ASUERO
(“El Jefe de los Gobernantes”).
Nombre o título que en las Escrituras Hebreas se aplica a tres gobernantes diferentes.
1. El padre de Darío el medo, mencionado en Daniel 9:1. Hay quienes, basándose en los escritos del historiador griego Jenofonte, lo identifican con Astiages, el último rey del imperio medo. No obstante, no hay más fuentes de información que apoyen esa conclusión. El registro bíblico no dice que el padre de Darío fuese rey o de linaje real. Según Heródoto y Ctesias (del siglo V a. E.C.), Astiages murió sin dejar ningún heredero varón. Por consiguiente, no es posible identificar de manera concluyente a este Asuero, padre de Darío el medo, con ninguna persona de la historia extrabíblica.
2. El Asuero de Esdras 4:6, a comienzos de cuyo reinado los enemigos de los judíos escribieron una acusación en contra de estos, pudo haber sido Cambises II, el sucesor de Ciro, quien conquistó Babilonia y libertó a los judíos. Cambises II reinó desde 529 hasta 522 a. E.C.
3. Se cree que el Asuero del libro de Ester es Jerjes I, hijo del rey persa Darío Histaspes y su esposa Atosa (hija de Ciro). Durante la mayor parte de su gobernación, su capital estuvo en la ciudad de Susa. Según los historiadores más confiables sobre ese período, entre los que se encuentra Tucídides, gobernó desde el año 486 hasta el 474 a. E.C. (Véase ARTAJERJES NÚM. 3.)
En el relato de Ester se indica que Asuero (Jerjes I) gobernaba sobre 127 distritos jurisdiccionales, desde la India hasta Etiopía. (Est. 1:1, 2.) En el tercer año de su reinado, mientras celebraba un suntuoso banquete, ordenó a la hermosa reina Vasti que se presentara e hiciera gala de su belleza ante el pueblo y los príncipes. La negativa de ella hizo que su ‘furia se inflamara’ y la repudiara como esposa. (Est. 1:3, 10-12, 19-21.) Con el tiempo escogió a Ester, una mujer judía, como su preferida entre las muchas vírgenes que le fueron presentadas para reemplazar a Vasti. (Est. 2:1-4, 16, 17.) El hecho de que Asuero no hiciera dicha selección sino hasta el séptimo año de su reinado (cuatro años más tarde), indudablemente se debió a que estuvo ausente guerreando contra los griegos. En 490 a. E.C. el padre de Jerjes, Darío Histaspes, había sido derrotado en la batalla de Maratón, por lo que ahora Jerjes buscaba la venganza. Reunió un enorme ejército, tomado de todo el imperio, y avanzó contra Grecia en la primavera del año 480 a. E.C. Después de una difícil victoria en las Termópilas y de la destrucción de Atenas, sus fuerzas fueron derrotadas en Salamina y más tarde en Platea, obligándole a regresar a Persia. Parece que fue entonces cuando empezó a buscar a la sucesora de Vasti. En el duodécimo año de su reinado permitió que su primer ministro Hamán usara el anillo de sellar real para firmar un decreto genocida contra los judíos, pero Ester y su primo Mardoqueo impidieron su consumación. Hamán fue colgado y se emitió un nuevo decreto que daba a los judíos el derecho de pelear contra sus atacantes. (Est. 3:1-8, 11; 8:3-14; 9:5-10.)
Parece ser que el “cuarto [rey]” que se menciona en Daniel 11:2 era Jerjes I, siendo los tres anteriores: Ciro el Grande, Cambises II y Darío Histaspes. Si bien le sucedieron otros siete reyes en el trono del imperio persa, Jerjes fue el último emperador persa que guerreó contra Grecia, la cual más tarde llegó a ser la potencia mundial dominante, tal como se describe en el versículo siguiente. (Dan. 11:3.)
Finalmente, Jerjes fue asesinado por un cortesano y le sucedió en el trono Artajerjes Longimano. (Véase ESTER, LIBRO DE.)