LAUREL
(heb. ʼó·ren).
Árbol de hoja perenne que crece como un arbusto, pero que a veces alcanza alturas superiores a los 15 m. Todo el árbol (hojas, corteza, raíces y fruto) contiene un aceite que se ha empleado desde hace mucho tiempo en medicina. Las hojas son oblongolanceoladas y correosas, con el envés lustroso.
La única referencia que la Biblia hace a este árbol aparece en Isaías 44:14, donde se le menciona después de otros árboles. Koehler y Baumgartner (Lexicon in Veteris Testamenti Libros, Leiden, 1958, pág. 88) identifican este nombre con el laurel (Laurus nobilis). (Véase también The Interpreter’s Dictionary of the Bible, edición de G. A. Buttrick, 1962, vol. 2, pág. 293.) El Laurus nobilis se encuentra en Palestina desde la costa hasta la parte central de las regiones montañosas, así como en otros países mediterráneos.
En la antigüedad, los griegos usaban las hojas de laurel para formar coronas que colocaban sobre la cabeza de los vencedores en los juegos píticos, y también como símbolo de distinción sobre aquellos que desempeñaban cargos públicos.