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Ayuda para entender la Biblia
ad págs. 260-262

CANDELABRO

(heb. menoh·ráh; gr. ly·kjní·a).

Pie o soporte para una o varias lámparas de aceite. Aunque la Biblia también habla de los candelabros de los hogares y otros edificios (2 Rey. 4:10; Dan. 5:5; Luc. 8:16; 11:33), en especial se refiere a aquellos que se usaron en relación con la adoración verdadera.

EN EL TABERNÁCULO

Jehová le mandó a Moisés en una visión que hiciera un candelabro ‘de oro puro, de labor a martillo’ para el tabernáculo, el cual tenía que pesar, junto con sus lámparas y utensilios, un talento. (Éxo. 25:31, 39, 40; 37:17, 24; Núm. 8:4.) Esto equivaldría a casi 34 Kg.

Diseño

Este candelabro que daba luz al “Lugar Santo”, el primer compartimiento del tabernáculo (Heb. 9:2), consistía en un eje central con seis brazos. Estos brazos se doblaban hacia arriba por cada lado del eje central. El eje estaba decorado con cuatro copas parecidas a la flor del almendro, y tenía globos y flores alternadas. No se sabe con seguridad qué flores eran las representadas, pues la palabra hebrea que se usa en la descripción puede significar cualquier flor. Cada uno de los brazos tenía tres copas, con globos y flores alternadas. El registro parece indicar que los globos del eje central estaban donde los brazos se unían al eje. En la parte superior del eje central y en el extremo de cada brazo se colocaban lámparas donde se hacía arder aceite de oliva puro, batido. Con el candelabro se usaban despabiladeras, braserillos y vasos para el aceite. (Éxo. 25:31-38; 37:18-23; Lev. 24:2; Núm. 4:9.)

El candelabro se construyó bajo la supervisión de Bezalel, de la tribu de Judá, y Oholiab, de la tribu de Dan. (Éxo. 31:1-11; 35:30-35.) Estos hombres sin duda eran buenos artesanos, que posiblemente aprendieron el oficio durante su esclavitud en Egipto. Pero ahora Jehová puso su espíritu sobre ellos de manera que el trabajo pudiera realizarse a la perfección, exactamente según el modelo revelado y ordenado a Moisés. (Éxo. 25:9, 40; 39:43; 40:16.)

Su uso

Moisés “colocó el candelabro en la tienda de reunión, enfrente de la mesa, en el lado del tabernáculo hacia el sur”. Probablemente estaba situado paralelo al lado sur de la tienda (al lado izquierdo según se entraba), frente a la mesa del pan de la proposición. La luz alumbraba “la zona que está enfrente del candelabro”, iluminando así el Lugar Santo, donde también estaba el altar de oro para el incienso. (Éxo. 40:22-26; Núm. 8:2, 3.)

Cuando Moisés terminó de erigir el tabernáculo el día 1 de Nisán de 1512 a. E.C., siguió las instrucciones de Jehová para encender las lámparas. (Éxo. 40:1, 2, 4, 25.) Después, esta fue la tarea de Aarón. (Núm. 8:3.) Tanto él como los sumo sacerdotes que le siguieron ponían en orden el candelabro “desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová constantemente”. (Lev. 24:3, 4.) Cuando Aarón disponía las lámparas “mañana a mañana” y las encendía “entre las dos tardes”, también ofrecía incienso en el altar de oro. (Éxo. 30:1, 7, 8.)

EN LOS TEMPLOS

David le dio a Salomón los planos arquitectónicos que había recibido por inspiración para el templo. En estos se daban instrucciones para los candelabros de oro y los candelabros de plata. (1 Cró. 28:11, 12, 15, 19.) Había diez candelabros de oro en el Lugar Santo del templo y estaban colocados “cinco a la derecha y cinco a la izquierda”, es decir, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte. (1 Rey. 7:48, 49; 2 Cró. 4:20.) Los diez estaban hechos “del mismo plano”. (2 Cró. 4:7.) Posiblemente eran mucho mayores que el que había habido en el tabernáculo, en correspondencia con las mayores dimensiones del templo y sus otros enseres, como el “mar fundido”. (2 Cró. 3:3, 4; 1 Rey. 7:23-26.) Los candelabros de plata debieron usarse en los patios u otros cuartos que no fueran el Lugar Santo y el Santísimo, pues los enseres de estos dos cuartos eran de oro. Al igual que en el tabernáculo, las lámparas de los candelabros de oro se encendían “tarde a tarde”, constantemente. (2 Cró. 13:11.)

