ABADÓN
Transliteración de la palabra hebrea que se usa como nombre del “ángel del abismo”. (Rev. 9:11.) El nombre griego correspondiente, “Apolión”, significa “Destructor”. Durante el siglo pasado se intentó demostrar que este texto aplicaba proféticamente a hombres como el emperador Vespasiano, Mahoma y hasta Napoleón, y generalmente se entendía que este era un ángel de Satanás. No obstante, ha de tomarse en consideración que en Revelación 20:1-3 se presenta al ángel que tiene “la llave del abismo” como un representante de Dios procedente del cielo y, más bien que ser de origen satánico, ata a Satanás y lo arroja al abismo. En un comentario sobre Revelación 9:11, The Interpreter’s Bible (vol. 12, pág. 434) dice: “Sin embargo, Abadón no es un ángel de Satanás, sino de Dios, uno que ejecuta su obra de destrucción según Dios ordena”.
Debe notarse que en Revelación 1:18 Cristo Jesús declara: “Vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades”, y en Lucas 8:31 se muestra el poder que él tiene con respecto al abismo. El hecho de que él tenga poder para destruir, incluso a Satanás, se expresa en Hebreos 2:14, donde dice que Jesús participó de sangre y carne para que “por su muerte redujera a nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo”. En Revelación 19:11-16 se le representa claramente como el Destructor o el Ejecutor nombrado de Dios.