CORBÁN
Tal como se explica en Marcos 7:11, “corbán” es “una dádiva dedicada a Dios”. La palabra hebrea original qor·bán —y su equivalente en griego (kor·bán)— significa “ofrenda”. El término hebreo, que se usa en Levítico y Números, aplica tanto a ofrendas con sangre como sin ella. (Lev. 1:2, 3; 2:1; Núm. 5:15; 6:14, 21.)
Para el tiempo del ministerio de Cristo Jesús en la Tierra, se había desarrollado una práctica censurable con relación al corbán, práctica que había sido fomentada especialmente por los fariseos. Estos enseñaban que el dinero, la propiedad o cualquier cosa dedicada al templo como “corbán” —es decir, como ofrenda de voto— pertenecía desde entonces al templo y no podía usarse para ningún otro propósito. En realidad, lo que se dedicaba era conservado por la persona que había hecho el voto. Sin embargo, gracias a esta práctica, un hijo podía eludir su responsabilidad de mantener a sus padres ancianos e indigentes simplemente diciendo que su propiedad o parte de ella era “corbán”, un don dedicado a Dios o al templo. Al decir “sea corbán” o “es corbán”, uno quedaba desobligado de usar tal propiedad para ayudar a sus padres, incluso si estos se encontraban en un grave aprieto y solicitaban o necesitaban su ayuda. En el judaísmo posterior, si una persona usaba irreflexivamente la expresión “corbán” y más tarde cambiaba de opinión, el don así designado no podía usarse jamás de ninguna otra manera. (Mar. 7:9-13.)