BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • yp2 cap. 17 págs. 142-146
  • ¿Es tan malo ser amigo de mis compañeros de clase?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Es tan malo ser amigo de mis compañeros de clase?
  • Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Ten cuidado
  • Entonces, ¿qué puedes hacer?
  • ¿Hasta dónde debe llegar la amistad con mis compañeros de clase?
    ¡Despertad! 2006
  • ¿Cómo son los buenos amigos?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
  • ¿Necesito cambiar de amigos?
    ¡Despertad! 2009
  • Elija bien a sus amigos
    ¡Disfrute de la vida para siempre! Curso interactivo de la Biblia
Ver más
Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
yp2 cap. 17 págs. 142-146

CAPÍTULO 17

¿Es tan malo ser amigo de mis compañeros de clase?

“A veces, cuando veo a un grupo de chicos, pienso: ‘¡Esos sí que son buenos amigos! Yo también quiero tener amigos así’.” (José)

“Para mí era facilísimo hacer amigos. Y ahí estaba el problema.” (María)

TODOS necesitamos amigos, personas con quienes compartir los buenos y los malos momentos. El mismo Jesús tuvo amigos, y disfrutaba de estar con ellos (Juan 15:15). Cuando le llegó la hora de morir clavado en un madero, su buen amigo Juan —el “discípulo a quien él amaba”— no se apartó de su lado (Juan 19:25-27; 21:20). Seguro que tú también quieres amigos de verdad, que estén contigo en las buenas y en las malas.

Tal vez creas que has encontrado en la escuela a alguien así: quizá uno o dos estudiantes con los que congeniaste muy bien desde el principio. Tienen tus mismos gustos, y disfrutas hablando con ellos. Nunca dirías que son malas compañías (1 Corintios 15:33). “Los ves casi todos los días —explica Anne—. Te sientes muy a gusto con ellos. No es como cuando estás con los hermanos de la congregación, con quienes a veces tienes que cuidar lo que haces. En la escuela, puedes ser tú misma.” Además, es posible que pienses como Luisa, que dice: “Quería demostrarles que los testigos de Jehová no somos tan diferentes, que somos gente normal”. ¿Qué opinas? ¿Crees que estas son buenas razones para hacerte amigo íntimo de tus compañeros de clase?

Ten cuidado

Mira qué le pasó a María, a quien citamos al principio. Era tan extrovertida que le resultaba fácil hacer amigos. El problema era que no sabía dónde poner los límites. “Quería caerles bien a todos, tanto a chicos como a chicas —dice—. Y lentamente me fui metiendo en el mundo.” Algo parecido le ocurrió a Luisa. “Se me pegaron las actitudes de mis compañeros —admite—, y empecé a portarme como ellos.”

Esto no debería sorprenderte. Después de todo, para que una amistad dure, hay que tener gustos y valores en común. De modo que si haces amistad con gente que no comparte tus creencias ni tus valores cristianos, ten por seguro que tu conducta va a cambiar (Proverbios 13:20). Por eso, el apóstol Pablo recomendó lo siguiente sobre tener una relación muy estrecha con personas que no son cristianas: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos” (2 Corintios 6:14).

Entonces, ¿qué puedes hacer?

¿Significan esas palabras del apóstol que debes evitar a tus compañeros y ser frío y distante? Para nada. Si queremos cumplir nuestra comisión de hacer “discípulos de gente de todas las naciones”, los cristianos tenemos que aprender a relacionarnos con hombres y mujeres de toda raza, cultura y religión (Mateo 28:19).

Pablo fue un buen ejemplo en este sentido. Él sabía conversar con “gente de toda clase”, aunque sus creencias fueran diferentes a las de él (1 Corintios 9:22, 23). ¿Por qué no lo imitas? Sé amable con tus compañeros. Aprende a entenderlos y trata de que ellos también te entiendan. Eso sí, no te dejes contagiar por su forma de hablar y comportarse. En cuanto tengas oportunidad, explícales respetuosamente por qué has decidido vivir según las normas bíblicas (2 Timoteo 2:25).

Está claro que vas a ser diferente, y eso no será fácil (Juan 15:19). Pero míralo desde este punto de vista: si estás en un bote salvavidas y ves que alguien se está ahogando, ¿cuál crees que sería la mejor forma de socorrerlo? ¿Te tirarías tú también al agua? ¿O no sería mejor ayudarlo a subirse al bote?

Algo parecido ocurre con tus compañeros de clase. Ellos no cuentan con la protección que tenemos los que somos amigos de Jehová (Salmo 121:2-8). Pero si, por tratar de ayudarlos, abandonas las normas de Jehová, lo único que conseguirás es poner en peligro tu felicidad y tu bienestar espiritual (Efesios 4:14, 15; Santiago 4:4). Sería mejor que los ayudaras a subirse a tu bote salvavidas enseñándoles a servir a Jehová. ¿Acaso hay un modo mejor de demostrar que eres un buen amigo?

TEXTO BÍBLICO CLAVE

“Hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con otros.” (1 Corintios 9:23)

UNA SUGERENCIA

Puede que tus compañeros quieran saber más sobre tu religión. Escucha con atención lo que piensan y, cuando hables, hazlo “con genio apacible y profundo respeto” (1 Pedro 3:15).

¿SABÍAS ESTO?

Muchos siervos de Dios aprendieron la verdad bíblica gracias a un compañero de clase que tuvo el valor de predicarles.

¡MANOS A LA OBRA!

Si he hecho mucha amistad con un compañero de clase, tengo que... ․․․․․

Si algún compañero se burla de mis creencias, voy a... ․․․․․

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

● ¿Por qué podría parecer más fácil hacer amigos en la escuela que en la congregación cristiana?

● ¿Qué riesgos tiene pasar mucho tiempo fuera de clase con un compañero que no comparte tus creencias?

● ¿Cuáles son las ventajas de que tus compañeros sepan que eres testigo de Jehová?

[Comentario de la página 143]

“Como hacía lo mismo que los demás muchachos, no me costaba tener amistades. Pero aprendí de mis errores. Ahora solo me hago amigo de otros cristianos, personas en las que puedo confiar.” (Daniel)

[Ilustración de la página 146]

¿Cuál es la mejor forma de ayudar a alguien que se está ahogando? ¿Tirándote al agua, o lanzándole un salvavidas?

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir