BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • it-1 “Hilar”
  • Hilar

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Hilar
  • Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • Información relacionada
  • Hilar
    Ayuda para entender la Biblia
  • Rueca
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
  • Los colores y tejidos de tiempos bíblicos
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2012
  • El tejedor de África occidental
    ¡Despertad! 1990
Ver más
Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
it-1 “Hilar”

HILAR

Estirar y retorcer las fibras textiles, vegetales o animales, como el lino, el algodón, la lana o el pelo de cabra, hasta convertirlas en hilo. Estos hilos se utilizaban para tejer, coser, bordar o hacer cuerdas.

Tanto los hebreos como otros pueblos empleaban la rueca y el huso con este propósito. Se dice sobre la esposa capaz: “Ha alargado sus manos a la rueca, y sus propias manos asen el huso”. (Pr 31:19.) La rueca era un palo en el que se enrollaban con holgura las fibras una vez lavadas y peinadas o cardadas. (Isa 19:9.) Aunque los métodos de hilar variaban, una manera de hacerlo consistía en sostener la rueca en la mano izquierda; se estiraban las fibras hasta cierta longitud y se unían al huso. Este era un palo más corto que tenía un gancho en uno de los extremos, con el que sostenían las fibras, y una nuez (un disco de un material pesado, como, por ejemplo, una piedra) cerca del otro extremo. Con la mano derecha el hilador daba vueltas al huso que colgaba, y así retorcía las fibras hasta convertirlas en un hilo. Luego devanaba el hilo en el mango del huso y lo ataba. A continuación volvía a repetir la operación, hasta que todas las fibras de la rueca se habían convertido en un hilo largo.

En el antiguo Egipto hilaban tanto hombres como mujeres, pero entre los hebreos parece que solían hacerlo las mujeres. Las israelitas tuvieron el privilegio de hilar y contribuir tejidos cuando se iba a construir el tabernáculo. (Éx 35:25, 26.)

Jesucristo se refirió a este proceso cuando instó a sus discípulos a no preocuparse indebidamente por la ropa y a confiar en que Dios los vestiría. Dijo: “Reparen en los lirios, cómo crecen; no se afanan ni hilan; pero les digo: Ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos”. (Lu 12:27, 28; Mt 6:28-30.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir