BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • T-17 págs. 2-5
  • Un nuevo mundo pacífico. ¿Vendrá?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Un nuevo mundo pacífico. ¿Vendrá?
  • Un nuevo mundo pacífico. ¿Vendrá?
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • La vida en el nuevo mundo de Dios
  • Cómo es posible para usted
  • La vida en un pacífico nuevo mundo
    La vida en un pacífico nuevo mundo
  • Viva para siempre en una Tierra paradisíaca
    ¿Qué propósito tiene la vida? ¿Cómo descubrirlo?
  • Después del Armagedón, una Tierra paradisíaca
    Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra
  • Se aproxima un paraíso terrestre
    La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?
Ver más
Un nuevo mundo pacífico. ¿Vendrá?
T-17 págs. 2-5

Un nuevo mundo pacífico. ¿Vendrá?

Al contemplar la escena representada en este tratado, ¿qué siente? ¿No ansía su corazón la paz, felicidad y prosperidad que se aprecia ahí? Seguro que sí. Pero ¿es solo un sueño o una fantasía el creer que algún día existirán en la Tierra semejantes condiciones?

La mayoría de las personas probablemente piensen que sí. Las duras realidades de hoy son: guerra, delito, hambre, enfermedad, envejecimiento, para mencionar solo unas cuantas. Sin embargo, hay razón para tener esperanza. La Biblia predice que Dios creará “nuevos cielos y una nueva tierra” y que “las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón”. (Isaías 65:17.)

Según las Escrituras, estos “nuevos cielos” y “nueva tierra” no son unos nuevos cielos materiales ni una nueva Tierra literal. La Tierra y los cielos físicos fueron hechos perfectos, y las Escrituras dicen que permanecerán para siempre. (Salmo 89:36, 37; 104:5.) La expresión “nueva tierra” se refiere a una sociedad justa de personas que vivirán en la Tierra; y la expresión “nuevos cielos”, a un reino o gobierno celestial perfecto que regirá sobre esta sociedad terrestre de personas. Pero ¿es ser realista el creer que podrá haber “una nueva tierra”, es decir, un glorioso nuevo mundo?

Pues bien, considere el hecho de que esas condiciones ideales eran parte del propósito original de Dios para esta Tierra. Él colocó a la primera pareja humana en el Paraíso terrestre de Edén y les dio una asignación maravillosa: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla”. (Génesis 1:28.) Sí, el propósito de Dios era que tuvieran hijos y finalmente extendieran su Paraíso por toda la Tierra. Aunque después escogieron desobedecer a Dios, demostrando así que no merecían vivir para siempre, el propósito original de Dios no cambió. ¡Y tiene que cumplirse en un nuevo mundo! (Isaías 55:11.)

De hecho, es el Mesías, prometido en las Escrituras, quien servirá como rey nombrado por Dios y gobernará sobre este nuevo mundo. (Salmo 2:2, 6-9; Daniel 7:13, 14.) El Mesías limpiará de toda iniquidad la Tierra, y entonces se cumplirá el salmo que dice: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella”. (Salmo 37:29.)

La vida en el nuevo mundo de Dios

La gobernación del Mesías proporcionará beneficios terrestres incomparables, y se logrará todo el bienestar que Dios se proponía originalmente para su pueblo en la Tierra. Los odios y los prejuicios dejarán de existir, y finalmente todos los habitantes de la Tierra serán verdaderos amigos unos de otros. Dios promete en las Escrituras que ‘hará cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra’. “No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.” (Salmo 46:9; Isaías 2:4.)

Finalmente toda la Tierra llegará a estar en una condición paradisíaca semejante a un jardín. Las Escrituras dicen: “El desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa, y florecerá como el azafrán. [...] Pues en el desierto habrán brotado aguas, y torrentes en la llanura desértica. Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua”. (Isaías 35:1, 6, 7.)

En la Tierra paradisíaca habrá toda razón para sentirse feliz. Nunca jamás volverá nadie a pasar hambre por falta de alimento. “La tierra misma ciertamente dará su producto”, dicen las Escrituras. (Salmo 67:6; 72:16.) Todos disfrutarán del fruto de su propio trabajo, tal como promete nuestro Creador: “Ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. [...] No plantarán y otro lo comerá”. (Isaías 65:21, 22.)

En el nuevo mundo de Dios la gente ya no vivirá atestada en enormes edificios de apartamentos o en ruinosos barrios bajos, pues Dios se ha propuesto: “Ciertamente edificarán casas, y las ocuparán [...] No edificarán y otro lo ocupará”. Las Escrituras también prometen: “No se afanarán para nada”. (Isaías 65:21-23.)

Con el tiempo, el Reino de Dios hasta restaurará las relaciones pacíficas que existían en el jardín de Edén entre los animales, y entre los animales y los seres humanos. Las Escrituras dicen: “El lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos”. (Isaías 11:6-9; Oseas 2:18.)

¡Imagíneselo, en la Tierra paradisíaca también se curará toda enfermedad y todo mal físico! La Palabra de Dios nos asegura: “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. (Isaías 33:24.) La Palabra de Dios también promete: “[Dios] se tragará a la muerte para siempre”. (Isaías 25:8.)

Cómo es posible para usted

Esta ciertamente es una esperanza maravillosa, y no es demasiado buena para ser verdad, porque Dios siempre cumple sus promesas. (Isaías 46:9, 10.) Por supuesto, hay requisitos que debemos cumplir si queremos vivir para siempre en este Paraíso venidero en la Tierra. ¿Cuáles son?

Estos requisitos se pueden hallar, en parte, en el Tanakh hebreo —llamado por muchos el “Antiguo Testamento”— y se recalcan en las Escrituras Griegas Cristianas, que dan detalles específicos acerca del Mesías. Estos últimos escritos, conocidos por la mayoría de la gente como el “Nuevo Testamento”, se produjeron bajo la misma inspiración que el Tanakh. Los dos escritos juntos forman las Santas Escrituras, o la Biblia. Contienen la maravillosa promesa de que Dios “limpiará toda lágrima de [los ojos de la gente], y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. (Revelación 21:4; véase también Oseas 13:14.)

Aunque los testigos de Jehová —publicadores de este tratado— no son parte de la cristiandad ni del judaísmo, aceptan estas Santas Escrituras como la única base para adquirir conocimiento exacto de la voluntad de Dios. Los testigos de Jehová trabajan diligentemente en todas partes de la Tierra para ayudar a la gente a aprender acerca de Jehová, el Dios verdadero, para que las personas que aprendan puedan vivir para siempre en paz en su nuevo mundo. (Miqueas 4:1-4.)

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas se han tomado de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir