si, por ejemplo, un hermano a quien se le ha asignado un discurso de media hora en el programa de una asamblea terminara después de veinte minutos, pudiera causar una perturbación en el programa si sucediera que el siguiente discursante no estuviese listo para comenzar inmediatamente.
21-24. Relate brevemente algunos de los problemas que tienen que ver con el uso del tiempo y las causas de estos problemas.
21 Por supuesto, una de las razones básicas por las cuales un discursante se pasa de tiempo en un discurso es que tiene demasiada información. Esto es algo que debe corregirse cuando se está preparando el discurso. No obstante si los otros puntos, los puntos anteriores en la hoja de Consejo Oratorio, han sido dominados, el mantenerse dentro de su tiempo no será problema. Si usted ya ha aprendido a aislar sus puntos principales y preparar un bosquejo apropiado, verá que el quedar dentro del tiempo asignado viene como resultado natural. El tiempo se considera hacia el fin de la hoja de consejo porque depende a buen grado de las cualidades anteriores de la oratoria que ya se han considerado.
22 Generalmente el problema en cuanto al tiempo es pasarse del período asignado. Un discursante bien preparado por lo general tiene abundancia de información, pero tiene que ejercer cuidado de no usar más de la que el tiempo asignado le permita.
23 No obstante, a veces los discursantes nuevos o de poca experiencia tienden a quedarse sin suficiente información. Su deseo debería ser aprender a usar plenamente el tiempo que tienen disponible. Al principio les será un poco difícil ir midiendo sus discursos de manera que tengan exactamente la duración que se desea, pero deben esforzarse por acercarse tanto como sea posible al tiempo asignado. Sin embargo, a menos que el discurso quede considerablemente corto en vista del tiempo asignado, no se contaría débil el tiempo si el estudiante se ha preparado y ha presentado un discurso acabado y satisfaciente.
24 La mejor manera de determinar si el tiempo que se haya tomado un discursante debe considerarse débil o no es observando el efecto que haya tenido en el auditorio la presentación. Cuando el superintendente de la escuela señala que se ha terminado el tiempo, el estudiante puede terminar la oración que ha empezado. Si con esa oración puede dar a su discurso una conclusión eficaz de modo que el auditorio piense que ha oído una discusión acabada, entonces el tiempo no debe considerarse débil.
25-29. ¿Cómo puede asegurarse una persona de que su discurso tenga una distribución bien proporcionada del tiempo?
25 ¿Cómo puede lograrse el quedarse apropiadamente dentro del tiempo asignado? Fundamentalmente es asunto de preparación. Es importante el preparar, no solo la información que formará parte del discurso, sino la presentación del discurso. Si hay preparación adecuada para la presentación, el tiempo generalmente resultará correcto.
26 Al bosquejar su discurso indique claramente cuáles son sus puntos principales. Bajo cada punto principal puede tener varios puntos secundarios que vaya a considerar. Algunos, por supuesto, serán más importantes que otros. Sepa cuales son vitales a la presentación y cuáles se pueden descartar si se hace necesario. Entonces, si durante su presentación nota que se está retrasando, será cosa sencilla presentar solo los argumentos principales y descartar los secundarios.
27 Esto es algo que constantemente tenemos que hacer en el ministerio del campo. Cuando vamos a las puertas de la gente, si la persona escucha le hablamos por unos minutos. Pero también estamos listos para hacer la misma presentación abreviada, en uno o dos minutos, si fuese necesario. ¿Cómo? Tenemos presente nuestro punto clave o puntos clave y la información más importante que se necesita como apoyo. También tenemos presente otra información de importancia secundaria que pudiera usarse para ampliar la consideración, pero sabemos que, cuando la situación lo requiera, esto se puede descartar. Este mismo procedimiento se puede seguir al presentar un discurso desde la plataforma.
28 Frecuentemente le es útil a un discursante hacer un apunte en el margen de su discurso para indicar cuánto debe haber considerado de su información cuando haya pasado la mitad de su tiempo asignado, o, si es un discurso más extenso, quizás querrá dividirlo en cuatro porciones iguales. Entonces, al pasar esas marcas del tiempo en su bosquejo, debe mirar al reloj y ver cómo le va. Si está atrasándose, ése es el tiempo en que debe empezar a descartar información de importancia secundaria en vez de esperar hasta el último momento y dejar muy poco espacio para la conclusión y así destruir su eficacia. No obstante, es cosa que distrae mucho el que el conferenciante esté continuamente mirando a su reloj o el que lo haga de manera muy conspicua, o el que le diga al auditorio que su tiempo se le está acabando y tiene que apresurarse a abarcar la información. Esto es algo que se debe manejar muy naturalmente sin perturbar con ello al auditorio.
29 El lograr una distribución proporcionada del tiempo exige que la introducción sea de largura apropiada, que cada uno de los puntos clave se desarrolle o perfeccione en proporción apropiada, y que se deje suficiente tiempo para la conclusión. No es algo que deba considerar sencillamente cuando vea que se le está acabando el tiempo. Si vigila su tiempo desde el mismo principio, el resultado será una presentación bien proporcionada.