Cuando el templo fue destruido por los babilonios en el año 607 a. E.C., los candelabros estuvieron entre los objetos de oro y plata que se tomaron de la casa de Jehová. (Jer. 52:19.)

El templo reedificado por Herodes

La magnificencia del templo reedificado por Herodes permite suponer que en este templo también habría candelabros de belleza y suntuosidad semejantes a los del templo de Salomón. En las Escrituras no se hace mención de ellos, pero se sabe de su existencia por los escritos de Josefo y por un bajorrelieve que hay en la bóveda interior del Arco de Triunfo de Tito erigido en Roma. En este arco triunfal se representan ciertos objetos que los romanos tomaron de Jerusalén cuando la destruyeron en el año 70 E.C. Josefo dice ser un testigo ocular de esta procesión triunfal del emperador Vespasiano y su hijo Tito, y habla de que la procesión llevaba “un candelabro de oro, pero de un modelo diferente del que se acostumbraba a usar: su columna central partía de un pie al que estaba fijado, y de ella se desprendían los brazos, delicados, cuya disposición recordaba la de un tridente, y que tenían, cada uno de ellos, el extremo cincelado en forma de antorcha; había siete de estas antorchas”. (La Guerra de los Judíos, Libro VII, cap. V, sec. 5.)

Una nota al pie de la página de la traducción inglesa de Whiston de las obras de Josefo dice: “Pero hay que prestar principal atención a: 1) que según Josefo el candelabro de la procesión triunfal no era exactamente igual al del templo, por la cantidad de pequeños globos y flores que se aprecian en él, lo cual no coincide con la descripción de Éxodo 25:31-36 dada por Moisés; 2) que Josefo describe los brazos más delgados que los representados en el arco”.

Por lo tanto, es muy posible que el candelabro del Arco de Tito no sea más que una representación bastante vaga del verdadero candelabro del templo. Tanto el grosor de los brazos como la pesada base, y también su decoración, puede que difieran mucho del modelo real.

USO FIGURATIVO

El profeta Zacarías vio en visión un candelabro de oro poco común. Al igual que el candelabro preparado para el tabernáculo, este tenía siete lámparas con siete tubos. Según los eruditos, esta última expresión es distributiva y significa que cada lámpara tenía un tubo. Además, en la parte superior del candelabro había un tazón. Al parecer se suministraba aceite a las lámparas continuamente por medio de los tubos, aceite que probablemente venía de los dos olivos que el profeta vio junto al candelabro. (Zac. 4:2, 3, 12.)

Jehová Dios le dio una visión al apóstol Juan por medio del glorificado Jesucristo en la que vio “siete candelabros de oro, y en medio de los candelabros a alguien semejante a un hijo de hombre”. Este “hijo de hombre”, evidentemente Jesucristo, le explicó a Juan que los candelabros significaban siete congregaciones. (Rev. 1:1, 12, 13, 20.) Estos candelabros de la visión probablemente eran como el que iluminaba el tabernáculo para que los sacerdotes pudieran realizar sus deberes. El uso de estos para representar a las congregaciones está en armonía con las palabras que Jesús dirigió a aquellos que son siervos dedicados de Dios: “Ustedes son la luz del mundo”. (Mat. 5:14.) Como el “que anda en medio de los siete candelabros de oro”, Jesús superentiende toda la actividad de ellos como portadores de luz. (Rev. 2:1.)

Al aconsejar a la congregación de Éfeso, Cristo advirtió que quitaría el candelabro de su lugar a menos que se arrepintieran. Esta advertencia sin duda significaba que no se les seguiría usando para impartir la luz de la verdad en aquella región y que su luz se apagaría. (Rev. 2:1-5; compárese con Mateo 6:22, 23.)

La última mención que se hace de los candelabros en la Biblia tiene ciertas similitudes con la visión de Zacarías. En ella se habla de “dos testigos” que tenían que profetizar vestidos de saco y que estos testigos estaban simbolizados por “los dos olivos y los dos candelabros”. (Rev. 11:3, 4.)

[Ilustración de la página 261]

El candelabro del Arco de Tito (Roma)

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